Empleados de McDonald’s: ‘¡Ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste!’

Decenas de trabajadores de Cypress Park denuncian actos de violencia de algunos clientes y condiciones laborales ‘insoportables’

Trabajadores marchan y protestan en Cupress Park.

Trabajadores marchan y protestan en Cupress Park. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Decenas de empleados de la compañía de comida rápida McDonald’s protestaron alrededor del local ubicado en el 2724 de la avenida Figueroa, en Cypress Park, donde presuntamente se han registrado frecuentes ataques violentos, además de violaciones a sus derechos laborales, entre los que se incluyen la negativa de permitirles ir al baño.

“¿Qué queremos? ¡Justicia! ¿Cuándo? ¡Ahora!”, gritaron los ruidosos manifestantes frente al restaurante. “Si no lo conseguimos. ¡Ciérrenlo!”.

Durante la protesta, intentaron entrar por la fuerza al negocio, pero la acción fue impedida por un guardia de seguridad y un administrador del lugar.

¡Aquí no pueden entrar!, gritó el hombre. Entonces los manifestantes llevaron su protesta alrededor del establecimiento y bloquearon por varios minutos el área de autoservicio. Varias patrullas aparecieron, pero los agentes del orden solamente se dedicaron a vigilar. Nadie fue arrestado.

Carlota Guzmán, Catalina Reyes y Matilde Montoya, quienes tienen una experiencia combinada de 39 años en el McDonald’s de la calle Figueroa, son parte de una denuncia formal de “violencia” ante la División de Salud y Seguridad Ocupacional de California (CAL-OSHA).

Ellas describieron que, a diario.  están sujetas a frecuentes incidentes violentos y amenazantes por parte de clientes enojados y personas que llegan a la tienda para causar daño.

Detallaron que, en un incidente de mayo de 2023, un hombre amenazaba con un cuchillo a los clientes y apuntó con el arma a una mujer que tenía hijos con ella.

Durante ese incidente, Jaylene Loubet, la cajera, les gritó a los gerentes que llamaran a la policía.

“Yo tenía mis manos ocupadas con la comida y le pidió al hombre que me diera un momento para atenderlo y dejarlo entrar en el baño”, testificó Jaylene en la denuncia.

“Cuando terminé la orden de comida, escuché a alguien gritar ¡Él tiene un cuchillo! ¡Él tiene un cuchillo!”.

La respuesta de la gerencia fue que ella misma tendría que llamar a la policía, pero la empleada no sabía si estaba autorizada o no para usar los teléfonos en casos de emergencia.

“Los managers nos han dicho que solamente ellos pueden usar los teléfonos”, dijo la trabajadora.

Eventualmente uno de ellos llamó a la policía y cuando llegaron media hora después al McDonald’s, el sujeto armado ya había desaparecido.

La mujer amenazada fue atendida por las empleadas, mientras que Jaylene fue culpada del incidente, “por no abrir la puerta del baño”.

Peligro con los desamparados y maltrato

Tras este incidente de violencia, la queja ante CAL-OSHA sostiene que la gerencia no brindó capacitación ni aumentó la seguridad.

Tampoco preguntaron a los empleados si estaban bien o no, ni se les ofreció servicios de asesoramiento sobre traumas o atención de salud mental. Tampoco se les notificó que podían acceder a esos servicios mediante la compensación al trabajador.

“Hay mucho peligro cuando los homeless [indigentes] entran “, dijo Catalina Reyes. “Son muy agresivos; nos insultan y nadie hace nada”.

Reyes, originaria de Zapotitlán, Jalisco, dijo que tiene 10 años trabajando en ese restaurante McDonald’s, donde hace poco tiempo le aumentaron el sueldo a $20.00 la hora.

“Durante mucho tiempo la mánager no nos permitía ir al baño y teníamos que aguantarnos, pero ahora que conocemos nuestros derechos, sabemos que podemos ir cuando haya esa necesidad”, enfatizó. “Los managers deberían ponerse en nuestro lugar, porque ellos también son empleados como nosotros; no son los dueños y no nos pueden tratar de esa manera”.

