Revelan más fallas del Servicio Secreto en el atentado que sufrió Donald Trump
Surge más información sobre el deficiente trabajo del Servicio Secreto en el día en que Donald Trump pudo haber perdido la vida en Pensilvania
Durante la primera audiencia pública de un grupo de trabajo bipartidista de la Cámara de Representantes encargado de investigar el intento de asesinato en contra del expresidente Donald Trump, en Butler, Pensilvania, el testimonio de algunos oficiales de la policía local sacó a flote las fallas en que incurrió el Servicio secreto al no anticiparse y evitar el incidente.
El 13 de julio, durante un mitin de campaña encabezado por Donald Trump, desde el techo de un edificio, Thomas Mattew Crooks, estudiante de 20 años, detonó en ocho ocasiones un rifle de largo alcance tratando de quitarle la vida al magnate neoyorquino, quien únicamente alcanzó a ser rosado por una bala, haciéndolo tambalear y llenando parte de su rostro de sangre.
Como daño colateral, otra persona también resultó herida, pero lo más lamentable fue que un segundo civil perdió la vida debido a un disparo.
Ante la gravedad de los acontecimientos, inicialmente el Servicio Secreto culpó a las fuerzas de seguridad locales por la catástrofe en Butler, pero conforme se ha investigado, la agencia federal terminó por reconocer su error de planificación y coordinación entre sus agentes.
Un informe presentado por el Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado determinó que todo pudo haberse previsto y evitado con un adecuado trabajo de planeación y comunicación.
Testimonios clave
Escuchar las declaraciones de un agente de policía, un patrullero y un sargento, así como un agente de la policía estatal de Pensilvania y un médico forense, resultó determinante para entender que prevaleció una comunicación inadecuada pues varios grupos diferentes de oficiales contaban con radios cuya frecuencia estaba fuera del canal del Servicio Secreto.
Asimismo, minutos previos a que Thomas Matthew Crooks comenzara disparar hacia la zona donde se encontraba Donald Trump, las llamadas con referencia a un hombre ubicado en un tejado se enviaron a distintos canales, todos configurados para pasar por dos puestos de comunicación diferentes y nunca llegaron a los agentes del Servicio Secreto que estaban a cargo de Trump.
También se mencionó que los sistemas de los teléfonos móviles establecidos a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, funcionaban adecuadamente, pero la red para los teléfonos convencionales era muy irregular en el sitio del mitin.
Por ello, cuando los oficiales locales intentaron compartir las primeras imágenes del sospechoso que portaba un rifle en un techo, simplemente no pusieron hacerlo.
Otro punto controversial que surgió de los testimonios fue la falta de reuniones entre los oficiales locales y el personal del Servicio Secreto.
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