El día que Osiel Cárdenas llamó a un canal nacional desde prisión de máxima seguridad
En 2004 Osiel Cárdenas Guillén tenía el control de una prisión de máxima seguridad en México, y 20 años después ya se encuentra en el mismo lugar
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Cárdenas Guillén fue detenido en México en 2003 y extraditado a Estados Unidos en 2007. Crédito: Agencia Reforma
Osiel Cárdenas Guillén, líder de una de las organizaciones criminales más longevas, el Cártel del Golfo, realizó una llamada a un canal de noticias desde el penal de Almoloya de Juárez, en México, en cadena nacional, el narco reveló cómo la corrupción imperaba en el penal, pues el reo tenía todo el poder dentro de él, lo que fue evidente por el acceso a teléfonos celulares, prohibidos en aquel lugar.
La llamada fue hecha directamente al canal 2, durante un noticiero matutino, en octubre del año 2004. Ésta puso al descubierto lo que sucedió en el año 2003 tras su detención en Matamoros; aseguró haber sido presionado por el entonces titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, José Luis Santiago Vasconcelos, para culpar de complicidad al gobernador Tomás Yarrington, originario de Tamaulipas y militante del partido político de oposición, el PRI; también a incriminarse.
Osiel Cárdenas, quien fundó al grupo criminal Los Zetas, uno de los cárteles más sanguinarios de México y que comenzó como brazo del Cártel del Golfo, tenía libre acceso a teléfonos celulares y otros tantos lujos dentro del penal de máxima seguridad.
Muchos años transcurrieron dentro del penal, mismos en los que tuvo bajo su control al menos a 60 reos, y durante los cuales logró deshacerse de tres enemigos: Alberto Soberanes Ramos, alias “El Socorro”, cercano a Joaquín “El Chapo” Guzmán; Miguel Ángel Beltrán Lugo, alias “El Ceja Güera”, confidente de “El Chapo”, y su hermano, Arturo Guzmán Loera, alias “El Pollo”.
Un custodio entrevistado por el diario Milenio narró que Osiel “Logró tanto poder que su gente traía armas al penal. Nosotros, la verdad sea dicha, les sacábamos la vuelta. Nos hacíamos como que no veíamos nada, porque tampoco queríamos problemas. Podías no tomar su dinero, pero no podías hacer algo contra ellos”.
Las dádivas de Cárdenas Guillén
Otro custodio entrevistado por el mismo medio narró que Osiel Cárdenas duplicaba el sueldo de los empleados del penal e incluso pagaba los estudios de sus hijos.
A cambio, tenía acceso a botellas de tequila, comidas de restaurantes y droga para sus allegados; además de todos los teléfonos, desde los cuales se mantenía comunicado todo el tiempo.
“Se la pasaba hablando por teléfono. Y juntó a su propia gente, como 60 o 70. Todo el tiempo daba órdenes, pedía esto y aquello. Para nosotros era muy claro que seguía siendo el jefe de su grupo, aunque en las noticias daban el nombre de otras personas”, aseguró uno de los custodios.
“Imagínese qué tan intocable era que, desde el penal, redactó a sus abogados —que eran muchos— una carta para el presidente Vicente Fox y salió publicada en un periódico nacional. Eso hoy sería un escándalo, no sé, una carta en su periódico de un narco a la presidenta Sheinbaum. Pero antes era otra cosa”, agregó el entrevistado.
Óscar Balderas, periodista de Milenio y experto en crimen organizado, señala que el entonces responsable de las prisiones federales, Carlos Tornero Díaz, reconoció que el arma que mató al hermano menor de “El Chapo” en el penal fue introducida por el propio personal de seguridad, lo que revelaba la corrupción, que se había convertido en la “llave maestra” de los delincuentes que vivían y gobernaban la cárcel.
El funcionario fue cesado por el Secretario de Seguridad Pública Federal, Ramón Martín Huerta en 2005, quien se comprometió a restablecer el orden en el penal, así como asignar nuevos custodios. En septiembre, cuando se dirigía hacia el penal a bordo de un helicóptero, éste sufrió un accidente (que nunca se aclaró) y Martín Huerta perdió la vida.
La fuga fallida
“El Matamigos”, como se le conoce también a Cárdenas Guillén, solicitó ayuda a su representante en Michoacán, Carlos Rosales, alias “El Tísico”, fundador de La Familia Michoacana, para fugarse al costo que fuera.
En junio de 2003 operó el escape de 60 miembros de Los Zetas del penal de Morelia, Michoacán, así que tenía experiencia; sin embargo, los planes no lograron llevarse a cabo.
Todo se frustró gracias a la intervención de las líneas telefónicas del penal por parte del Ejército mexicano, quien logró desmantelar un campamento en Uruapan, Michoacán, donde un comando ensayaba cómo liberar al “Matamigos” con ayuda de funcionarios corruptos.
La fuga no se llevaría a cabo pues fue extraditado hacia Estados Unidos en 2007. Más de 16 años después ha regresado deportado a México, a la misma cárcel que gobernó con total impunidad.
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