El Mural de Gabrielito, recordatorio para no tolerar abuso a menores
El muralista Juan Pablo Reyes, "J Murals" habla con La Opinión sobre este proyecto inaugurado a principios de octubre
A principios del mes de octubre fue inaugurado en el barrio de Pacoima de la ciudad de Los Ángeles, el mural “No estás solo” para honrar la memoria de Gabriel “Gabrielito” Fernández, el niño de ocho años asesinado en 2013.
La Opinión platicó con el creador del mural, Juan Pablo Reyes “JP Murals”, un joven artista nacido en León, Guanajuato, México, quien a los siete años emigró a Los Ángeles junto a sus padres.
“Este proyecto de crear un mural para honrar la memoria de Gabrielito vino de su familia, de sus primas Olivia Rubio y Amalia Carranza; y se hizo en Pacoima porque el niño vivió aquí hasta los seis años, luego se lo llevaron a Palmdale donde estuvo hasta los 8 años”.
El 24 de mayo de 2013, Gabriel Fernández, un niño de ocho años que residía en Palmdale, California, murió debido a una paliza propinada por su madre, Pearl Fernández, y su novio, Isauro Aguirre. La policía reportó que Gabrielito había sido abusado y torturado durante meses.
Durante los ocho meses que Fernández estuvo con su madre y Aguirre, varias personas denunciaron señales de abuso a los trabajadores sociales del Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles y al Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles.
Sin embargo, a Gabrielito nunca lo sacaron de la casa que compartía con su madre y padrastro.
Juan Pablo relata que se enteró de la historia de Gabrielito cuando vio el documental The Trials of Gabriel Fernández en Netflix.
“Me llegó mucho porque uno no se pueden imaginar lo que pequeño tuvo que pasar. Después hubo una colecta en el Parque El Cariso en Sylmar a la que fui a mostrar mi apoyo y solidaridad”.
Dice que ahí se presentó con la familia, les dijo que era un artista y se puso a sus órdenes.
“Eventualmente la familia me buscó, nos sentamos, fuimos a comer y nos conocimos más a profundidad”.
Fue hace tres años, el 1 de junio, el día de su cumpleaños, que la familia de Gabrielito lo llamó y le pidió hacer un retrato del niño para honrarlo.
“A partir de ahí, empezamos a trabajar. Nos tomó tres años y medio hacer el milagro realidad, porque había muchos elementos involucrados desde encontrar la pared perfecta hasta diseñarlo”.
El mural fue pintado al lado del salón Lidia en la esquina de la avenida Ralston y el bulevar Van Nuys en Pacoima.
“Estamos súper agradecidos con la propietaria de la pared, porque el lugar quedó perfecto”.
Al muralista le llevo 17 días pintar el mural.
“Yo quería representar los ocho años que Gabriel estuvo en la tierra con ocho palomas, y puse un listón azul que representa la infancia y el número 28 de su salón de clases. Su familia hizo algunas sugerencias, y lo diseñamos juntos”.
Dice que el mensaje que quiere dar a la gente que pase por el mural de Gabrielito es que no nos podemos quedar de brazos cruzados ante el abuso infantil.
“Quiero decirles a los niños que están en las sombras y no tienen los recursos para hablar, que no están solos. Así que si ven algo, digan algo”.
Enfatiza que la trágica historia de Gabrielito le afectó mucho por tiene una hermanita y un hermanito.
“Estoy satisfecho con el trabajo hecho con el mural. Primero como ser humano, segundo como artista, y tercero como miembro de la comunidad.
“El abuso a los niños es algo que no podemos tolerar. Como comunidad debemos proteger a los menores, a los ancianos y las personas que son vulnerables y no tienen el poder para defenderse. Tenemos que hablar y denunciar”.
Juan Pablo de 30 años, dice que desde niño siempre le gustó pintar al igual que su madre.
“Tomé la pintura muy en serio y mucha pasión porque mi madre no tuvo los recursos para seguir, y ella me dice que estoy viviendo su sueño”.
Relata que comenzó haciendo graffiti pero a sus padres no les gustaba porque se metía en problemas. “Terminé ganándome una beca artística que pude tomar por varios semestres y luego me inscribí en Valley College para estudiar arquitectura, pero no concluí porque los murales me estaban haciendo viajar y yo quería ser un artista de tiempo completo”.
El talentoso artista dice que en diez años, ha pintado más de 100 murales no solo en Pacoima sino en Los Ángeles, Las Vegas y muchos otros lugares.
También en ocasiones trabajó con su padre, quien se dedica a la instalación de pisos de madera.
“Me gustaría tener mi propio museo de arte para invitar a otros artistas a mostrar ahí sus trabajos”.
Actualmente cada lunes de 6 a 7:30 pm, da clases gratis de pintura a los niños en el Ayuntamiento (City Hall) de Pacoima.
“Es una forma de devolverle a mi comunidad, y me gusta ayudar”, dice.
Y terminó diciendo que todo lo que es, se lo debe a sus padres, Fernando Reyes y Silvia Rodríguez, y sus tres hermanos.