Incidentes llenos de peligro

Desde la primera denuncia a CAL-OSHA, han sucedido otros incidentes graves de violencias en el McDonald’s de la calle Figueroa, donde trabajadores resultaron lesionados.

El 24 de julio, un cliente al que se le negó un reembolso por su compra de café, lanzó un vaso de hielo contra una empleada y le causó un hematoma en el ojo.

Un mes antes, un sujeto entró corriendo a la cocina por la puerta trasera del negocio que estaba abierta; salió y regresó 10 minutos después cuando era perseguido por la policía y un helicóptero.

Enseguida la policía evacuó la tienda para poder utilizar balas de goma.

“Este incidente fue aterrador y no sabíamos qué hacer”, dijo una empleada que prefirió no ser identificada.

De acuerdo con las trabajadoras, después del incidente, la gerencia no preguntó si los empleados estaban bien ni les ofrecieron asesoramiento sobre traumas, como tampoco les asesoraron cómo acceder a servicios de salud mental.

Tras ese hecho, la compañía contrató seguridad, aunque solo ciertas horas del día. El McDonald’s está abierto las 24 horas.

Golpeada en la cabeza con un palo

El 23 de enero, una mujer que llevaba un palo de madera en su mano, entró al restaurante de comida rápida y exigió a Carlota Guzmán, veracruzana y madre de cuatro hijos, que le diera comida gratis.

La empleada se negó y la mujer trató de destruir la máquina de bebidas con el palo y con el mismo golpeó a Carlota en la cabeza y la hirió en la mano.

Carlota no pudo asistir a la fisioterapia recomendada por un médico ya que desconocía que la ley de compensación laboral podría proporcionarle un reemplazo de ingresos.

“A veces nos tratan con gritos y nos dicen “Oye, ¿Por qué no esperas a la hora de tu descanso para ir al baño?, o si hay algo sucio por un momento nos dicen: “Porque no limpias? ¿Acaso eres un marrano?”, declaroo Carlota, a La Opinión.

“Yo antes agachaba la cabeza, pero ya no más”, subrayó. “Nos tienen que tratar con respeto y justicia…antes nos intimidaban diciendo que todo lo que sucediera mal iba a tener consecuencias, pero ahora ya sabemos defendernos”.

Carlota, quien está enferma de diabetes y necesita mantenerse hidratada, narró que la mañana del 19 de julio llegó temprano a trabajar, desayunó y el sándwich que comió en McDonald’s le hizo mal al estómago.

A 20 minutos de haber comenzado su turno de trabajo, tuvo urgencia de ir al baño.

“No podía aguantarme”, dijo. “Fui solo un minuto”

A su regreso, la administradora -de nombre Yesenia- la increpó.

“Me empezó a gritar bien feo; le dije que realmente necesitaba ir al baño…pasaron 45 minutos y me dijo que me fuera a casa; expresó también que para la próxima vez le avisara con dos horas de anticipación si me iba a sentir mal”.

Por temor a represalias en su trabajo, Carlota dijo que sufrió siete infecciones urinarias por no usar el retrete cuando era necesario. Tenía miedo de ser reprendida.

McDonald’s, líder en asaltos en California

El reporte denominado “Golpeados, apuñalados, silenciados: violencia en California en la industria de comida rápida y lucha de los trabajadores por una voz”, de la organización Fight for $15, muestra que, entre 2017 y 2020, en la industria de comida rápida, específicamente en los restaurantes McDonald’s se registraron 5,677 incidentes de asalto y de ellos, 2, 938 ocurrieron en Los Ángeles.

En ese lapso hubo 643 llamadas al 911, tan solo en nueve ciudades, además de 1,106 incidentes de daños a la propiedad de los restaurantes McDonald’s, 6,344 casos de traspaso criminal, 23,722 casos de perturbación del orden; 57 casos de asalto sexual u otros crímenes de índole sexual; 2,582 robos y 3,328 amenazas.

Dean R. Sánchez, director ejecutivo de DRS Hospitality LLC., la compañía representante del McDonald’s ubicado en la calle Figueroa, no respondió para afirmar o negar los testimonios de las empleadas ni sobre la presunta violación de sus derechos laborales en su negocio.

Mientras, en la calle los trabajadores gritaban: ¡De norte a sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste!

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