Investigadores de EE.UU. detectan fentanilo en delfines en el Golfo de México
Un estudio científico de la Universidad Texas A&M detectó la presencia de fentanilo en especies de delfín nariz de botella que habitan en el Golfo de México
Tras una revisión rutinaria de hormonas en delfines mulares, más conocidos como delfines nariz de botella, de la especie Turiops truncatus, un grupo de científicos de la Universidad Texas A&M-Corpus Christi (TAMU-CC), en conjunto con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), encontró rastros de fármacos humanos en su grasa, como sedantes, relajantes musculares y opioides.
La publicación de iScience “Fármacos presentes en la grasa de delfines mulares comunes vivos que nadan libremente” informó que se evaluaron 89 delfines y que “el análisis confirmó la presencia de fentanilo, carisoprodol o meprobamato en 30 de los 89”. Las muestras estudiadas provienen de tres poblaciones del Golfo de México, más 12 muestras recolectadas en 2013 del Río Mississippi.
El fentanilo es un analgésico mucho más potente que la morfina, y es causante de un grave problema de salud debido a la fuerte adicción que causa. El carisoprodol es un relajante muscular utilizado para controlar el dolor, mientras que el meprobamato es un tranquilizante recetado para tratar la ansiedad.
Los delfines nariz de botella son un “bioindicador de la salud del ecosistema marino” debido a que almacenan en su tejido graso los contaminantes del ambiente, de manera que son una especie clave en la investigación de contaminantes de los mares, y la toma de muestras de dicho tejido puede realizarse de manera relativamente mínimamente invasiva, explicó la Doctora Dara Orbach, principal investigadora del proyecto.
La contaminación farmacéutica representa un gran problema ambiental; “los fármacos se han convertido en microcontaminantes emergentes y constituyen una preocupación mundial creciente, ya que se ha informado de su presencia en ecosistemas de agua dulce, ríos y océanos de todo el mundo”, añadió la experta.
“Encontramos un delfín muerto en la bahía de Baffin, en el sur de Texas, un año después de la mayor redada de fentanilo líquido en la historia de Estados Unidos en el condado adyacente. Y los delfines de Mississippi representaron el 40% de nuestras detecciones farmacéuticas totales, lo que nos lleva a creer que este es un problema de larga data en el entorno marino”, señaló Orbach.
La investigación mostró que las concentraciones de productos farmacéuticos eran más altas en las áreas marinas donde los derrames de petróleo, el tráfico de embarcaciones y las floraciones de algas, también eran comunes.
Las investigaciones más recientes arrojan restos de fármacos de todo tipo: paracetamol, metformina, antidepresivos.
Otro estudio recientemente confirmó el hallazgo de trazas de cocaína en al menos 13 tiburones picudos brasileños.
Aunque los efectos del fentanilo y otros fármacos en mamíferos marinos no es muy conocido aún, estos hallazgos plantean que su presencia en los ecosistemas marinos puede repercutir en la salud de poblaciones cercanas. “Los delfines, al igual que los humanos, consumen pescado y camarones, lo que sugiere posibles impactos en la salud humana”, explica la Universidad de Texas A&M.
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