Ronda Política: Santa Ana decidirá si los no ciudadanos pueden votar en elecciones locales
La medida sentaría un nuevo precedente en la ampliación de los derechos de voto de un grupo al que históricamente se le ha impedido votar
En la boleta electoral de noviembre de la vecina ciudad de Santa Ana, destaca un tema bastante controversial, pero que de aprobarse marcaría huella nacional.
Se trata de una medida local que busca que los no ciudadanos, llámense inmigrantes indocumentados, refugiados, residentes permanentes, beneficiarios de DACA, TPS o aquellos con un permiso de trabajo, puedan votar en las elecciones locales, a partir del 2028.
Estamos hablando de votar en las elecciones para concejales y en la junta escolar de la ciudad de Santa Ana en el conservador condado de Orange.
Como se imaginarán, los opositores argumentan que votar debe ser un privilegio solo para los ciudadanos, pero quienes están a favor, se preguntan por qué no, si estas personas viven aquí, trabajan aquí y pagan impuestos aquí.
Algunas ciudades en la costa este han pasado y aprobado medidas similares, pero no han entrado en acción porque ha sido desafiadas legalmente, mientras que San Francisco aprobó en 2016, la proposición N que permite que los padres de familias puedan votar en las elecciones de las juntas escolares; lo mismo ocurrió en Oakland en 2022, pero la ley aún no entra en vigor.
Debemos estar muy al pendiente de lo suceda en Santa Ana, porque puede ser la mecha que prenda la llama; en tanto que en la Cámara de Representantes se acaba de aprobar una medida impulsada por los republicanos para que se pida prueba de ciudadanía a la hora de votar.
Se antoja difícil que avance en el Senado.
El primer veto
Karen Bass llevó a cabo su primer veto como alcaldesa de Ángeles, al bloquear una propuesta electoral que se pretende aparezca en la boleta del 5 de noviembre, la cual busca darle al jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, el poder para despedir a los oficiales acusados de mala conducta.
De acuerdo a la alcaldesa, la medida crearía un sistema disciplinario de dos vías: unas ofensas quedarían en manos del jefe y otras serían resueltas por un panel disciplinario; la alcaldesa asegura que ehabló con cientos de policías que respaldan un sistema de castigos más justo y mejor definido.
Lo que sigue es que el Concejo que está de vacaciones por tres semanas hasta el 30 de julio, no anule el veto de la alcaldesa, lo cual no creemos que pase.
Niñero y espía
Un exempleado de la ciudad de Carson, Justin Battle acaba de demandar a dicha ciudad, por ser despedido luego de que según dijo su trabajo como asistente de la concejal Arleen Bocatija Rojas, consistía en ser niñero, espía personal, agente de viajes y hasta su jardinero privado, lo cual viola el Código Laboral Estatal.
Bocatija Rojas además de ser concejal de Carson es una oficial filipino-americana del Departamento de Policía de Los Ángeles.
El demandante era su asistente; y ahora busca que la Ciudad de Carson le pague una compensación y los honorarios de su abogado.
Las tareas encomendadas a Battle por la concejal Bocatija, motivo de la demanda, consistían en estar disponible todo el tiempo para hacerle sus mandados personales, recoger a su hija de la escuela, estar pendiente de dónde andaba y usar una herramienta del LAPD para ver los correos electrónicos de la menor así como monitorear sus llamadas de teléfono.
Además tenía que ir a la tintorería a recoger la ropa de la concejal, llevar su carro al taller para que le dieran mantenimiento, prepararle sus planes vacacionales, podarle el pasto, recoger su comida, llevarla a eventos y transportar a su hermana a donde se ofreciera.
Pero eso no era todo, le pedía que sus encargos personales no los hiciera en la oficina, y que espiara las llegadas y salidas del concejal Jim Dear, que vigilara a la novia de su colega, y le informara cuando ella se fuera. De acuerdo al demandante, se negó a hacer eso, y presentó una queja ante el subgerente de la Ciudad. Como resultado, “le dieron cuello”. En otras palabras, lo despidieron.
Si es cierto todo lo que argumenta el demandante, como decimos, en español, la concejal “no se midió”. Aunque temo decir que muchos asistentes de funcionarios electos, pasan por lo mismo. Me recuerdo a una senadora latina que mandaba a sus empleados, a que le limpiaran la casa.