La reina de los altares también crece en California
La flor de cempasúchil es cultivada por una familia de origen mexicano en los campos de Ventura
Viajando por una de las carreteras del condado de Ventura divisé a un lado un campo tapizado con un colorido naranja. De inmediato paré, bajé del auto, avancé bajo los intensos rayos del sol y empecé a percibir un delicioso aroma a “cempasúchil”
Efectivamente, la flor nativa de México llegó a los campos californianos persiguiendo a los inmigrantes que se vieron en la necesidad de emigrar al norte.
La Flor de Muertos, como comúnmente es conocida, es un ícono de la cultura mexicana para despedir y honrar a nuestros seres queridos que han trascendido.
Muchos de los paisanos no pueden desprenderse de sus tradiciones en un país moderno que se preocupa más por el futuro que por lo que nos enriquece culturalmente.
Pero los inmigrantes no se olvidan del ayer, ni sus seres queridos fallecidos. Ellos los quieren seguir recordando a pesar de la distancia y los muros, con el mismísimo cempasúchil como lo hicieron sus antepasados.
La Flor de Muertos es una prueba más de que los inmigrantes no llegan solos al norte”, llegan cargados de tradiciones, comidas, música y flores.
Según la cultura prehispánica, la Flor de Muertos es de gran tradición y significado, cuenta con un hermoso e intenso color y guía a las almas al paraíso con un exquisito olor, entre otras características especiales, según la cultura prehispánica.
Ahora gracias a la arriesgada decisión de productores mexicanos, como Silviano Rendón, la Flor de Muertos ya es parte de Estados Unidos para adornar los cada vez más populares altares públicos y hogareños cada 1 y 2 de noviembre.
La fecha se acerca, y mientras la mayoría elige festejar el Halloween unos días antes, los inmigrantes mexicanos y sus descendientes optan por continuar sus tradiciones.
Mientras muchos buscan todo lo necesario para levantar un altar para honrar a los seres queridos que se les adelantaron, los hermanos Lizbeth y Luis dejan a un lado los libros contables y las aulas universitarias para unirse a la chamba del campo para que las flores lleguen frescas a las manos de los clientes.
Pero no solo los hermanos se unen a la chamba dura del campo, también platicamos con su mamá, la señora Francisca, quien a la par de sus hijos cortaba, acomodaba y acarreaba los abultados manojos de flores ya apiladas para ser distribuidas.
A contraluz, debido al sol, logramos platicar con Elizeth, Luis y Francisca, quienes se estaban alistando para trabajar en el rancho, uno de los dos que posee su padre, el oaxaqueño Silvano Rendón, en el Condado de Ventura.
El rancho al que arribe por casualidad tiene una extensión de 30 hectáreas donde se cultivan flores de cempasúchil y las crestas de gallo, entre otras, exclusivas de la temporada.
Detrás de las flores hay una gran producción y muchos trabajadores del campo dejan “la gota gorda” en la tierra fértil de California, pero vale la pena el esfuerzo, dice Elizeth, de 22 años y recién graduada de administración de empresas. Ahora ella aspira a formar parte del equipo administrativo de los ranchos de su padre junto a sus hermanos, también profesionales en el ramo.
“Es un orgullo poder plantar cempasúchil en California. Mi papá empezó a plantar la flor al ver la necesidad. Los clientes la pedían para la temporada del Dia de los Muertos”, dijo Elizeth, mientras cortaba la flor y la acomodaba en montoncitos en uno de los surcos del campo.
Agregó que aunque a veces la labor es pesada, todo vale la pena al ver los rostros felices de los clientes recibir la flor anaranjada y bien formada.
“Me sumo a esta labor en las temporadas que más se requiere mano de obra”, explica. “Llegó a las 7:30 de la mañana y me voy a las 3:30 de la tarde. A veces es pesado porque los bichos molestan y el calor suele ser muy fuerte, pero ya estamos acostumbrados”.
No obstante ser recién graduada de la universidad, a la joven no le da pena realizar trabajos de pesca en los ranchos de su padre porque eso la fortalece como persona.
“Todos mis hermanos y yo apoyamos de esta manera. Empezamos en un lugar pequeño y poco a poco mi papa ha crecido el negocio a lugares más grandes”, dijo Ellizeth. “Ya tiene dos ranchos, este y otro en Oxnard donde se cultiva cilantro, perejil y otras hierbas y vegetales”.
Al voltear a ver el plantío ya florecido, Elizeth explicó que iniciaron la siembra de cempasúchil a principios de agosto.
“Tarda en desarrollarse dos meses, justo para esta temporada”.
A unos pasos de Elizeth se encontraba su hermano Luis, un poco cohibido al principio, pero al entrar en confianza, hasta accedió a quitarse la capucha y la cachucha para poder verle los ojos.
El joven dijo que las flores se distribuyen en algunas tiendas de Los Ángeles, Oxnard, San Francisco y varias otras ciudades y estados como Washington.
“La flor va a diferentes regiones y cada vez más crece la distribución”, explica. “A la gente le gusta el cempasúchil y lo empieza a pedir más y más. La flor se mueve muy bien”.
Luego de recorrer varios sitios que se dedican a plantar la Flor de Muertos, se puede opinar que Rendon Flower Growers cosechó una de las flores de cempasúchil más frondosas de la región.