Proyecto 2025: La amenaza que los votantes latinos no debemos ignorar

Uno de los ataques más flagrantes contra la comunidad latina en el Proyecto 2025 es su propuesta de socavar el derecho al voto y la representación política

El Proyecto 2025 dejaría a los latinos sin protección del gobierno federal.

El Proyecto 2025 dejaría a los latinos sin protección del gobierno federal. Crédito: AP

¿Cómo sería una segunda administración de Trump para los latinos? La respuesta está en el Proyecto 2025, una agenda republicana extrema y sin precedentes que alteraría fundamentalmente el tejido de nuestro país. El plan, redactado por 140 asesores y personal cercanos a Donald Trump y su campaña, despojaría a millones de estadounidenses de sus derechos. Los latinos sufrirían desproporcionadamente bajo esta agenda.

Uno de los ataques más flagrantes contra la comunidad latina en el Proyecto 2025 es su propuesta de socavar el derecho al voto y la representación política. El Proyecto 2025 recomienda desmantelar la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés), la cual defiende a las minorías raciales de violaciones de derechos civiles y electorales bajo la Ley de Derechos de Votación. Este cambio abriría las puertas para que actores malintencionados discriminen contra los votantes latinos en las urnas. Los latinos ya tenemos mayor probabilidad que nuestros pares blancos a enfrentarnos al cierre de centros de votación en nuestros vecindarios, al rechazo de nuestras solicitudes de voto por correo y a la manipulación de los distritos electorales, conocido como gerrymandering, para diluir el poder de nuestro voto. Estas prácticas discriminatorias explican la brecha entre la población latina y el poder político que ejercemos. El Proyecto 2025 dejaría a los latinos sin protección del gobierno federal.

En cambio, el Proyecto 2025 ordenaría a la División Criminal del DOJ que investigue el “fraude en el registro de votantes y la corrección ilegal de boletas electorales”. El historial de Trump está lleno de afirmaciones infundadas de que los inmigrantes influyeron en las elecciones de 2016 y de que personas que “no parecían” elegibles se les permitió votar. El mito del fraude electoral generalizado ha sido ampliamente desacreditado, pero eso no impedirá que Trump y al Proyecto 2025 utilicen al DOJ para intimidar y potencialmente enjuiciar a latinos y otros votantes minoritarios que buscan participar en el proceso político.

El enfoque extremo del Proyecto 2025 hacia la inmigración amenaza con separar a las familias y comunidades latinas. Propone desplegar agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en nuestras ciudades para llevar a cabo redadas y deportar a los indocumentados. También propone terminar con el programa DACA, lo que pondría en riesgo de deportación a 500,000 soñadores, y derogar el Estatus de Protección Temporal (conocido como TPS), desplazando a familias que han vivido aquí durante décadas.

Su propuesta de prohibir a los ciudadanos estadounidenses residir en viviendas públicas federales si viven con alguien que no es ciudadano o residente legal perjudica desproporcionadamente a las familias latinas, quienes tienen mayor probabilidad de vivir en hogares con estatus migratorio mixto. Busca agregar una pregunta sobre ciudadanía al censo de 2030, una medida que reduciría el financiamiento para servicios cruciales como la educación, atención médica e infraestructura en los vecindarios latinos. Además, llevaría a una pérdida de representación política, lo que marginaría aún más las voces latinas en la política.

Todos estos planes están diseñados para causar miedo e incertidumbre en las comunidades latinas, forzar a las familias a vivir en las sombras y disuadirlas de acceder a servicios esenciales o participar en el proceso político.

Las latinas serían particularmente vulnerables a las políticas retrógradas que atacan los derechos reproductivos y la atención médica bajo el Proyecto 2025. Como una población más joven, las latinas tenemos mayor probabilidad de estar en edad reproductiva que nuestras contrapartes blancas y experimentamos tasas más altas de embarazos no deseados. A pesar de que los latinos representan solo el 19.5% de la población de EE. UU., las latinas constituyen el 25% de las pacientes que reciben abortos.

El Proyecto 2025 revocaría la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para los medicamentos para el aborto, permitiría que los empleadores nieguen la cobertura para el cuidado del aborto y el acceso a anticonceptivos, y restringiría el aborto a nivel nacional. Quizás lo más espeluznante, permitiría que el gobierno monitoree los embarazos y abortos espontáneos de las mujeres para potencialmente enjuiciarlas por buscar atención reproductiva. Con casi la mitad de las latinas de edad reproductiva viviendo en estados que restringen el aborto, estas medidas nos pondrían en gran riesgo.

El Proyecto 2025 representa un esfuerzo de la derecha por revertir nuestro poder político y derechos fundamentales. Las comunidades latinas, que ya de por sí enfrentan grandes desafíos, son las que más perderían bajo una segunda presidencia de Trump. Debemos permanecer unidos contra cualquier intento de arrebatar los logros que hemos conseguido como comunidad.

La única manera de detener el Proyecto 2025 con certeza es venciendo a Donald Trump y eligiendo a la vicepresidenta Kamala Harris este noviembre. Por el bien de nuestras comunidades latinas, debemos votar. Al unirnos y hacer escuchar nuestras voces, podemos defender nuestros derechos, asegurar nuestra representación y construir un futuro más justo y equitativo para todos.

(*) Por Mónica Escobedo, directora de comunicaciones de Stand Up America.

Los textos publicados en esta sección son responsabilidad única de los autores, por lo que La Opinión no asume responsabilidad sobre los mismos.

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