El sabor de Puebla en South Gate
Lucía Ortega crea un espacio para mantener viva la cultura y el sabor de México
Durante un viaje a España cuando tenía 20 años, Lucía Ortega se enamoró de la cultura de cafés que existe en el país.
“En todas partes había un café y la gente se tomaba el tiempo para disfrutar de su café”, explicó Ortega. “Nadie tenía prisa solo te sentabas, hablabas con alguien y realmente tenías un diálogo con la gente”.
Ortega agregó que la experiencia le recordó a su cultura en la Sierra Norte de Puebla en México donde la invitación de un café a la casa de un familiar o amigo dura por lo menos media hora.
Ocho años después de su viaje a España, Ortega fundó su propio café llamado Sierra Mexican Café que se especializa en comida poblana y café de especialidad.
El local que está ubicado en South Gate acaba de cumplir un año de operación, pero Ortega dice que fue en julio cuando realmente empezó a tener éxito.
La emprendedora dice que el cambio que le ayudó a atraer clientes fue tener un enfoque en el café de especialidad.
La bebida más popular en el café es el latte de Galleta María que evoca recuerdos de tomar café con sus abuelas, según cuentan los clientes.
Otras bebidas incluyen el latte de mazapán, el latte de café de olla, agua de jamaica y agua de horchata que están hechas desde cero.
El café lleva la tradición de sus raíces y usa granos de la región de la Sierra Norte de Puebla.
En términos de comida, Sierra Mexican Café tiene un wrap de mole poblano que tiene pollo deshebrado en la tradicional salsa, arroz y queso fresco y también venden sándwiches como la torta de jamón, un sándwich de chipotle con pollo y un sándwich vegetariano que lleva pan de masa madre, pepinos, cebollas, tomates, ensalada de mezcla de primavera y aguacate.
Aunque este negocio es algo que Ortega siempre quiso tener, no es el único que mantiene.
Ortega también es dueña de otros negocios como Sierra Guisados donde vende tacos de guisados en el sur centro de Los Ángeles, tiene su marca personal donde comparte su vida como emprendedora y ofrece servicios de coaching personalizado para emprendedores, una empresa de alquiler de fiestas que acaba de vender y también acaba de sacar un libro de recetas de la Sierra Norte de Puebla.
La ahora empresaria dice que las diferentes fuentes de ingresos ayudaron bastante mientras su café encontraba su equilibrio.
Pero antes de tener éxito como emprendedora, Ortega fue maestra de ciencias de secundaria en el sur centro de Los Ángeles.
Durante un viaje a México para visitar a su abuelo que estaba enfermo Ortega explicó que tuvo que usar una tarjeta de crédito para poder verlo.
“Mientras estaba sentada con mi padre en el autobús, pensé que no podía no tener dinero. De hecho, tengo un muy buen trabajo, soy soltera y no tengo hijos”, dijo Ortega. “Y simplemente no sabía a dónde iba mi dinero así que ese fue el momento en el que me di cuenta de que necesitaba ganar más dinero y hacer un presupuesto”.
Después de ese viaje, Ortega regresó a Estados Unidos y compró un negocio de alquiler de fiestas y se sorprendió al hecho de que le encantaba ser emprendedora.
“Mi familia viene de una larga historia de emprendedores, pero los negocios me recordaban de todo el machismo que existía en mi familia porque normalmente el hombre empezaba y después las mujeres seguían”, explicó Ortega.
Con su primer negocio Ortega aprendió lo que es ser una emprendedora y empezó a pensar en crear algo que tuviera un legado.
La primera cosa que se le vino a la mente fue su madre que ha usado sus habilidades culinarias para vivir y apoyar a su familia.
Cuando era una niña de 10 años, Ortega se iba con su madre a vender elotes, flores u otras cosas, pero fue hasta hace poco tiempo que aprendió a cocinar.
“Aprendí a cocinar porque me di cuenta de que, si mi madre fallecía, nadie iba a tener esas recetas y ese legado moriría con ella”, dijo Ortega.
Después de 5 años como maestra decidió dejar su carrera y se enfocó totalmente en su negocio de tacos de guisados y ahora su café.
Ella dice que muchos padres inmigrantes solo quieren que sus hijos tengan estabilidad en sus trabajos, pero Ortega dice que su familia la ha apoyado desde el principio cuando decidió tomar el riesgo de su primer negocio.
“Si no hubiera tenido ese tipo de apoyo, creo que me habría quedado en la docencia”, dijo Ortega.
Como una emprendedora de primera generación tener un espacio comunitario donde la comunidad mexicana puede sentirse en casa es sumamente importante.
“Quiero crear un lugar donde la gente venga y recuerde su hogar cuando pruebe nuestras bebidas”, dijo Ortega.
Por ahora, Ortega está feliz del éxito que está comenzando a ver con su café, pero en el futuro tiene planes de invertir en un local más grande para poder mejor ejecutar su visión.