¿Para qué sirven las convenciones políticas partidistas?

Aclaran que ya no son lo que solían ser en el pasado, cuando se escogía a un candidato, ahora llega con el nominado seleccionado

Fanáticos con orejas vendadas por solidaridad con Trump aparecen en Convención Nacional Republicana

De acuerdo a testimonios, este look es un símbolo de admiración. Crédito: Paula Escalada Medrano | EFE

En Estados Unidos, las convenciones políticas nacionales son eventos cruciales en los que los partidos nominan oficialmente a candidatos presidenciales y vicepresidentes, presentan su plataforma e incentivan a su base de votantes, pero ya no son lo que solían ser, ya no se elige ahí a los candidatos, sino que ya llegan como nominados para ser celebrados.

Generalmente son eventos predecibles cuyo resultado está determinado por las primarias anteriores, donde los electores del partido eligen a su candidato y a sus delegados.

Durante la videoconferencia “Dando Sentido a las Convenciones y las Elecciones 2024”, organizada por Ethnic Media Services, un panel de expertos en el tema político y en acceso electoral hablaron del proceso electoral de este año, en qué es diferente, y cómo afectará a los votantes y su voluntad de votar.

Sherry Bebitch Jeffe, profesora retirada de comunicaciones sobre políticas públicas de la Universidad del Sur de California, dijo que las convenciones no son lo que solían ser cuando se juntaban para escoger a los nominados a la vicepresidencia y la presidencia.

“Hoy en día, eso no pasa, y es más una celebración para una opción para presidente que ya está lista, no para seleccionar a alguien”.

Bill Schneider, profesor emérito de la Escuela de Política y Gobierno Schar de la Universidad George Mason dijo que no sabemos cuál será el poder de la convención demócrata de este año, pero ha disminuido a lo largo de la historia política estadounidense.

“Lo que era un poderoso mecanismo para elegir al candidato de un partido se ha convertido básicamente en una larga campaña”.

Jonathan Diaz, director de promoción del voto del Campaign Legal Center, dijo que en realidad las convenciones son eventos de relaciones públicas, y para animar al partido a la campaña. 

“Lo que demostró la convención republicana es que Donald Trump ha tomado posesión total del Partido Republicano. No hay oposición en el partido que solía ser el partido de Ronald Reagan. Ahora diría que el Partido Republicano no es sólo el partido de Donald Trump sino que es la fiesta de Archie Bunker (un personaje de ficción de la televisión estadounidense de los años 70)”. 

Añadió que ha cambiado su base del club de campo de la élite y los estadounidenses más ricos, a la clase trabajadora blanca, donde Donald Trump es muy popular.

El papel de los delegados

Bebitch Jeffe dijo que las convenciones políticas de esta año son las primeras que se celebran en la era de las redes sociales, en la que todos pueden ser delegados.

Díaz intervino para decir que hemos escuchado mucho sobre los superdelegados versus delegados comprometidos. 

“Los delegados comprometidos son aquellos que le dan su apoyo a quien gana las primarias o caucus de ese estado”.

En tanto, señaló que los superdelegados generalmente son funcionarios electos, miembros de alto rango del partido que normalmente no están sujetos a los resultados de ninguna primaria estatal.

“Ellos no podrían votar en la primera ronda de la convención, pero si no hay una mayoría clara después de la primera ronda, entonces llegarían a participar en un segunda ronda de votación para un candidato”.

Comentó que la convención en sí, es realmente solo una formalidad y una oportunidad para que el partido y los candidatos hagan su propuesta al pueblo estadounidense. 

“Lo único que determina esas primarias es por quién se comprometen a votar los delegados que son enviados a la convención; y si esa persona por la que se han comprometido a votar se retira de la contienda, entonces los delegados ya no están obligados a cumplir esas promesas. 

“Y ahí es cuando entran los diversos escenarios de una convención abierta o una convención impugnada. En cuyo caso no sabríamos por quién terminarán votando la mayoría de esos delegados”. 

El Colegio Electoral

¿Es todavía útil el sistema del colegio electoral o debería cambiar?

El profesor Schneider dijo que las propuestas que se han presentado para cambiarlo, no han ido a ninguna parte.

“El Colegio Electoral ha sido apoyado principalmente por los republicanos, porque sin éste, Trump nunca habría sido presidente. Él perdió el voto popular y ganó por el Colegio Electoral”.

Así que dijo que los republicanos están comprometidos a preservar el Colegio Electoral y no va a pasar nada si ellos se resisten.

“Para cambiar el Colegio Electoral, necesitan modificar la Constitución. Es un proceso muy elaborado que involucra no solo al Congreso sino también a las legislaturas estatales, que están dominadas por los republicanos y tienden a ser dominadas por ellos. Por tanto, es probable que las reglas electorales no cambien”.

Bebitch agregó que el Colegio Electoral estableció una fórmula para que hubiera un balance, y no se eliminara a los estados pequeños.

“Fueron compromisos hechos al comienzo de esta nación, los cuales involucran a los estados esclavos que insistieron en una representación equitativa. No vamos a poder cambiarlo porque originalmente se creó para protegerlos”.

Dijo que esa fórmula permite que cada estado tenga dos senadores sin importar su tamaño.

“El Colegio Electoral es un incentivo poderoso porque muchos de esos pequeños estados son republicanos”.

Este sistema – añadió – contribuye a la caída de la democracia.

Díaz dijo que aunque existen pequeñas distorsiones, el sistema del Colegio Electoral es aún democrático, y no cree que las reglas cambiaran.

Señaló que vale la pena mencionar que a través de la historia, el candidato que gana el voto popular también gana el colegio electoral.

“Cuando tenemos casos como en 2016, cuando la persona que tuvo el mayor número de votos no es la persona que gana la elección bajo las reglas que tenemos, eso contribuye a una insatisfacción frente a la democracia y al sistema electoral, o genera un sentimiento de que la democracia no está funcionando”.

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