¿Pueden otros EVs usar los Superchargers de Tesla?
Tesla ha comenzado a abrir su red de Superchargers a otros vehículos eléctricos, ampliando la infraestructura de carga más allá de los usuarios de Tesla
El crecimiento de los vehículos eléctricos (EVs) ha generado un interés cada vez mayor en la infraestructura de carga rápida.
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Tesla, uno de los pioneros en este campo, no solo ha liderado el desarrollo de autos eléctricos, sino que también ha construido una de las redes de estaciones de carga rápida más grandes y eficientes del mundo: los Superchargers de Tesla.
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Sin embargo, hasta hace poco, esta vasta red estaba reservada exclusivamente para sus propios vehículos. Todo eso está cambiando.
En un movimiento que promete beneficiar a más conductores de vehículos eléctricos, Tesla ha comenzado a abrir algunos de sus Superchargers a vehículos eléctricos de otras marcas.
Pero, ¿qué significa esto para los conductores de EVs no-Tesla? ¿Es esta una opción viable y conveniente para ellos? Y, lo más importante, ¿cuáles son las implicaciones en términos de costos y usabilidad?
La tecnología detrás de la apertura: Magic Dock y adaptadores NACS
La clave para permitir que otros vehículos eléctricos utilicen los Superchargers de Tesla está en la incorporación de adaptadores Magic Dock.
Estos adaptadores están diseñados para ser compatibles con el estándar de carga Combined Charging Standard (CCS), lo que permite a los vehículos que no sean Tesla conectarse a la infraestructura de carga de la marca.
Actualmente, aproximadamente cien estaciones de Superchargers han sido equipadas con este adaptador, y se espera que este número continúe aumentando con el tiempo.
Estas estaciones, en su mayoría ubicadas en áreas urbanas del noreste de los Estados Unidos, ya están marcadas en el mapa de Tesla como “Supercargadores abiertos a otros EVs”, lo que facilita a los conductores de vehículos eléctricos no-Tesla encontrar estaciones compatibles.
Adicionalmente, algunos fabricantes de vehículos están lanzando adaptadores portátiles con el estándar NACS (North American Charging Standard), lo que permite a los conductores de otras marcas aprovechar cualquier Supercharger de Tesla compatible.
Pero, a partir de 2025, se espera que muchos vehículos eléctricos de distintas marcas incluyan puertos NACS de fábrica, lo que hará aún más sencillo conectarse a estas estaciones sin necesidad de adaptadores adicionales.
La experiencia de carga para vehículos no-Tesla: ventajas y desafíos
En la teoría, la posibilidad de que vehículos eléctricos de otras marcas utilicen los Superchargers es un avance significativo en la expansión de la infraestructura de carga rápida.
Una vez conectado el vehículo, los conductores solo necesitan ingresar los detalles de pago a través de la app de Tesla, y desde ese momento, pueden localizar y comenzar a cargar su vehículo en cualquier Supercargador compatible.
No obstante, en la práctica, hay algunos desafíos que los conductores de EVs no-Tesla deben enfrentar. Uno de los más notables es la longitud de los cables de carga en los Superchargers.
Estos cables, diseñados originalmente para adaptarse a los puertos de carga traseros de los Tesla, son relativamente cortos, con una longitud promedio de solo 2 metros (6.5 pies). Esto no representa un problema para los vehículos Tesla, cuyos puertos de carga están uniformemente ubicados.
Sin embargo, muchos otros vehículos eléctricos tienen sus puertos de carga en diferentes lugares del automóvil, lo que obliga a los conductores a estacionar en posiciones incómodas o incluso bloquear otros espacios de carga.
Este inconveniente puede generar frustración cuando los conductores llegan a una estación con múltiples puestos disponibles, pero no pueden utilizarlos debido a la incompatibilidad en la ubicación de sus puertos de carga.
Aún más problemático es que la app de Tesla no proporciona información sobre si un puesto está siendo utilizado por un EV que no puede acceder adecuadamente al cargador, lo que podría resultar en esperas innecesarias para otros conductores.
Tesla ha reconocido este problema y ha anunciado que los futuros Superchargers V4 contarán con cables de carga más largos, diseñados para adaptarse mejor a los diferentes modelos de vehículos eléctricos.
Mientras tanto, Tesla aconseja a los conductores de EVs no-Tesla que se esfuercen por estacionar de manera que obstruyan la menor cantidad de puestos de carga posible.
Costos y opciones de membresía
Otro aspecto a considerar al cargar un vehículo no-Tesla en un Supercharger es el costo. La tarifa para los vehículos eléctricos que no pertenecen a Tesla es relativamente alta, con precios que oscilan entre $0.53 y $0.55 dólares por kWh, dependiendo de la ubicación.
Esta es una de las opciones más caras del mercado en comparación con otras redes de carga rápida, como Electrify America, que suele ofrecer tarifas más asequibles.
Para aliviar este costo, Tesla ofrece una membresía mensual de 13 dólares para los conductores de vehículos eléctricos no-Tesla, lo que les permite acceder a tarifas de carga más bajas.
Incluso con la membresía, cargar en un Supercharger sigue siendo una opción costosa en comparación con otras alternativas disponibles en el mercado.
Además, los conductores deben estar atentos a las tarifas por inactividad, que son especialmente elevadas. Tesla impone una tarifa de 1 dólar por minuto si el vehículo permanece conectado al cargador después de que la carga se ha completado.
Esto puede convertirse rápidamente en un gasto significativo si el conductor no retira su vehículo a tiempo. Los propietarios de Tesla disfrutan de tarifas de carga más bajas y condiciones más favorables en este sentido, lo que puede hacer que algunos conductores se pregunten si realmente vale la pena utilizar los Superchargers de Tesla con un vehículo no-Tesla.
El futuro de la carga para vehículos eléctricos
A pesar de los desafíos actuales, la apertura de la red de Superchargers de Tesla a otros vehículos eléctricos marca un paso importante en la expansión de la infraestructura de carga para EVs.
A medida que más estaciones se equipen con adaptadores Magic Dock y los futuros vehículos eléctricos adopten el estándar NACS de fábrica, es probable que veamos una mayor integración y compatibilidad entre diferentes marcas de vehículos eléctricos y las estaciones de carga de Tesla.
Si bien todavía existen inconvenientes, como la longitud de los cables y los altos costos de carga, estos problemas pueden ser resueltos en los próximos años a medida que la tecnología avance y Tesla continúe ajustando su red de Superchargers para adaptarse mejor a un mercado más diverso.
Para los conductores de EVs no-Tesla, esta opción puede no ser la más económica ni la más conveniente en todos los casos, pero sigue siendo una alternativa valiosa en situaciones donde otras estaciones de carga rápida no están disponibles.
En definitiva, la apertura de los Superchargers de Tesla a otros vehículos eléctricos representa un avance significativo en la accesibilidad de la carga rápida, aunque todavía hay margen de mejora para que esta solución sea completamente universal y conveniente para todos los conductores de EVs.