Universidad de California reveló cuánta agua consume ChatGPT al funcionar

Por cada 100 palabras redactadas la IA de de OpenAI utiliza una cantidad desproporcionada de energía para poder refrigerar

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ChatGPT consume una gigantesca cantidad de energía para poder mantener operativos sus servidores Crédito: Shutterstock

Un reciente estudio realizado por la Universidad de California ha puesto bajo la lupa el enorme consumo de recursos por parte de ChatGPT-4, una de las inteligencias artificiales más avanzadas del momento. Aunque muchos se centran en el consumo energético o el impacto en el hardware, el uso de agua por parte de los centros de datos también resulta significativo. Este hecho ha dado lugar a un debate cada vez más relevante sobre la sostenibilidad y los impactos ambientales de estas herramientas tecnológicas.

¿Cuánta agua se necesita para generar solo 100 palabras?

Según el estudio, para que ChatGPT-4 genere un texto de apenas 100 palabras, se necesitan aproximadamente tres botellas de agua. Este dato, aunque a primera vista pueda parecer trivial, cobra una importancia sustancial si se considera la escala de uso de la IA en todo el mundo. Para un usuario individual, escribir unas cuantas frases puede parecer un gasto marginal, pero si extrapolamos esta cifra a millones de usuarios que interactúan a diario con este tipo de tecnologías, la cantidad de agua se vuelve asombrosamente alta.

El consumo de agua se relaciona principalmente con los sistemas de refrigeración de los centros de datos, donde se alojan los servidores que permiten el funcionamiento de estos modelos de IA. Estos centros requieren grandes cantidades de energía para funcionar y evitar sobrecalentamientos. El uso de agua, ya sea para enfriar directamente o para generar electricidad en plantas termoeléctricas, es fundamental en este proceso.

Por qué se utiliza el agua como medida de referencia

Uno de los elementos más llamativos del estudio es el uso de las botellas de agua como medida de referencia. Aunque inicialmente pueda parecer una elección poco común, tiene una lógica poderosa detrás. El impacto del consumo de recursos como el agua y la energía es difícil de visualizar para la mayoría de las personas, ya que estos conceptos suelen expresarse en términos técnicos o en grandes unidades (como metros cúbicos o kilovatios-hora). 

Las botellas de agua, en cambio, son un objeto cotidiano que cualquier persona puede comprender fácilmente. Así, cuando se habla de “tres botellas de agua” por cada 100 palabras generadas, el impacto se vuelve mucho más tangible.

Este tipo de referencias también facilitan el diálogo en torno a la sostenibilidad y la eficiencia de la inteligencia artificial. En lugar de discutir en términos abstractos, los expertos pueden recurrir a comparaciones que hacen que la problemática sea más accesible para el público general.

El trasfondo del problema: ¿por qué tanta agua?

El enorme consumo de agua de ChatGPT-4 se debe, en gran parte, a la infraestructura que sostiene el procesamiento de datos masivos necesarios para entrenar y ejecutar estos modelos. Las inteligencias artificiales como GPT-4 requieren cantidades colosales de energía para procesar el volumen de datos con el que trabajan, lo que genera calor. Para evitar el sobrecalentamiento, los servidores en los centros de datos deben mantenerse a temperaturas adecuadas, y aquí es donde entra en juego el agua.

Los sistemas de enfriamiento de los centros de datos emplean agua para mantener las temperaturas bajo control, especialmente en aquellos que utilizan refrigeración por evaporación o sistemas híbridos. Este proceso, que puede parecer secundario, es en realidad uno de los grandes puntos críticos en el uso de energía por parte de los gigantes tecnológicos. Cuanto mayor es la demanda de procesamiento, mayor es la necesidad de refrigeración, y por lo tanto, mayor el consumo de agua.

En áreas donde el agua es un recurso escaso, este hecho podría generar tensiones adicionales. Los centros de datos están localizados estratégicamente en regiones donde la energía es más barata o el clima permite reducir costos de enfriamiento, pero eso no quita que el impacto ambiental sea motivo de creciente preocupación.

El consumo de agua por parte de tecnologías como ChatGPT-4 plantea preguntas importantes sobre la sostenibilidad de la inteligencia artificial a gran escala. Mientras el mundo tecnológico avanza a pasos agigantados, también debe enfrentarse al reto de minimizar su impacto ambiental, especialmente en lo que respecta al uso de recursos esenciales como el agua.

Este estudio refuerza la necesidad de continuar explorando tecnologías más eficientes y sostenibles que permitan equilibrar el progreso tecnológico con la preservación del medio ambiente.

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