Trump describe atentado en su contra y acepta candidatura presidencial republicana: “Vamos a tener una gran victoria”

MILWAUKEE.- El expresidente Donald Trump aceptó por tercera ocasión la candidatura presidencial del Partido Republicano.

“Voy a ser presidente para todo Estados Unidos, no solamente para la mitad de los Estados Unidos”, dijo. “Esta noche acepto la nominación como candidato presidencial”.

Tras aceptar la candidatura, Trump habló del atentado de asesinato que enfrentó en Pensilvania.

“Fue un caluroso y hermoso día… en Pensilvania; la música sonaba y la campaña iba bien”, dijo.

Recordó que hablaba sobre el “gran trabajo en inmigración” que hizo en su administración, cuando escuchó “algo”.

 “Me dije qué fue eso. Solamente puede ser una bala, mi cabeza estuvo cubierta de sangre”, dijo. “Me sentí a salvo porque tengo a Dios de mi lado”.

Tras celeberar el trabajo de agentes del Servicio Secreto, Trump dijo: “No se supone que estuviera aquí hoy”.

Los republicanos gritaron “¡nooo!”, en desaprobación a esa afirmación y lanzaron: “¡Sí, estás!, ¡Sí, estás!, ¡Sí, estás!”.

Al cuarto y último día de la Convención Nacional Republicana acudió la exprimera dama Melania Trump, así como todos los hijos del exmandatario, incluida Ivanka Trump y su esposo Jared Kushner.

Avanzado su discurso, Trump presentó a la exprimera dama: “Mi maravillosa esposa, Melania”. Luego agradeció a toda su familia por acompañarlo y nombró a sus hijos y nietos.

“Tenemos crisis de inmigración ilegal”

Al enlistar parte de los problemas que busca resolver en EE.UU., el expresidente Trump dijo que el país enfrenta una “crisis” en inmigración.

“Esta será la elección más importante en la historia de nuestro país”, lanzó. “Bajo la administración actual es, de hecho, una nación en declive. Tenemos una crisis inflacionaria que está haciendo la vida menos asequible, devastando los ingresos de quienes trabajan en familias de bajos ingresos y abordando una pregunta más simple que nunca entienden”.

Luego habló de la “invasión” que se vive en la frontera.

“También tenemos la crisis de inmigración ilegal que está ocurriendo ahora mismo, mientras estamos sentados aquí en este hermoso escenario”, dijo. “Es una invasión masiva en nuestra frontera sur que está propagando miseria… pobreza, enfermedades y destrucción a las comunidades”.

Reto para México y China

Trump insistió en que los actuales acuerdos comerciales le quitan los empleos a estadounidenses y apostó por producir en EE.UU. y devolver los trabajos a este país.

Criticó a la United Auto Workers. “Deberían estar avergonzados”, por permitir dejar ir los trabajos.

Volvió a señalar que los países llamados “aliados” de EE.UU. terminan “aprovechándose”, algo que ya había señalado en su campaña en sus pasadas campañas.

“A menudo, estos otros países son considerados aliados y, aprovechándose de que el resto de nosotros perdemos empleos o ingresos, se llevan todo y acaban con nuestros negocios”, afirmó.

Afirmó que transformó el TLCAN (con México y Canadá) para convertirlo en el USMCA.

“Me deshice del TLCAN”, expuso.

“Bajo Trump, Rusia no tomó nada”

Trump criticó la actual situación mundial y afirmó que cuando competía por la presidencia hubo alertas sobre lo que pudiera pasar en el mundo, pero defendió: “Bajo Trumo, Rusia no tomó nada”.

“Rusia tenía miedo de que China tuviera miedo. Todo el mundo le tenía miedo. No iba a pasar nada. El mundo entero estaba en paz. Y ahora el mundo está explotando a nuestro alrededor por estas cosas sobre las que leemos”, dijo. “Con el presidente Bush, Rusia invadió Georgia; bajo el presidente Obama, Rusia tomó Crimea; bajo la administración actual, Rusia es, después de todo, Ucrania. Bajo el presidente Trump, Rusia no tomó nada”.

El discurso de Trump duró más de hora y media, tras la cual el republicano pidió la colaboración de sus correligionarios.

“Sólo pido su voto”, lanzó. “Y nunca jamás los decepcionaré”.

Al escenario subió la exprimera dama Melania Trump, quien besó a su esposo en la mejilla; luego subió el resto de la familia Trump y los globos rojos, blancos, azules y dorados fueron dejados caer, inundando el escenario y los lugares ocupados por los delegados republicanos que eligieron a Trump como su candidato.