Claves del debate vicepresidencial entre Vance y Walz
Tim Walz y J.D. Vance hicieron algo inesperado en un ambiente político extremo cuando coincidieron en varios momentos del debate
El debate vicepresidencial entre el senador republicano de Ohio J. D. Vance y el gobernador demócrata de Minnesota Tim Walz fue algo que es raro en la política estadounidense: normal. Debatieron, o sea, expusieron puntos de vista opuestos y los discutieron.
Los dos compañeros de fórmula se mostraron cordiales entre sí, centrando sus ataques en las posiciones principales de las candidaturas opuestas y en las diferencias políticas.
Vance criticó repetidamente a la vicepresidenta Kamala Harris por la seguridad fronteriza y la inmigración, mientras que Walz arremetió contra el expresidente Donald Trump por el derecho al aborto.
Vance es el rostro más joven y la voz más educada de la fórmula republicana. A diferencia de Trump, pronunció correctamente el nombre de pila de Harris. Se refirió a su oponente por su título y también dejó pasar oportunidades de litigar los detalles de la propia biografía de Walz.
Walz se acomodó después de un comienzo nervioso. Describió a Trump como un mentiroso que ignora a los expertos y rechaza las verdades que considera desfavorables.
Un momento para recordar: cuando Walz dice que Vance, en sus propias palabras, solo le sería leal a alguien como vicepresidente: Trump.
El debate se centró casi por completo en cuestiones internas
Los candidatos a vicepresidente comenzaron el debate hablando del papel de Estados Unidos en las crisis de Oriente Medio y de cómo el país debería abordar cuestiones como la inmigración, la inflación y el derecho al aborto. También explicaron cómo intentarían reducir los precios de la vivienda y la violencia con armas de fuego en las escuelas si fueran elegidos.
De hecho, Vance, el republicano, y Walz, el demócrata, coincidieron en varios momentos del debate, en particular cuando hablaron de la necesidad de hacer que el cuidado infantil sea más accesible para las familias de costa a costa.
La inmigración fue uno de los primeros puntos conflictivos. Vance esquivó notablemente una pregunta sobre si un segundo gobierno de Trump deportaría a inmigrantes indocumentados que tengan hijos que sean ciudadanos estadounidenses, separando a las familias. Como presidente, Trump, que ha prometido “deportaciones masivas” en un segundo mandato, separó a los padres que habían cruzado la frontera ilegalmente de sus hijos, lo que generó una condena generalizada.
Choque sobre el derecho al aborto. Walz demostró por qué los demócratas creen que es su mejor tema, hablando extensamente sobre las mujeres en Texas, Kentucky y Georgia que se han visto en situaciones insoportables al lidiar con las restrictivas leyes sobre el aborto en esos estados. “Se trata de atención médica”, dijo. Vance, quien es extremadamente conservador en el tema, dijo que quería políticas que “faciliten a las mamás el poder permitirse tener bebés”.
Pero su mayor desacuerdo se produjo cuando se les preguntó sobre la democracia y el mortal motín del Capitolio del 6 de enero de 2021.
Walz encontró su equilibrio al final, cuando el debate giró en torno a la cuestión de la negativa del expresidente Donald J. Trump a aceptar los resultados de las elecciones de 2020. Cuando le preguntó directamente a Vance si Trump había perdido en 2020, el republicano dijo que estaba “centrado en el futuro”, y Walz lo calificó de “una no-repuesta”. Fue quizás el intercambio más intenso de la noche.
En su declaración final, Vance culpó a Harris por el aumento de los costos, la delincuencia y el tráfico de drogas. Luego volvió a atacar a la vicepresidenta por no implementar los cambios de política que está promoviendo ahora. “Sus políticas han empeorado estos problemas”, acusó.
Walz terminó refiriéndose a la “política de la alegría” y cerró hablando de la amplia coalición de la vicepresidenta Kamala Harris, que ha agrupado desde el senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, hasta el exvicepresidente republicano Dick Cheney y la estrella del pop Taylor Swift.
“No todos están de acuerdo en todo, pero son personas verdaderamente optimistas”, dijo. Harris “nos está trayendo una política de alegría. Está trayendo soluciones reales a la clase media y está poniendo al ciudadano en el centro de esa cuestión”.
Antes de este debate, las encuestas mostraban que los votantes tenían una opinión más favorable de Walz que de Vance.
No se conoce aún si Vance suavizó su imagen ante los votantes esta noche, aunque, en cualquier caso, los estadounidenses no suelen votar en función de los candidatos a vicepresidente.
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