Buscan a los asesinos de guardia de seguridad en dispensario de marihuana
Sospechosos intentaron robar el negocio en la madrugada del lunes en el Este de LA
A casi 10 horas del asesinato de un guardia de seguridad de un dispensario de marihuana en este Este de Los Ángeles, especialistas del servicio médico forense y detectives del Departamento del Alguacil del condado de Los Ángeles (LASD) acudieron a la escena del crimen para el levantamiento del cuerpo.
Frente al 6170 del bulevar Whittier y debajo de unos árboles, decenas de familiares y amigos del guardia de seguridad se congregaron para intentar entender lo sucedido justo antes de las 2:00 a.m. del lunes.
Al ver pasar frente a ellos la camioneta donde depositaron el cuerpo del occiso, se oyeron lamentos de dolor de la madre del guardia, quien no ha sido identificado por las autoridades.
“Pedimos la ayuda de la comunidad para identificar a la víctima y a los sospechosos”, dijo a La Opinión el teniente de homicidios del Departamento del Alguacil, Daniel Vizcarra, quien lidera la investigación.
Vizcarra expresó que no han dado a conocer si hubo robo en el dispensario de marihuana, ni tampoco han identificado a los sospechosos que irrumpieron de madrugada en el establecimiento.
“Son varones”, se limitó a decir el teniente Vizcarra.
Tampoco quiso decir si los sospechosos eran hispanos o afroamericanos.
Cuando llegaron los agentes del alguacil al lugar, encontraron al que se cree era el guardia, tirado en el piso con heridas de bala. La víctima murió en el lugar del homicidio.
Durante el presunto robo, había otro empleado presente en el dispensario de marihuana, pero él no resultó herido.
El negocio está abierto las 24 horas del día, los siete días de la semana y las autoridades han señalado que los sospechosos huyeron en una camioneta de color oscuro.
Asimismo, otro dispensario de marihuana en la ciudad de Whittier fue robado media hora antes del incidente en el Este de Los Ángeles.
El teniente Vizcarra no quiso especular si ambos casos estaban relacionados.
Área de peligro en el este de Los Ángeles
“Yo vine a comprar mi motita [marihuana] a la medianoche”, dijo César Quiñonez, un guardia de seguridad. “La compro para relajarme desde que mataron a mi hijo”.
César, de 56 años, pasó varias horas dentro de su vehículo, observando el movimiento de detectives y agentes del alguacil en el interior del dispensario de marihuana del bulevar Whittier.
“¿Qué paso ahí? ¿Cómo llegaron los asesinos hasta el guardia?” , se preguntó a sí mismo. “Debieron haber platicado con él antes de entrar para ganarse su confianza, porque adentro tienen muchas cámaras”.
Quiñonez manifestó a La Opinión que la revisión de las cámaras de seguridad será vital para lograr la identificación de la víctima y de los asesinos del guardia.
Gabriela Sánchez, también guardia de seguridad en el área donde ocurrió el asesinato, declaró que el área geográfica del bulevar Whittier es conocida “por ser complicada y peligrosa”, debido a que hay varios dispensarios de marihuana.
En efecto, a menos de 100 metros de donde ocurrió la tragedia hay otro dispensario de cannabis en la esquina del bulevar Whittier y Westside Drive.
“En mi trabajo, muchos vagos han querido meterse”, dijo la mujer originaria de Tijuana, Baja California. “Un día, uno de ellos se metió a mi carro y ya se lo iba a llevar”.
La señora Sánchez, quien se ha desempeñado como guardia de seguridad por 16 años, informó que, aquel maleante la amenazó que regresaría a lastimarla.
“Me dijo que vendría al rato y que me iba a meter un balazo”, comentó. “La gente que pasa por aquí es muy problemática, pero el de arriba, Dios me protege todos los días”.
Ella comentó que la zona aledaña al dispensario de marihuana donde ocurrió el asesinato del guardia de seguridad, al menos tres veces por mes era asaltado.
“En ese lugar [6170 de Whittier Boulevard, en el Este de Los Ángeles] seguido pasan incidentes”, dijo Gabriela Sánchez. “Una vez una persona mantuvo a alguien como rehén y todo el santo día estuvo batallando la policía para atraparlo. Esos lugares [dispensarios de marihuana] solamente atraen delincuencia y problemas”.
