Malaria: nueva vacuna muestra alta protección en ensayo clínico

Ensayo clínico en Países Bajos demuestra que una vacuna con parásito atenuado GA2 ofrece alta eficacia y seguridad contra la malaria

Una vacuna más barata y eficaz contra la malaria obtiene la aprobación de la OMS

La enfermedad letal afecta principalmente a bebés y lactantes. Crédito: joel bubble ben | Shutterstock

Un equipo de científicos en los Países Bajos ha logrado avances significativos en el desarrollo de una vacuna innovadora contra la malaria. Investigadores del Centro Médico Universitario de Leiden y el Centro Médico Universitario de Radboud han completado un pequeño ensayo clínico que demostró la seguridad y eficacia de un parásito atenuado de la malaria en su etapa hepática tardía.

Los hallazgos, publicados en el New England Journal of Medicine, destacan el potencial de esta vacuna para superar las limitaciones de los enfoques actuales y ofrecer una protección más duradera contra esta devastadora enfermedad.

Con más de 200 millones de casos anuales y casi medio millón de muertes, la malaria continúa siendo un desafío global de salud, afectando principalmente a niños pequeños y mujeres embarazadas en el África subsahariana, Asia y América Latina.

A pesar de los esfuerzos internacionales, las estrategias actuales, incluidas las vacunas disponibles, han mostrado una protección modesta y de corto plazo, lo que ha estancado las metas de erradicación. Ante esta realidad, los investigadores han explorado el uso de parásitos vivos atenuados como una solución para inducir respuestas inmunes más amplias y efectivas.

El ensayo clínico incluyó la inmunización con un parásito genéticamente modificado, denominado GA2, diseñado para desarrollarse durante más tiempo en el hígado. Este proceso expone al sistema inmunológico a una mayor cantidad de antígenos del parásito Plasmodium falciparum, el agente causante de la malaria, lo que refuerza la capacidad del organismo para reconocer y combatir futuras infecciones.

El estudio contó con 25 participantes adultos sanos que no habían estado expuestos previamente a la malaria. Los voluntarios se dividieron en tres grupos: uno recibió el parásito GA2, otro un parásito similar conocido como GA1, y el tercero actuó como grupo de control al ser expuesto a mosquitos no infectados.

Cada voluntario pasó por tres sesiones de inmunización, espaciadas 28 días entre sí, mediante picaduras de mosquitos infectados con los parásitos correspondientes.

Tres semanas después de la última inmunización, los participantes fueron sometidos a una infección humana controlada de malaria para evaluar la eficacia de la vacuna. Los resultados fueron alentadores: ocho de los nueve participantes que recibieron GA2 (89%) estuvieron protegidos contra la infección, en comparación con solo uno de ocho (13%) en el grupo GA1 y ninguno en el grupo placebo. Además, el perfil de seguridad fue sólido, con eventos adversos leves limitados a reacciones locales, como enrojecimiento o picazón en los sitios de las picaduras.

Análisis inmunológicos detallaron que los individuos inmunizados con GA2 presentaron una respuesta inmune celular más robusta, evidenciada por una mayor frecuencia de células T CD4+ polifuncionales específicas de P. falciparum.

Estas células mostraron una intensa actividad proinflamatoria, incluyendo la producción de interferón-γ, factor de necrosis tumoral α e interleucina-2. Aunque tanto GA2 como GA1 indujeron niveles similares de anticuerpos contra la proteína circumsporozoíto, la superioridad de GA2 en la protección parece estar asociada con estas respuestas inmunes celulares en lugar de los títulos de anticuerpos.

Estos resultados refuerzan la promesa de GA2 como una herramienta potencialmente revolucionaria en la lucha contra la malaria. Al demostrar tanto eficacia como seguridad, esta estrategia de inmunización prolongada podría abordar la necesidad urgente de soluciones más efectivas frente a esta enfermedad endémica.

Sin embargo, los investigadores subrayan que se requieren estudios adicionales para confirmar estos hallazgos en poblaciones más amplias y diversas, especialmente en regiones donde la malaria es endémica. Solo entonces se podrá evaluar plenamente el impacto potencial de GA2 en la salud pública global.

Este estudio marca un paso crucial hacia el desarrollo de una vacuna capaz de contribuir significativamente a los esfuerzos de erradicación de la malaria, una meta que, aunque ambiciosa, sigue siendo esencial para salvar millones de vidas en el futuro.

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