La mentira, una herramienta interminable de la oposición en México

Algunos miembros del PRIAN insisten que ahora sí, el país se convertirá en Venezuela

Cámara de Diputados en México.

Cámara de Diputados en México. Crédito: Agencia Reforma

Por décadas, los medios de comunicación, la comentocracia y el partido en el poder, primero el PRI y luego el PAN, manipularon a los mexicanos, y aunque no siempre lo lograron, si lograron someterlo.

Es más, me atrevo a decir que desde las elecciones de 1988 donde le hicieron fraude a Cuauhtémoc Cárdenas (del PRD, en ese tiempo partido de izquierda) para que Salinas de Gortari (PRI) se convirtiera en presidente, no lograron manipular al pueblo de México.

Lo que si lograron, fue desactivar a millones de personas que optaron por la apatía en la política. En ese momento entendieron que, por la vía democrática un candidato progresista nunca ganaría las elecciones.

Los activistas más valientes siguieron luchando, pero muchos terminaron asesinados o desaparecidos, alrededor de 600 y en su mayoría del PRD. Con eso se sembró el terror entre los luchadores sociales más férreos, no obstante, no todos fueron derrotados, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue uno de ellos.

Recordemos que la etapa del neoliberalismo (1982 a 2018) tenía el poder económico, mediático, religioso, judicial y político; y por si fuera poco, a inicios de este siglo, terminaron de construir un gobierno alterno con poderes autónomos para blindar todos sus actos a favor del corporativo.

Si, era importante asegurar que todos los cambios a la Constitución que hicieron (alrededor de 500) durante la etapa del neoliberalismo a favor del corporativo nacional y extranjero se mantuvieran intactos.

Y en gran medida lo lograron, así que se esperaba que aunque llegara AMLO a la presidencia, no habría mayores problemas, y ante la imposibilidad de poder hacer verdaderos cambios, ellos podrían regresar en el 2024. No obstante, el pueblo decidió otra cosa.

De entrada, no podemos negar que la participación masiva de la gente en las elecciones de 2018 fue determinante para la llegada de AMLO al poder, pero creo que sin el involucramiento para realizar un fraude del expresidente Enrique Peña Nieto, posiblemente las cosas hubieran tenido otro final, pero eso ya es mera especulación.

Lo cierto es que una vez ganada la presidencia por AMLO, el poder judicial bloqueó leyes aprobadas por el legislativo y ejecutivo, la iglesia también trató de influir miedo en la población, los amparos y demandas de las asociaciones civiles se multiplicaron en miles, y si no era suficiente, el poder judicial tenía listo su veto de inconstitucionalidad para cualquier reforma que llegara a sus manos.

Claro, todo esto fue promovido y respaldado por los medios de comunicación corporativos y sus comentócratas que desde el 1988 iniciaron campañas contra Obrador: “AMLO es un peligro para México”, “Si gana AMLO nos convertiremos en Venezuela o Cuba”, “el dólar llegaría a 40 pesos”, “las inversiones extranjeras dejarían México” y que hasta “las iglesias chontales y católicas serían cerradas”.

De ese tamaño eran las mentiras de los medios masivos y la ahora oposición (PRI y PAN: PRIAN), que para su sorpresa, al término de la presidencia de AMLO,  México escaló dos escalafones en el orden mundial económico, no hubo devaluación ante el dólar, más de 9 millones de mexicanos salieron de la pobreza y hubo construcción de infraestructura como nunca antes; además, los mexicanos han recibido un fuerte apoyo del gobierno en programas sociales, el sueldo mínimo se fue de $87 pesos a $240, y todo eso ha permitido una economía fuerte, menos desigual y donde todos ganan, incluyendo las grandes corporaciones.

Lo triste de todo esto, es que a pesar de saber que, todo lo que decían los medios de comunicación, la comentocracia y el PRIAN era mentira, hay gente que los sigue apoyando.

Y con todo respeto, pero esta generación del PRIAN y el partido de Movimiento Ciudadano (MC) han probado una y otra vez que solo quieren el poder para beneficiarse ellos mismos y al corporativo nacional y extranjero.

Estos partidos con innumerables ejemplos han probado que no les importa la soberanía de la nación y prefieren que dependamos de corporaciones extranjeras en temas como la energía eléctrica, el petróleo y los alimentos entre muchas otras industrias.

Obviamente, los resultados en las elecciones del 2 de junio son más que evidentes de que cada vez menos gente les cree, pero todavía hay 16 millones que votaron por Xóchitl Gálvez, la candidata del PRIAN. Y eso preocupa.

No porque se piense que van a regresar al poder, que esperamos que no, sino porque se ha probado, una y otra vez, lo nocivo que son el PRIAN y MC para los mexicanos y para México.

Desafortunadamente, un pequeño grupo del poder económico con mucho dinero y los medios de comunicación en su bolsa siguen desbordados en las mentiras y el odio contra Morena, la Cuarta Transformación (4T) y sus candidatos. La realidad es que ellos lo que quieren es llegar al poder para controlar el presupuesto y seguir robando.

Lo malo es que estos grupos tienen bastantes recursos y muy probablemente van a seguir mintiendo una y otra vez durante la presidencia de la doctora Claudia Sheinbaum, tratando de convencer a algunos mexicanos que Morena, el partido en el poder, es igual que todos, y que ellos merecen una oportunidad de regresar.

Sabemos que en Morena se han colado y se les ha abierto la puerta a algunos políticos del PRIAN; además algunos morenistas se resisten a cambiar, pero en general, podemos decir con certeza que la mayoría de los miembros sigue la filosofía del expresidente: No mentir, no robar y no traicionar al pueblo.

Ojalá que las personas que todavía no están convencidas de Morena, vean un poco más allá de sus ideologías partidistas y no se dejen engañar por los medios de comunicación masiva o algunos comentócratas que su único objetivo es lucrar y ganar dinero a costa, inclusive, de que le vaya mal a México y a los mexicanos.

Ya lo dijo hace unos días la senadora sonorense del PAN, Lilly Téllez, que deseaba que le fuera mal a la primera presidenta de México, porque según ella, si le va bien a la Dra. Claudia Sheinbaum, entonces le irá mal a México.

La realidad es que lo que desea dicha senadora así como la oposición en general, es que le vaya mal a México para que de esa forma, el PRIAN tengan mejor oportunidad en las siguientes elecciones.

Este tipo de actitudes solo se ven en México y muchos gobiernos de derecha en América Latina. En los Estados Unidos, el país que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos de derecha admiran, hay diferencia entre demócratas y republicanos, dos partidos de derecha, uno más extrema que otro, pero que a la hora de votar por algo que involucre la seguridad nacional, siempre votan unidos porque no quieren que las industrias estadounidenses se vean afectadas.

Desafortunadamente esto no pasa en México, la oposición o el PRIAN han mostrado una y otra vez que ellos representan más al poder extranjero que a los mexicanos; inclusive, muchos de ellos han pedido abiertamente a Estados Unidos que intervenga en la política mexicana.

Es lamentable,  pero esperemos que cada vez más gente se dé cuenta de las mentiras de los medios masivos y la oposición. Ellos ya nos demostraron que no buscan lo mejor para México, solo ven por sus intereses y los intereses del corporativo nacional y extranjero.

Así que les adelantamos que aunque ya se fue Obrador y México no se convirtió en Venezuela, en los siguientes seis años seguirán escuchando la misma cantaleta, entre muchas otras.

(*) Juan José Gutiérrez ha sido activista en Los Ángeles por casi cuatro décadas

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