El Cártel de Sinaloa reclutó bajo engaños a habitantes de Alaska para dominar esa región

El Cártel de Sinaloa tiene presencia en prácticamente todo el continente americano, incluyendo regiones tan lejanas como Alaska, en donde la organización criminal se valió de una peculiar práctica para controlar el extremo norte.

Y es que, para invadir las nevadas calles de ese lugar con narcóticos como heroína y metanfetamina, el cártel requería de vendedores de droga locales, por lo que ejecutó un reclutamiento basado en las redes sociales.

De acuerdo con documentos judiciales obtenidos por el diario Milenio, dos miembros de la organización criminal identificados únicamente como Omar o Alejandro, contactaban a personas con residencia en Alaska y se hacían sus amigos.

Una vez que obtenían su confianza, les ofrecían un viaje todo pagado a México, lo cual era verdad, aunque no precisamente para conocer el país en un recorrido turístico.

Según el medio citado, cuando llegaban a destinos de playa como Puerto Peñasco, en Sonora, les revelaban la verdad: el Cártel de Sinaloa estaba reclutando a vendedores locales de droga y mulas con la intención de extender sus negocios a aquel lejano lugar adonde no había podido entrar.

Las amenazas

En caso de que se rehusaran procedían a las amenazas tanto para ellos como para sus familias, lo cual quedó al descubierto tras una incautación de droga ocurrida en 2016.

En esa ocasión, un cargamento de metanfetamina fue descubierto por la Guardia Costera de Estados Unidos y la Policía Estatal de Alaska en el ferry de Ketchikan, una popular ruta de cruceros. 

Tras las primeras investigaciones, se determinó que los familiares de los trabajadores del ferry recibían amenazas a través de mensajes de texto y llamadas telefónicas desde México.

En los documentos judiciales se identificó a Miguel Báez Guevara, un miembro del Cártel de Sinaloa, como el operador de la organización en Alaska. Acusado en 2014 en Arizona por tráfico de drogas, pagó una fianza de 50,000 dólares y huyó hacia México.

Desde entonces comenzó a planear su invasión en Alaska, y para ello se hacía pasar como Alejandro en las redes sociales.

“Sinaloa nunca olvida”

Las autoridades encontraron mensajes que describen el modo de operar de Báez Guevara para aterrorizar a los habitantes.

“Necesito que tu tío me pague. Si no vamos a empezar a quemar sus casas, las de los integrantes de sus familias uno por uno. Nosotros podemos evitar si tan solo hicieran buenos negocios… pero eso ya pasó”, señala uno de los mensajes.

“Voy asegurarme que esta sea tu última sonrisa! Sinaloa va hacerte pagar de una u otra manera. Solo recuerda, Sinaloa nunca olvida”, se lee en otro.

Todo esto se descubrió entre junio y julio del 2017, cuando cinco mujeres residentes de Alaska fueron detenidas por las autoridades con heroína y metanfetamina en Arizona.

Esos arrestos encendieron las alarmas de las autoridades, ya que no es común que residentes de este lugar sean detenidos traficando drogas tan lejos de casa.

Todas llevaban boletos de avión de regreso a Alaska, y revelaron que quien les había comprado los boletos era la organización de Báez Guevara. La investigación reveló que las mujeres fueron reclutadas con el método descrito, a través de Facebook, y que se comunicaban con Báez vía aplicaciones de mensajería encriptadas.

Las mujeres revelaron que fueron llevadas desde Alaska a Puerto Peñasco, Sonora, de ahí escoltadas a un hotel donde permanecieron bajo supervisión durante varios días. Luego se les dieron instrucciones sobre cómo traficar las drogas a través de la frontera y de regreso a Alaska.

De acuerdo con Milenio, Báez continuó reclutando gente hasta 2021, hasta que la Policía Federal pudo identificar su ubicación en México. Las autoridades lo arrestaron en Sonora, desde donde comenzaba la intimidación contra sus víctimas.

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