Registran más casos de VRS, COVID y gripe en Nueva York
Los virus respiratorios están en aumento en Nueva York, con un alza del 22% en casos de VRS y un incremento en gripe y COVID-19
La temporada respiratoria en Nueva York sigue intensificándose, con datos recientes confirmando un aumento notable de virus como el virus respiratorio sincitial (VRS), la gripe y el COVID-19.
Durante la semana que finalizó el 30 de noviembre, los laboratorios en todo el estado informaron un incremento del 22 % en las pruebas positivas de VRS en comparación con la semana anterior, afectando principalmente a niños pequeños.
Esta tendencia también se refleja en las tasas nacionales de hospitalización por VRS, que han aumentado significativamente en las últimas semanas.
El impacto en los hospitales es evidente, con niños menores de 4 años representando el 8 % de las visitas a urgencias por enfermedades respiratorias como COVID-19, gripe o VRS, en contraste con el 1,4 % de adultos mayores de 65 años. Este desbalance subraya la vulnerabilidad de los más jóvenes a estas infecciones. Sin embargo, existen medidas preventivas clave para proteger a los bebés del VRS.
Dos estrategias destacan para mitigar el riesgo de VRS en los recién nacidos. La primera es la vacunación materna durante el embarazo, específicamente entre las semanas 32 y 36, de septiembre a enero. Este intervalo asegura que los anticuerpos desarrollados por la madre se transfieran al bebé a través de la placenta, brindándole protección durante su primera temporada de exposición al virus.
Para quienes no puedan recibir esta vacuna durante el embarazo, otra opción efectiva es el tratamiento con nirsevimab, un anticuerpo monoclonal administrado al bebé justo antes o al inicio de la temporada de VRS. Este tratamiento ha demostrado una eficacia del 90 % en la prevención de hospitalizaciones relacionadas con el VRS en lactantes.
El panorama para los adultos también requiere atención
Se recomienda la vacunación contra el VRS para adultos mayores de 75 años y para aquellos entre 60 y 74 años con alto riesgo de complicaciones graves.
Mientras el VRS cobra fuerza, la gripe también muestra un aumento en Nueva York. El número de casos en todo el estado subió un 47 % en la última semana de noviembre, con los mayores aumentos en la ciudad de Nueva York y sus alrededores.
Aunque las hospitalizaciones relacionadas con la gripe están creciendo en todo el estado, el énfasis en la vacunación sigue siendo crucial para reducir complicaciones graves y aliviar la presión sobre los sistemas de salud.
En cuanto al COVID-19, la situación presenta un contraste interesante respecto al año anterior. En 2023, las hospitalizaciones comenzaron a incrementarse a mediados de noviembre; sin embargo, este año, la actividad ha mostrado un retraso.
Expertos sugieren que la ola de infecciones durante el verano pudo haber contribuido a una inmunidad comunitaria más robusta, manteniendo la transmisión a niveles bajos hasta el otoño. Sin embargo, los niveles de COVID-19 en aguas residuales de la ciudad de Nueva York están aumentando, lo que indica un resurgimiento potencial en la transmisión del virus.
La convivencia de estos tres virus respiratorios plantea un desafío significativo para la salud pública, especialmente en un periodo como la temporada festiva, cuando la interacción social se intensifica. Afortunadamente, las vacunas contra el COVID-19 y la gripe están ampliamente disponibles.
Muchos centros ofrecen citas rápidas y flexibles para quienes deseen protegerse a sí mismos y a sus familias. Es imperativo que la población aproveche estas oportunidades de vacunación antes de que las festividades de fin de año ocupen la agenda de todos.
La protección mediante la vacunación no solo beneficia a quienes la reciben, sino que también ayuda a reducir la propagación comunitaria de estos virus respiratorios, aliviando la carga sobre hospitales y sistemas de salud.
Sigue leyendo: