Bienestar: 35 años de ser santuario para la comunidad latina LGBTQ+
Aunque su enfoque es este segmento de la población, las puertas no se le niegan a nadie, y todos son bienvenidos
La organización Bienestar Human Services está de cumpleaños, celebrando 35 años de servir a la comunidad LGBTQ+ latina de la ciudad de Los Ángeles, y en planes de abrir una clínica para atender a la población en general.
“Bienestar surgió como un santuario en medio de la epidemia del SIDA para nuestra comunidad latina gay y lesbiana, en momentos en los que había mucho estigma y miedo. Al venir a nuestra agencia, se encontraban en un espacio seguro, en el que podían sentirse comprendidos”, dijo Oscar de la O, fundador y vicepresidente de Bienestar.
Pero sobre todo enfatiza que Bienestar es una voz que aboga por la comunidad latina, y en sus clínicas son bienvenidos todos, no solo las personas identificadas LGBTQ+.
“Si no existiera Bienestar, las voces de nuestra comunidad no estuvieran representadas en el Congreso, en el estado de California y aquí en el Palacio Municipal de Los Ángeles, donde tenemos mucha abogacía para asegurarnos que nuestras necesidades se escuchen y conozcan”.
Cómo nació Bienestar
De la O, fundador y vicepresidente de Bienestar relata que todo comenzó cuando en 1984 lo eligieron presidente de la organización Gay, Lesbian Latinos Unidos (GLLU).
“En esos momentos, el Sida estaba en su mero punto, y yo notaba que en mi comunidad no se hablaba mucho”.
Así que durante su periodo en la GLLU, se dio a la tarea de educar sobre el SIDA, dando información y concientización.
“En 1989 vi la necesidad de hacer algo formal y surgió Bienestar bajo los auspicios de GLLU. Ya en 1990 se separan, y me encargue de hacer de Bienestar, una organización propia”.
Dice sin embargo que entre 1989 y 1994, no había mucho que ofrecer a la comunidad en términos de tratamiento para personas con SIDA/VIH.
“Bienestar era más un apoyo emocional y para crear redes de amistades, porque hay que recordar que incluso dentro de la comunidad latina gay misma, se empezó a rechazar a las personas infectadas”.
Entonces, dice, que se trataba de que la población que vivía con SIDA no se sintiera aislada y sola.
“Aunque no fue hasta la década de los 90, que empezamos a tener números que reflejaban el impacto, nuestra comunidad latina gay estaba siendo bastante afectada. No se hacían el examen del VIH; y hasta que llegaban a las salas de emergencia, eran diagnosticados Muchos corrían a Tijuana, y entre la población indocumentada, había mucho temor de acercarse a los hospitales y departamento de salud”.
Así que ante ese miedo a adquirir los servicios de salud y a ser rechazados por sus familias y amigos, la comunidad latina gay afectada añoraba sentirse acogida y querida.
“Yo vi a Bienestar explotar con voluntarios y empleados muy dedicados. En el 93 empezamos a recibir fondos que nos permitieron emplear educadores de salud, consejeros de salud mental y para dar tratamientos”.
Recuerda que se escuchaba mucho hablar de los efectos secundarios que provocaban los medicamentos.
“Algo que nos ayudó bastante es que los ocho primeros educadores de tratamiento que contratamos, eran doctores o enfermeros en México, que por su estatus migratorio, no podían revalidar sus estudios en este país y ejercer en sus carreras”.
Con conocimiento y mucha compasión, Bienestar fue creciendo, dice De la O.
“El condado de Los Ángeles comenzó a notar que Bienestar no tenía barreras para comunicarse con la comunidad, y que nuestros esfuerzos por adquirir la confianza y transmitir la información hacían una diferencia”.
La receta del éxito
Al fundador de Bienestar no le queda la menor duda de que el secreto de la receta de su éxito, ha sido contar con gente, empleados y voluntarios que representan a las diferentes comunidades a las que sirven.
“Cada día, hacen de Bienestar un Santuario”.
En la actualidad, Bienestar tiene siete clínicas por todo el condado de Los Ángeles y sus servicios se han ampliado a la salud en general, consejería en salud mental, tratamientos para las adicciones y vivienda.
“Nos hemos expandido, pero siempre manteniéndonos enfocados en nuestra comunidad latina, y en los más marginados que no reciben los servicios para mejorar su salud y su bienestar”.
Seguir creciendo
El fundador de Bienestar dice que su anhelo es que la organización que ahora dirige Roberto Contreras, siga creciendo y no pierda su identidad, llenando las necesidades de la comunidad a como se vayan presentando.
“Tenemos la capacidad, la experiencia y los recursos para cumplir”.
Pero definitivamente, observa, que las elecciones presidenciales cambian la perspectiva.
“Deseo que la experiencia que tuvimos entre 2016-2020 no se repita, porque entonces el crimen de odio aumentó más del 45% dentro de nuestra comunidad”.
Lo que es más, comenta que el miedo a la deportación y los comentarios negativos sobre la identidad de género, hicieron que muchas personas no se cuidaran, y buscaran el alivio en el alcohol y las drogas.
“No hay ninguna garantía que en estos cuatro años de esta nueva presidencia, no vaya a ser igual o peor. No nos queda otra más que mantenernos unidos y seguir recordando que valemos y contamos”.
Y agrega: “sabemos que hay muchas personas solas sufriendo y no hay necesidad, quiero que sepan que la magia de Bienestar está ahí para sacarlos de esa luz oscura”.
Moda y reconocimientos
Bienestar celebró su aniversario 35 con un desfile de modas en el que participaron diseñadores de talla internacional como Adán Terríquez, Deandre Smith, Miriam French Reyes, Lázaro Sánchez y Adolfo Alvarado.
Además entregaron los premios Fuego a Mario Pérez, director de programas VIH del condado de Los Ángeles, y a Vincent Guilamo-Ramos, profesor de la escuela de enfermería Johns Hopkins en Washington, D.C.; y a su vez Bienestar fue reconocida por la oficina de la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, la supervisora Hilda Solís, la senadora estatal Caroline Menjivar y el Consulado de México en Los Ángeles.