Activistas luchan por mejorar la calidad del aire en el Sur de California
Defensores de la justicia ambiental protestaron por la postergación por el AQMD de reglas que bajarían la contaminación ambiental / cortesía Mónica Embrey
En 24 de los últimos 25 años, el área metropolitana de Los Ángeles-Long Beach ha tenido el dudoso privilegio de ocupar el primer lugar en todo el país en el alto nivel de ozono tóxico.
La zona está bajo el control del Distrito de Gestión de la Calidad del Aire de la Costa Sur (AQMD). Y en las últimas tres décadas los gobiernos no cumplieron los estándares federales y estatales de calidad del aire.
Edificios residenciales y comerciales
La situación ha llegado al punto en que en estos días festivos, los puertos de Los Ángeles, entre los mayores del mundo, continúan batiendo récords de importación, lo que causa que los residentes de las comunidades portuarias sufran una contaminación portuaria que alcanza niveles de toxicidad letales.
Pero dentro de este cuadro conocido y lamentable, hay un factor adicional que es un contribuyente a la crisis de calidad de aire y al cual se ha prestado limitada atención hasta el momento: los equipos que queman gas en edificios residenciales y comerciales, en las casas y los negocios, y que producen casi la mitad de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y de partículas finas (PM2,5).
Como detallan activistas ambientales en un documento, estos equipos producen siete veces más contaminación de óxido de nitrógeno (NOx) que las plantas de energía de la región, es decir, más que la producción regional de petróleo y gas, su refinación, la fabricación de cemento y generación de energía combinadas
El 3 de diciembre, esta coalición de activistas del medio ambiente dio a conocer su informe “El problema oculto de la contaminación del aire en el sur de California: hornos a gas y calentadores de agua”. En él, establecen la base programática y presentan los datos oficiales que demuestran de manera enfática la urgencia de una acción inmediata para mejorar la calidad del aire que respiramos.
Como he sostenido en columnas anteriores, los principales damnificados por la contaminación ambiental en nuestra región son las comunidades de color – afroamericanos y latinos – y de bajos ingresos. Nuestra gente carece de poder político suficiente para contrarrestar la situación y acelerar el reemplazo de los equipos actuales por fuentes no contaminantes.
Según el informe State of the Air 2024 de la Asociación Americana del Pulmón, mientras que casi el 40% de la población del país vive en zonas con nivel insalubre de contaminación del aire, las personas de color tienen 2,3 veces más probabilidades que las personas blancas de vivir en un condado con alta dosis de contaminación del aire por ozono y por partículas.
Enmiendas a regulaciones
El resultado, según el simulador COBRA de la Agencia de Protección Ambiental del gobierno federal (EPA) y con datos de julio de este año, es que los equipos que queman gas metano en edificios residenciales y comerciales en nuestra región causan cada año más de 75,000 ataques de asma, 30,000 días de escuela perdidos, 130 muertes prematuras e impactos anuales en la salud valorados en 2,000 millones de dólares.
Esta situación existe desde hace varios años y es hora de un cambio. Y en efecto, en los últimos 12 meses el personal del AQMD de la costa sur ha trabajado en regulaciones que aceleren la lucha contra la contaminación y sus causantes.
La semana pasada, la junta directiva del AQMD se disponía a aprobar sendas enmiendas a las reglas 1111 y 1121 de 1978. Las nuevas disposiciones iban a establecer severos requerimientos para la reducción de emisiones tóxicas.
En estas enmiendas, y por primera vez, el AQMD de la costa sur contemplaba la eliminación completa de la emisión de NOx.
Es importante recalcar que los cambios planificados toman en consideración los intereses de la industria y no demandan la eliminación inmediata de los causantes de la contaminación, lo cual debería haber hecho. En su lugar, piden que los estándares de contaminación cero solo se establezcan cuando los equipos contaminantes existentes lleguen al final de su vida útil y deban ser reemplazados de cualquier manera. En ese caso, los reemplazantes serán equipos limpios, como bombas de calor eléctricas de alta eficiencia, que no emiten contaminación. Pasarán varios años hasta que esto suceda.
Muchas de estas reglas ya estaban incluidas en el plan maestro de calidad del aire de 2022.
A pesar de no ser perfectas, las enmiendas a las reglas mencionadas iban a llevar a la eliminación gradual de los hornos y calentadores de agua que funcionan con combustibles fósiles en hogares y edificios. Iban a reducir considerablemente la contaminación en la región.
“Será un paso importante para lograr que nuestro aire sucio cumpla con los estándares estatales y federales”, dijo la coalición de activistas en un comunicado.
