Donald Trump donó a campaña de Kamala Harris en 2011 sin saber que ahora podrían ser rivales
Donald Trump donó $6,000 a la campaña de reelección de Harris mientras ella se desempeñaba como fiscal general de California, una aportación que en su momento fue polémica
En medio la turbulencia que desencadenó la renuncia de Joe Biden a su candidatura y la posible llegada de Kamala Harris como abanderada demócrata, el diario The Washington Post recuperó registros de donaciones por parte de Donald Trump, y su hija, Ivanka Trump, hacia la entonces fiscal general de California.
Según registros, tanto el republicano como su hija Ivanka Trump, quien se desempeña como una de las asesoras principales de su padre, colaboraron con donaciones a favor de Kamala Harris, que en su momento levantaron sospechas por algunos críticos, supuestamente para ganarse su favor en una demanda contra la empresa Trump University, que estaba enfrentando una demanda colectiva en California.
De acuerdo a reportes periodísticos, entre 2011 y 2013, Donald Trump hizo una donación de 6,000 dólares a las campañas de Kamala Harris.
Información de los registros de financiación de campaña de Estados Unidos recopilada por el Washington Post revela que Trump extendió un cheque por 5 mil dólares a la campaña de Kamala Harris en septiembre de 2011 luego otros mil en febrero de 2013.
Su hija Ivanka Trump también donó otros 2 mil dólares en 2014, según muestran los registros de la prensa.
Aunque Harris no procesó el caso durante su mandato, ha insistido en que no buscó estas donaciones y que no influyeron en sus decisiones como fiscal general, según el Post.
Sin embargo, cuando Trump comenzó su campaña presidencial en 2015, Harris decidió donar el dinero que recibió a una organización sin fines de lucro que “aboga por los derechos civiles y humanos de los centroamericanos”, informó el diario Sacramento Bee en ese entonces.
Por ahora, ya sin Biden en la contienda, ahora los republicanos enfocan sus baterías hacia Kamala Harris, incluso acusando que fue cómplice de un encubrimiento masivo para ocultar y negar el hecho de que Joe Biden no era capaz de desempeñar las funciones del cargo, como el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, explicó.
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