Perdió sus bitcoins de 2013 y los recuperó gracias a un hacker: ahora es millonario

Un hombre alemán contactó a un reconocido hacker y, tras varias horas de arduo trabajo, recuperaron la contraseña para sacar sus bitcoins de la cartera virtual

Bitcoin recuperados

Un hacker, que ya ha ayudado a otras personas, recuperó los bitcoins de un hombre que ya es millonario. Crédito: Shutterstock

Desde que se dieron a conocer los bitcoins, muchos amantes de la tecnología compraron sus respectivas criptomonedas. Algunos lo hicieron por moda, otros de juego y, los más visionarios, como una verdadera inversión. Como fuera el caso, el aumento de valor en estos tokens criptográficos generaron que muchos se convirtieran en millonario. Lamentable era perder la contraseña de las carteras digitales. Esto le pasó a un hombre en 2013 que, tras varios años y la ayuda de un reconocido hacker, logró convertirse en millonario.

Michael, un alemán que compró bitcoins en 2013, se enfrentó a una situación desesperante, luego de que guardó sus criptomonedas en una cartera digital con una contraseña que después perdió. En aquel momento, utilizó Roboform, un generador de contraseñas, para obtener su propio password, mismo que guardo en un archivo de texto cifrado. Lamentablemente, el archivo se corrompió y perdió su contreseña para siempre. Y, con ello, sus bitcoins.

“En aquel momento pensé ‘ok, mierda, unos dos mil euros…’ bueno, te enfadas sin más”, comentó Michael, que usa un nombre ficticio para proteger su identidad, a un medio local.

Con los años, el precio de bitcoin empezó a subir. En 2024, su cartera tenía un valor de unos $3 millones de euros, alrededor $3.37 millones de dólares.

“Tengo esta fortuna, puedo verla, pero no puedo usarla porque no tengo la contraseña”, compartió. Eso era como ganar la lotería y perder el boleto.

Para recuperar su contraseña, recurrió a Joe Grand, un hacker conocido como Kingpin. En su canal de YouTube, Grand ya había compartido cómo recuperó otras contraseñas en procesos complejos.

En un principio, Grand se negó, porque comenta que “todas las combinaciones posibles son más de 100 billones de veces las gotas de agua en todo el mundo”. Puede ser una gota que cae del cielo, q. Ante esto, Michael consideró legar su cartera a su hijo, con la esperanza de que la tecnología más avanzada le ayudará a recuperar sus ganancias.

Dos de los éxitos más recientes de Grand fueron el motor de Michael para contactarlo. En algún momento, recuperó la billetera de un hombre que la lanzó a un lago; en otra situación, recuperó una contraseña cuando un joven que, en su lecho de muerte, le dijo a su hermano que creía que la clave tenía algo que ver con el nombre de su abuela.

“La única solución es reducir esa cantidad insuperable a algo con lo que podamos tener éxito”, explicó Grand a El País, cuando justificó por qué rechazó la petición de Michael al principio.

Tras la insistencia de Michael, Grand, con ayuda de Bruno, otro joven hacker especializado en software, descubrieron que la forma en la que cambiaron las distintas versiones de Roboform a lo largo de los años podía ayudarles a conseguir un nuevo éxito en su carrera.

Para la nueva versión de 2015, la empresa escribió esta novedad: “Aumenta la aleatoriedad de las contraseñas generadas”. Entonces, Grand se preguntó si en 2013, cuando Michael creó su contraseña, no eran realmente aleatorias. De ser así, se reducían las probabilidades en contra.

De esta manera, investigaron el código de Roboform para saber cómo generaba las contraseñas. Después de horas de trabajo para identificar el algoritmo, descubrieron que podrían crear un mismo password dos veces.

“Podíamos engañar al sistema y viajar de nuevo a 2013 para que generara las contraseñas en la ventana de tiempo en la que creíamos que Michael había generado su contraseña”, compartió Grand.

Reduciendo los factores, descubrieron que la generación de contraseñas de Roboform dependía del momento en que eran creadas. Entonces, Michael solo tenía que recordar el día aproximado del 2013 en el que creó su contraseña y los parámetros precios, como número de caracteres, minúsculas, mayúsculas y teclas especiales.

Con este descubrimiento, Grand y Bruno confirmaron que las personas que utilizaron Roboform eran potencialmente vulnerables a que les fueran robadas sus contraseñas. En el caso de Michael, les daba la oportunidad de recuperarla.

Para el otoño del 2023, Grand y Bruno llegaron hasta Barcelona, donde Michal pasaba unos días, para entregarle un cheque que decía “1.6 millones de dólares”, el valor de sus bitcoins en aquel entonces.

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