Además, ya a principios de año, la AQMD había aprobado las reglas 1146.2, con lo cual adelantaba el reemplazo de hasta un millón de equipos alimentados con combustibles fósiles con calentadores de agua y calderas eléctricos en los hogares. Esto significa que se va a reducir la producción de óxidos de nitrógeno (NOx) en cinco toneladas y media cada día.
Los activistas del medio ambiente también demandan que se aprueben cambios a las reglas llamadas 1146 y 1146.1, que se aplican a las calderas y calentadores que alimentan instalaciones industriales, no residenciales y que podrían tener un impacto benéfico importante en la reducción de la contaminación industrial.
Expectativa de cambio y desilusión
Es decir: en la reunión del 6 de diciembre se esperaba que la junta aprobase estas normas, caracterizadas como “las más cruciales en más de tres décadas”.
Se trata de una meta de carácter nacional. De hecho, en febrero de este año, nueve estados (California, Colorado, Maine, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York, Oregón y Rhode Island) más el Distrito de Columbia acordaron que para 2030 “al menos el 65 % de las ventas colectivas de equipos de calefacción, ventilación y aire acondicionado residenciales y de calentamiento de agua sean bombas de calor, llegando al 90% para 2040, tal como lo anunció en septiembre la United States Climate Alliance.
Ante este panorama, la reunión del AQMD resultó en una gran desilusión.
A último momento y sin previo aviso, la agencia estatal decidió postergar la votación para su reunión de febrero del año próximo. Lo hizo a instancias de los cabilderos que representan las industrias contaminantes. Además de lograr la postergación de la decisión, han influido para que la junta convierta parte de las reglas en cuestiones de infraestructura, librando a las empresas contaminantes de la total responsabilidad por sus propias acciones.
Es el resultado de un esfuerzo de la coalición de compañías contaminantes como SoCalGas, que constituye la mayor distribuidora de servicios públicos de metano en todo el país, y BizFed, una masiva coalición de intereses empresariales del sur de California que representa 240 organizaciones empresariales que emplean a más de 420,000 empleadores de más de cinco millones de californianos.
Biz Fed – cuyo lema “BizFed ? Fortaleciendo la voz de las empresas” explica su naturaleza, “reúne cámaras de comercio, asociaciones comerciales, grupos empresariales minoritarios, organizaciones de desarrollo económico, distritos de mejora empresarial y otras redes empresariales”.
La manifestación
En respuesta a ello, la coalición de defensores de la justicia ambiental convocó a una manifestación por el aire limpio frente a la sede del Distrito de Gestión de la Calidad del Aire de la Costa Sur (AQMD) en Diamond Bar, California cuando a la sazón tenía lugar la reunión de su junta directiva.
Era una llamada de atención para que las autoridades tomen en cuenta los intereses del público preocupado por la calidad del aire. Varias decenas de activistas participaron. Los organizadores tuvieron la idea de entregar a las autoridades pertinentes cartas escritas por los manifestantes a “seres queridos que pueden estar hospitalizados, recuperándose en casa o han fallecido debido a las consecuencias para la salud relacionadas con la contaminación del aire”, como explica el llamado a la protesta.
En la etapa de participación pública durante la reunión de la junta, se dirigieron a los dirigentes 15 representantes, representando a las obras de construcción, obras industriales y obras portuarias.
Las organizaciones en defensa de la población pidieron a la Junta directiva de la AQMD que se enfrente a la industria contaminante y que “proteja nuestra salud”.
Y antes de entrar a la sesión para participar como representantes del público, los presentes lanzaron lemas alusivos: “What do we want? Clean air! When do we want it?Now!”; “All we want for Christmas is clean air now clean air now clean air now!”; “No more corporate greed, clean air is what we need! Y cantaron – con la música de la canción de Ray Charles Hit the road Jack de 1961: “Pass the rule board and don’t you delay it no more no more no more no more!”
Finalmente, el sempiterno “¡El pueblo unido jamás será vencido!”
Los organizadores prometieron no cejar en sus esfuerzos para que se aprueben a la brevedad posibles las nuevas reglas que eliminen de raíz las fuentes contaminantes que envenenan a nuestras familias.
Estas reglas, dijeron en su comunicado, para ser efectivas y proteger vidas, deben
(a) Reducir las emisiones; (b) desarrollar puntos de referencia concretos para mostrar el progreso de los planes de infraestructura de energías renovables y exigir a las partes responsables que rindan cuentas; y (c) exigir seguimiento, mantenimiento de registros e informes públicos para la supervisión y la transparencia.