La estimulación cerebral en casa podría ser un buen tratamiento para la depresión

Un ensayo clínico sugiere que la estimulación cerebral casera podría ser una opción efectiva para tratar la depresión, con mejoras bajo supervisión remota

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Crédito: Giovanni Cancemi | Shutterstock

Un nuevo ensayo clínico ha abierto la puerta a una posible innovación en el tratamiento de la depresión: la estimulación cerebral casera. Según los resultados del estudio, los pacientes con depresión podrían realizarse a sí mismos este tipo de tratamiento, bajo la supervisión remota de profesionales de la salud.

El estudio ha sido publicado recientemente en la revista Nature Medicine y podría transformar la forma en que se aborda la depresión en el futuro cercano, especialmente para aquellos pacientes que no responden bien a los tratamientos convencionales como los antidepresivos.

El ensayo involucró a 174 pacientes de Estados Unidos y el Reino Unido, que estaban en medio de un episodio depresivo moderado, según la Escala de Calificación de la Depresión de Hamilton (HDRS).

La mitad de estos pacientes usaron un dispositivo de estimulación transcraneal con corriente directa (tDCS) diseñado específicamente para ser utilizado en casa, mientras que la otra mitad utilizó dispositivos de placebo. Durante las 10 semanas de tratamiento, los pacientes fueron guiados a través de videoconferencias por profesionales médicos que supervisaron todo el proceso.

El dispositivo de tDCS emplea una corriente eléctrica débil que se aplica en áreas específicas del cerebro, como la corteza prefrontal, una región conocida por estar involucrada en la depresión. Se cree que esta corriente facilita la comunicación neuronal en esta área, lo que ayuda a aliviar los síntomas depresivos.

Tradicionalmente, este tratamiento se realiza en clínicas especializadas, pero el desarrollo de un dispositivo para uso doméstico podría cambiar este paradigma.

Los resultados del ensayo mostraron que el 45% de los pacientes en el grupo de tratamiento activo alcanzaron la remisión clínica, es decir, dejaron de experimentar síntomas de depresión, en comparación con el 22% en el grupo de control.

Además, el grupo que recibió la estimulación activa mostró una mejora significativamente mayor en sus puntuaciones de depresión, con un promedio de 9,41 puntos en comparación con los 7,14 puntos del grupo de control.

Una alternativa viable a la depresión

A pesar de estos resultados prometedores, el estudio no estuvo exento de limitaciones. Uno de los problemas señalados por los expertos es que muchos pacientes fueron capaces de adivinar si estaban recibiendo la estimulación real o un placebo.

A pesar de estas cuestiones, los hallazgos del estudio han sido bien recibidos en la comunidad científica. La Dra. Cynthia Fu, coautora del ensayo y profesora de neurociencia afectiva y psicoterapia en el King’s College de Londres, destacó que este tipo de tratamiento podría ofrecer una alternativa viable para los pacientes que no responden bien a los antidepresivos.

“Hay una necesidad urgente de terapias alternativas para la depresión”, afirmó. Según Fu, el ensayo es un paso importante hacia la validación del uso de la tDCS en el hogar como una opción de tratamiento de primera línea.

El desarrollo de dispositivos como este tiene el potencial de mejorar el acceso a la atención de salud mental, una de las barreras más grandes para el tratamiento efectivo de la depresión. Actualmente, un tercio de los pacientes con depresión no logra mejorar con los tratamientos de primera línea, lo que deja un espacio significativo para la investigación y el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas.

La tDCS podría ser una de esas alternativas, siempre que se continúe investigando y se superen las limitaciones observadas en este ensayo inicial.

A largo plazo, la viabilidad de la estimulación cerebral casera para la depresión podría reducir la dependencia de las visitas clínicas frecuentes, lo que beneficiaría tanto a los pacientes como a los sistemas de salud.

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