¿El fin de una era? Qué ocurre con Walgreens en Estados Unidos

Los cierres masivos de Walgreens es solo un reflejo de una serie de factores que afecta a la industria farmacéutica minorista, incluidos CVS y Rite Aid

Walgreens cierres

Esta imagen de cierres definitivos de Walgreens es cada vez más común en Estados Unidos. Crédito: Shutterstock

La situación de las farmacias en Estados Unidos es desalentadora. A pesar de que el 70% de los estadounidenses utiliza medicamentos recetados, las cadenas de farmacias están cerrando sus puertas a un ritmo alarmante. Walgreens, una de las más grandes, anunció que cerrará 1,200 tiendas en los próximos tres años. Según la empresa, alrededor del 25% de sus sucursales no son rentables.

Esta crisis no es exclusiva de Walgreens. Su competidor CVS ha cerrado cientos de tiendas y recientemente anunció el despido de cerca de 3,000 empleados para reducir costos. Rite Aid, por su parte, ha tenido que cerrar varias tiendas tras declararse en bancarrota. El panorama se oscurece aún más al considerar que muchas de las farmacias que permanecen abiertas están mal abastecidas. Encontrar un empleado para desbloquear un producto puede ser una tarea frustrante.

El declive de las farmacias es parte de lo que se ha denominado “apocalipsis minorista”, una tendencia que se ha intensificado desde el inicio de la pandemia. Las tiendas de conveniencia como 7-Eleven también están cerrando locales. Lo que comenzó como una respuesta a los confinamientos por COVID-19 parece estar convirtiéndose en una característica permanente del comercio en América.

Las farmacias enfrentan una serie de desafíos. La competencia del comercio electrónico ha crecido considerablemente. En la era de Amazon, los consumidores pueden comprar productos, desde papel higiénico hasta medicamentos sin salir de casa. Esto ha afectado gravemente la experiencia de compra en las farmacias, que solían ser un lugar conveniente para adquirir productos esenciales.

Además, el crecimiento de las farmacias ha llevado a una saturación del mercado. Muchas tiendas Walgreens y CVS están demasiado cerca unas de otras. Esto dificulta que cada ubicación sea rentable.

“Walgreens y CVS han estado en una gran expansión, lo que ha resultado en una cartera demasiado grande”, comentó Neil Saunders, director de GlobalData, a Business Insider.

Los altos costos de operación también son un factor significativo. Alquilar el espacio físico y mantener a un personal educado de farmacéuticos representa un gasto considerable. Las farmacias, además, están bajo presión de los administradores de beneficios farmacéuticos (PBM, por sus siglas en inglés). Estos intermediarios han estado reduciendo las tarifas de reembolso a las farmacias, lo que ha disminuido sus ingresos.

“La parte simple es que las recetas no son rentables”, afirmó Douglas Hoey, CEO de la Asociación Nacional de Farmacias Comunitarias, que representa a las farmacias independientes. “La farmacia realmente no tiene ninguna capacidad de negociación porque el PBM dice: ‘Bueno, farmacia, si no me das todo lo que pido, entonces no voy a permitir que los pacientes obtengan su beneficio de medicamentos en tu farmacia'”

Este sistema de reembolsos puede hacer que, en ocasiones, el pago que recibe la farmacia sea menor que el costo del medicamento. Esto ha creado una situación donde las grandes cadenas no pueden sostenerse ante estos desafíos.

La experiencia de compra en las farmacias ha cambiado. Antes, los clientes podían contar con un servicio más personalizado. Ahora, con el aumento de la competencia y el enfoque en la reducción de costos, muchas farmacias han perdido ese toque humano. Las esperas para recoger medicamentos son largas y la atención al cliente deja mucho que desear. Esto provoca que muchos consumidores busquen alternativas.

Además, el cierre de farmacias puede crear desiertos farmacéuticos en ciertas comunidades. Un estimado de 15.8 millones de personas ya vive en áreas sin acceso cercano a farmacias. Esto se agrava en comunidades de color y áreas rurales, donde la falta de opciones puede significar largos viajes para acceder a productos básicos.

A medida que las farmacias enfrentan estos desafíos, también están perdiendo su base de clientes. Si bien CVS argumenta que está en una “mejor situación ahora”, el futuro sigue siendo incierto. La falta de un camino claro hacia el crecimiento genera preocupación entre los inversores y analistas.

El panorama de las farmacias en Estados Unidos se encuentra en una encrucijada. La combinación de la competencia en línea, el aumento de costos y la reducción de servicios está reconfigurando la experiencia de compra. Cada cierre de una farmacia representa no solo una pérdida para la industria, sino también para las comunidades que dependen de estos servicios. Con el tiempo, el concepto de “salir a la tienda por un momento” podría convertirse en una reminiscencia del pasado.

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