Docenas de pandilleros son arrestados en el sur de Los Ángeles
Entre los 37 acusados de la pandilla Florencia 13 se incluye a los asesinos del policía Francisco Arroyos; algunos se cree que escaparon a México
Docenas de presuntos miembros y asociados de la pandilla Florencia 13 (F13) del sur de Los Ángeles, incluidos 23 acusados que fueron arrestados el martes enfrentan cargos federales por tres asesinatos, incluido el de un hombre, afuera de un bar considerado “territorio” del grupo criminal.
Las acusaciones reveladas por un gran jurado federal que alegan, además, tráfico de fentanilo y extorsión, fueron reveladas en el auditorio Kenneth Hall de la Estación Century del departamento del Alguacil del condado de Los Ángeles.
Los presuntos pandilleros afiliados a la pandilla F13 ya fueron procesados por 11 acusaciones en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en el centro de Los Ángeles.
Seis de los acusados ya estaban bajo custodia estatal o federal, y las autoridades continúan buscando a otros ocho acusados, incluidos varios de ellos que se cree se fugaron a México.
Como parte de la investigación, las autoridades incautaron aproximadamente 21 libras de metanfetamina, nueve libras de fentanilo y 6.5 libras de heroína. También confiscaron 25 armas de fuego y aproximadamente $70,000 en efectivo relacionados con la investigación.
“La Florencia 13 es una de las pandillas más grandes y activas en Los Ángeles”, dijo el fiscal federal, Martin Estrada. “Es una pandilla multigeneracional e increíblemente violenta”.
Estrada declaró que los pandilleros recaudaban dinero mediante el robo a mano armada, extorsión y la venta de drogas, “y controla su territorio mediante el uso de la violencia, incluidos asesinatos y agresiones.
‘Seremos implacables’: Fiscal Martin Estrada
Hace apenas dos semanas, el fiscal federal habló de los asesinos del agente Fernando Arroyos, del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).
En ese caso, Luis Alfredo de la Rosa Ríos, alias “Lil J” y “Lil Malo”, de 30 años, y Ernesto Cisneros, alias “Gonzo” y “Spooky”, de 25, integrantes de la pandilla Florencia 13 se declararon culpables de un cargo de conspiración para violar la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsión (RICO), según el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Ambos recibieron sentencias de 50 años de prisión.
Un tercer acusado, Jesse Contreras, alias “Skinny Jack” y “Flaco”, de 36 años recibió una sentencia de 36 años.
Arroyos fue asesinado cuando salió a buscar una casa de compra en el sur centro de Los Ángeles. Después de haber sido sometido a un robo, fue confrontado por los pandilleros y acabó muriendo por un intercambio de disparos
“Como dije anteriormente, seremos implacables en la lucha contra estas organizaciones criminales”, dijo el fiscal Estrada.
El fiscal dijo a La Opinión, que, aunque no cree que vayan a desaparecer definitivamente las pandillas, “lo que sí podemos hacer es, por lo menos, arrestar a los criminales más violentos”.
Estrada declinó responder si los presuntos pandilleros arrestados y que traficaban fentanilo y drogas tuvieran alguna relación con los carteles mexicanos de la droga.
“No voy a comentar”, respondió.
Sin embargo, aceptó que trabajarían con las autoridades mexicanas para conseguir la extradición de los fugitivos, o si se escondan en otros estados de Estados Unidos: Dannyboy Limones, alias “Cyclone”, Javier Martínez “Javee”, Adrián Díaz; Carlos González “Migo”, Saúl Ayón Quintero, Rigoberto Gaspar y Oscar Villegas “Camel”.
En el sur de Los Ángeles desde 1930
La Florencia 13, que domina un amplio “territorio” en el sur de Los Ángeles, es conocida también como South Side Florencia 13, Florence Gang o F13. Tuvo sus orígenes desde 1930, y se cree que sus miles de miembros son controlados desde el interior de las cárceles y prisiones de California.
“La eliminación coordinada de los miembros de pandillas asociadas con la pandilla criminal callejera ‘Florencia 13’ crea vecindarios más seguros”, dijo el sheriff Robert Luna. “[Esto sucede] al eliminar a individuos peligrosos de nuestras comunidades e interrumpir su red criminal que alimenta esta violencia”.
“Al eliminar de nuestras calles a los principales delincuentes que infunden miedo y aterrorizan a nuestras comunidades, estamos tomando medidas decisivas para restaurar la seguridad y mejorar la calidad de vida de todos los residentes. Nuestro compromiso de reducir la violencia de las pandillas sigue siendo inquebrantable, mientras trabajamos juntos para construir comunidades más seguras y fuertes”.
La mayor parte de los cargos en contra de los supuestos pandilleros proviene de dos acusaciones de un gran jurado federal dirigidas contra la Florencia 13.
