OMS detecta brote de mpox en África Oriental
La OMS alerta sobre un brote de mpox en RDC y Burundi. Con más de 21,000 casos y 1,000 muertes, se intensifican las medidas preventivas en la región
El nuevo brote en El Congo lleva casi 13,000 personas afectadas y 581 muertes según cifras oficiales del país. Crédito: Marina Demidiuk | Shutterstock
En un reciente informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado la aparición de un brote de mpox, antes viruela del mono, en la República Democrática del Congo (RDC) y Burundi.
Este brote ha impulsado a las autoridades locales a iniciar campañas de educación pública para informar a la población sobre las medidas de protección y prevención necesarias para frenar la propagación de esta enfermedad infecciosa, que es causada por el virus mpox.
La Comunidad de África Oriental (EAC) ha emitido un comunicado desde su sede en Arusha, Tanzania, confirmando la gravedad de la situación. Según el comunicado de la EAC, tres casos de mpox han sido confirmados en la zona occidental de Burundi.
Estas infecciones fueron verificadas tanto por los laboratorios nacionales de Burundi como por la OMS. Además, la situación en la RDC es particularmente alarmante, con más de 21.000 casos documentados y más de 1.000 muertes desde 2022.
Burundi comparte fronteras con la RDC, Ruanda y Tanzania, mientras que la RDC limita con cinco estados miembros de la EAC: Tanzania, Burundi, Ruanda, Uganda y Sudán del Sur. Esta proximidad geográfica incrementa el riesgo de propagación transfronteriza del virus, lo que ha llevado a las autoridades regionales a reforzar las medidas preventivas.
La viruela del mono puede causar erupciones cutáneas dolorosas
Andrea Aguer Ariik Malueth, subsecretaria general de la EAC encargada de los sectores infraestructurales, productivos, sociales y políticos, subrayó la importancia de las medidas preventivas. “Es crucial que los Estados miembros de la EAC proporcionen la información necesaria sobre la enfermedad y tomen medidas preventivas”, afirmó Malueth.
La OMS describe la viruela del mono como una enfermedad infecciosa que puede causar erupciones cutáneas dolorosas, ganglios linfáticos agrandados y fiebre. Aunque la mayoría de los afectados se recuperan completamente, algunos pueden desarrollar complicaciones graves.
La transmisión del virus puede ocurrir a través del contacto directo con personas infectadas, mediante el tacto, besos o contacto sexual, así como a través de animales, especialmente durante la caza, desuello o cocción de estos. También puede propagarse por medio de materiales contaminados como sábanas, ropa o agujas, y de madres embarazadas a sus bebés nonatos.
Recientemente, se ha identificado una nueva cepa de mpox, descrita como particularmente peligrosa debido a su rápida propagación y alta letalidad. Este nuevo virus ha causado alarma entre los funcionarios de salud globales. Según John Claude Udahemuka, profesor de la Universidad de Ruanda, esta nueva cepa es la más peligrosa conocida hasta la fecha, provocando efectos severos como ceguera y abortos espontáneos.
En 2022, una variante más leve del virus mpox, conocida como clado IIb, se diseminó por todo el mundo, infectando a aproximadamente 32.000 personas solo en Estados Unidos y causando 58 muertes. Esta situación llevó a la OMS a declarar una emergencia de salud pública, que fue levantada el año pasado. Sin embargo, la aparición de la nueva cepa ha renovado las preocupaciones.
El nuevo virus fue detectado por primera vez en una región remota de la RDC en septiembre pasado y desde entonces se ha extendido a áreas fronterizas de Ruanda, Burundi y Uganda. Esta expansión ha complicado aún más los esfuerzos de contención, especialmente en zonas con infraestructura sanitaria limitada.
Las autoridades sanitarias de la región están trabajando para contener el brote, implementando cuarentenas y programas de vacunación donde es posible. Además, se están llevando a cabo campañas de sensibilización para educar a la población sobre la importancia de la higiene y las precauciones necesarias para evitar el contagio. La cooperación entre los estados miembros de la EAC es esencial para abordar este desafío de salud pública de manera efectiva.
La OMS y otros organismos internacionales continúan monitoreando la situación de cerca, proporcionando apoyo técnico y recursos a los países afectados.
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