2 de cada 5 estadounidenses están en niveles máximos de estrés
El estrés afecta a estadounidenses con dolores de cabeza y fatiga 156 veces al año, según un estudio. 71% cree que reducir el estrés mejoraría su salud mental
Un reciente estudio ha revelado que los estadounidenses experimentan dolores de cabeza relacionados con el estrés unas 156 veces al año, lo que equivale a casi tres episodios semanales.
Esta información surge de una encuesta realizada a 2,000 adultos en Estados Unidos, cuyo propósito fue investigar cómo el estrés afecta sus vidas diarias. La investigación reveló también que la “niebla mental”, esa sensación de confusión o falta de claridad, es una molestia común que afecta a las personas con la misma frecuencia que los dolores de cabeza.
El estudio, llevado a cabo por Talker Research para la marca de bienestar Traditional Medicinals, arrojó datos que reflejan la creciente preocupación sobre los niveles de estrés en la vida diaria.
Un 41% de los encuestados afirmó estar viviendo su etapa más estresante del año, mientras que el 38% confesó que 2024 ha sido un año más estresante en comparación con 2023, aunque algo menos respecto a 2022 y años anteriores. Estos resultados resaltan la creciente percepción de que el estrés se ha convertido en una constante que no disminuye con el tiempo.
Entre los factores que contribuyen a estos elevados niveles de tensión se encuentran las finanzas personales, que inquietan al 35% de los encuestados, seguidas por la situación económica global, que preocupa al 28%, y la salud física, que genera ansiedad al 25%.
El estudio sugiere que solo un 30% de los encuestados tiene esperanza de que sus niveles de estrés disminuyan hacia finales de año, mientras que un inquietante 26% teme que estos niveles puedan aumentar aún más. A pesar de esta situación, un 45% de los encuestados reveló que nunca ha solicitado un día libre en el trabajo debido a problemas relacionados con el estrés o la salud mental.
Al observar cómo las personas reaccionan ante el estrés, los investigadores notaron que las consecuencias físicas y emocionales son evidentes. Un 42% de los encuestados identificó los problemas para dormir como uno de los primeros síntomas del estrés, mientras que el 37% mencionó la irritabilidad. Otros signos comunes incluyen fatiga (34%), dolores de cabeza (33%) y una sensación persistente de preocupación o paranoia (31%).
Frente a esta realidad, muchos estadounidenses buscan maneras de aliviar su estrés. Los métodos más comunes incluyen escuchar música, opción elegida por el 47% de los encuestados, ver series de televisión o películas favoritas, recurso al que acuden el 39%, y recurrir a la comida para sentirse mejor, algo que hace el 17%. Incluso, un 14% encuentra consuelo en una taza de té cuando la presión aumenta. Estos comportamientos revelan la necesidad de opciones prácticas y accesibles para combatir el estrés.
La encuesta también subraya que siete de cada diez personas creen que mejorarían su salud mental si pudieran reducir el estrés en sus vidas. A pesar de esta clara necesidad, una barrera significativa para muchos es la falta de tiempo o la dificultad para integrar rutinas de autocuidado en sus agendas diarias. Aproximadamente uno de cada siete estadounidenses enfrenta obstáculos para mantener prácticas de bienestar regulares, mientras que el 47% prefiere soluciones simples y rápidas.
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