La primera acusación señala a 19 individuos, , incluido Celerino Jaramillo, de 30 años, también conocido como “Bizzy”, del sur de Los Ángeles, de quien se afirma que es “una persona que tomaba decisiones” en una de las pandillas asociadas a la F13, “conspirando para violar la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsión (RICO)”.
Entre una serie de presuntos delitos relacionados con el crimen organizado, durante un incidente el 17 de octubre de 2022, un grupo de miembros del F13, incluido Jonathan Reyes, de 19 años, también conocido como “Creeper”, también residente del sur de Los Ángeles, mató a golpes a una víctima afuera de un bar en el barrio Florence-Firestone de Los Ángeles. La víctima fue pisoteada, pateada, golpeada y golpeada repetidamente con un bate de béisbol.
Las autoridades federales mostraron fotografías de aquella golpiza a la víctima mortal.
Violó las reglas de la pandilla y fue asesinado
La acusación formal alega además que Celerino Jaramillo y el coacusado Oscar Hernández, de 30 años, también conocido como “Drex”, el 19 de junio de 2023, asesinaron a una víctima identificada en documentos judiciales como “R.A.”, un miembro del F13 que había violado las reglas de la pandilla.
Un día después de que R.A. fuera asesinado a tiros, Jaramillo supuestamente dijo a sus compañeros de pandilla que quería que Hernández fuera incluido en la pandilla de los Jokers de F13 porque “demostró que [Jaramillo] era sólido”.
El mes siguiente, Jaramillo y Hugo Armando Pineda, de 36 años, también conocido como “Menace”, supuestamente asesinaron a “D.E.”, otro miembro de la F13 que tenía mala reputación.
El resto de la acusación formal alega una serie de actividades criminales por parte de Jaramillo, incluida la gestión de “casitas”, o bares y clubes nocturnos ilegales, el cobro de “impuestos” mediante la extorsión, tráfico de narcóticos como el fentanilo y metanfetamina, y uso y posesión ilegal de armas de fuego.
Una segunda acusación revela que ocho asociados de la pandilla Florencia 13, incluido Saúl Ayón Quintero, de 50 años, de Bellflower, con delitos relacionados con drogas, se les acusa de conspiración para distribuir fentanilo, metanfetamina y heroína, y uso y posesión ilegal de armas de fuego y municiones.
Akil Davis, subdirector a cargo de la oficina local del FBI en Los Ángeles, Expresó que la pandilla Florencia 13 es conocida “por sus tácticas bárbaras que, trágicamente, resultaron en varios asesinatos alegados en la acusación”.
“Los residentes de la comunidad en la que opera Florencia-13 merecen vivir sus vidas sin temor a la violencia y la extorsión, y esta investigación conjunta demuestra nuestro compromiso compartido con ese objetivo”, añadió.
Por su parte, Kavin Williams, subjefe del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos en Los Ángeles, manifestó a La Opinión que, cuando se trata de la comunidad y sacar de las calles a los delincuentes violentos, “esa es nuestra máxima preocupación y es lo máximo que podemos hacer”.
Williams consideró que, a pesar de que la pandilla Florencia 13 tiene décadas de haberse creado para cometer delitos y sus actos de violencia y muerte son continuos, “nosotros, como organismos de la ley tenemos que adelantarnos a ese proceso”.
¿Cree que algún día desaparecerán las pandillas?
“Tengo esperanzas”, respondió.
Miedo en el sur de Los Ángeles
Roberto Hernández, un soldador de origen mexicano llegó a vivir hace apenas un mes al área de Florence-Vermont, en el sur de Los Ángeles, una zona considerada “territorio” de la pandilla Florencia 13 y ya tuvo su primer susto.
“Manejaba mi bicicleta por la banqueta y un fulano me insultó”, dijo, después de cruzar en la intersección “No le entendí porque no hablo inglés, pero su cara lo decía todo”.
En el restaurante de comida rápida, Tom’s Jr. Original, un mesero dijo a La Opinión que se les tienen más miedo a los indigentes que a las pandillas.
“Ese es el mayor problema que tenemos”, dijo el hombre que pidió no ser identificado.
Al otro lado de la acera, Milvia Marroquín, una madre soltera salvadoreña que vende pupusas, comentó que antes tenía su puesto por la calle 92 y Hoover, “pero se puso peligroso”.
“Cuando estaba oscuro si me daba miedo, y por eso decidí venirme a otro lugar”, expresó.
Mas allá, en la intersección de la Junction Street y la calle 60, donde ocurrió la balacera que más tarde acabó con la vida del policía Fernando Arroyos, el 10 de enero de 2022, a manos de pandilleros de la Florencia 13, un residente llamado “Arturo”, dijo que, “yo llegue a vivir en esta área desde los dos años y la comunidad sigue viviendo igual, con mucho miedo”.