Vecinos y clientes temen por su seguridad
Ante la imposibilidad de entrar al dispensario de marihuana, una cliente afroamericana del negocio de venta de marihuana detuvo su auto en la intersección de Westside Drive y el bulevar Whittier.
“Vine a comprar marihuana; lo hago desde hace tres años que falleció mi madre”, comentó la mujer que no se identificó. “Pero, me encuentro con la sorpresa de que el área está acordonada. Es aterrador lo que me dicen que sucedió”.
Al otro lado de la acera, en la esquina de Brady Avenue y Whittier Boulevard, un grupo de vecinos comentaba el asesinato del guardia de seguridad, a quien no conocieron.
“La verdad, aquí estaba tranquilo”, expresó la señora María Zarate, originaria de la Ciudad de México “Pero con esto que pasó, la cosa se va a poner negra. Hasta da miedo. ¿Con qué seguridad vamos a salir a la calle?”.
Oscar Díaz, un vecino del área, oriundo de Buenos Aires, Argentina, se quejó del grafito en las paredes del área aledañas al lugar del crimen.
“Pintan y rayan…pintan y rayan…Eso no se acaba, dijo. el hombre, trabajador de la construcción, quien consideró que en el negocio de la venta de cannabis se mueve mucho dinero, y, quizás esa fue una de las razones del ataque.
Más violencia en otros dispensarios de marihuana
Apenas el 25 de septiembre, dos hombres de Inland Empire fueron acusados de presunto robo a un dispensario de marihuana en el que uno de ellos presionó el cañón de un arma de fuego contra la cabeza de una víctima
Estos hechos ocurrieron en San Bernardino, donde Tyrie Ravon Contreras, de 32 años, residente de Barstow, y Kenyon Lamonte Watson, de 19 años, vecino de Perris, fueron acusados de un cargo de conspiración según la Ley Hobbs y un cargo de uso de arma de fuego. en cumplimiento de un delito de violencia. Contreras también está acusado de un cargo de delincuente en posesión de un arma de fuego.
“Debemos enviar un mensaje de tolerancia cero hacia los delitos violentos con armas de fuego”, dijo el fiscal federal Martín Estrada. “Según la ley federal, tenemos herramientas poderosas para responsabilizar a quienes usan armas de fuego para robar negocios. Mi oficina continuará trabajando con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley para llevar a los delincuentes armados ante la justicia”.
Según la acusación formal, el 9 de agosto, tres sospechosos enmascarados robaron un dispensario de marihuana en San Bernardino.
Contreras y un cómplice, -ambos armados- ingresaron a la sala de exposición principal de la tienda y ordenaron a tres empleados detrás del mostrador que se tiraran al suelo.
Luego, Contreras trepó a una vitrina de vidrio y presionó con el cañón de su pistola la cabeza de una de las empleadas, quien en ese momento yacía en el suelo boca abajo.
Mientras estaban dentro de la tienda, Contreras, Watson y un cómplice robaron cannabis, productos de marihuana y aproximadamente $500 en efectivo.
Posteriormente, los ladrones huyeron del dispensario y cargaron la mercancía robada en el asiento trasero del sedán deportivo BMW blanco de Kenyon Lamonte Watson.
Dos semanas después, la policía arrestó a Tyrie Ravon Contreras luego de un robo con allanamiento de morada y una larga persecución de vehículos, que terminó cuando chocó el vehículo robado de la víctima, según documentos judiciales.
El sujeto huyó a pie y arrojó una mochila antes de ser detenido. La policía encontró un arma de fuego calibre .40 en su mochila. Tanto el arma de fuego como la mochila coincidían con las que aparecen en el video de vigilancia en posesión de Contreras durante el robo al dispensario del 9 de agosto, al igual que los pantalones que usó durante el robo. Contreras está bajo custodia estatal.
Al detenido no se le permite legalmente poseer un arma de fuego porque su historial criminal incluye varias condenas por delitos graves, incluida una en el Tribunal Superior del Condado de San Bernardino en junio de 2018 por robo en segundo grado.
Watson, entretanto, fue arrestado el 12 de septiembre y se ordenó su encarcelamiento sin derecho a fianza. La lectura de cargos de Watson está programada para el 1 de octubre en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Riverside.