Panorama desolador para los maestros en California

Estudio revela los bajos salarios que llevan a muchos maestros a pensar en abandonar la profesión

Muchos maestros tienen que comprar utensilios de su propia bolsa para tener lo necesario para enseñar.

Muchos maestros tienen que comprar utensilios de su propia bolsa para tener lo necesario para enseñar. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Un nuevo informe de la Asociación de Maestros de California (CTA) denominado “El estado de las escuelas públicas de California” pinta un panorama gris para los maestros, como consecuencia de “salarios inadecuados” y el aumento de los costos de vida.

La encuesta realizada entre más de 2,000 educadores da razón el por qué cada vez es más difícil contratar y retener a los maestros de California.

La realidad descrita en el informe detalla las peripecias que deben hacer los profesores, tanto veteranos como principiantes para llegar a fin de mes, porque viven de cheque en cheque.

Así, es muy probable que no puedan responder a emergencias económicas inesperadas ni se pueden permitir vivir en las inmediaciones de las comunidades a las que sirven, muestra el informe.

Kristina Caswell, maestra de prekínder por muchos años y madre de tres hijos, de 12 años, ocho y una bebé de 19 meses,  declaró que el costo creciente de la atención médica ha impactado enormemente a su familia.

“El empleador de mi esposo no ofrece seguro médico. Él trabaja para una empresa pequeña y por eso recibimos seguro médico a través de mi empleador”, expresa.

Carolina Sánchez García, maestra de primaria del Distrito Escolar Unificado de San Diego, dijo que su salario anual ronda los $52,000 y tiene casi dos décadas dando clases.
Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

 “Recientemente ha habido un aumento significativo en el costo mensual de nuestra atención médica solo porque todo está subiendo de precio y he tenido que asumirlo como empleada por mi cuenta, pero sin ningún apoyo adicional de mi empleador “, añadió.

Kristina reveló que teniendo en cuenta el aumento de los costos en sus facturas mensuales y los alimentos, todavía está pagando sus préstamos estudiantiles y la guardería de su hija, para que ella y su esposo puedan trabajar.

Así como ella, entre las luchas agravadas de los educadores que son padres, el reporte señala que el 43% de ellos tienen niños en casa, pero más de dos tercios (aproximadamente 1,300) dicen que su capacidad para ahorrar dinero para la educación superior de sus hijos es una preocupación importante.

David B. Goldberg, presidente de CTA, dijo que en el informe hay datos de “problemas muy serios”.

Información de CTA.
Crédito: CTA | Impremedia

Describió que para gran mayoría (81%) de los educadores de California, los salarios no están a la altura del costo de los bienes y servicios cotidianos que se necesitan para sobrevivir, como alimentos, gasolina y cuidado de niños.

Inclusive, para llegar al fin de mes han tomado decisiones difíciles: han retrasado u omitido la atención médica debido a dificultades financieras; el 37% retrasó reparaciones en el hogar o el automóvil; dos de cada tres educadores incurrieron en deudas personales, se han quedado sin atención médica para ahorrar dinero, o bien, han aceptado un segundo trabajo o un trabajo informal para sobrevivir.

De acuerdo con Salary.com, a partir del 1 de enero de 2025, el salario anual promedio de un maestro de escuela pública en California es de $ 65,223.  

Según el sitio web indica que los salarios pueden variar desde un mínimo de $44,640 hasta un máximo de $92,643, y la mayoría de los maestros profesionales ganan entre $54,449 y $79,575.

Sin embargo, datos oficiales del Departamento de Educación indican que los salarios promedio a nivel estatal y porcentajes de gastos del Informe de Responsabilidad Escolar 2022-23 muestran que fluctuaban desde los $51,352 anuales para maestros principiantes de escuelas primarias hasta los $103,442 para quien más ganaba.

Carolina Sánchez García, maestra de primaria del Distrito Escolar Unificado de San Diego, dijo que su salario anual ronda los $52,000 y tiene casi dos décadas dando clases.

“Las viviendas están muy caras y también los seguros de salud”, dijo la mujer originaria de Managua, Nicaragua. “Tengo que ayudar a un hijo para su carrera universitaria y a otro también, para que se gradúe de la secundaria”.

Sánchez García señaló que los salarios de los maestros no son suficientes, porque ella, que enseña a niños de prekínder, tiene que proveerles de su propio sueldo el material de trabajo.

Piensan abandonar la carrera

Goldberg dio a conocer que, además, el 60% de los educadores considera que la inseguridad financiera es una preocupación importante o moderada, y que cuatro de cada 10 maestros encuestados están considerando dejar la educación en los próximos años.

El 77% de los educadores dijo que las dificultades financieras están influyendo en su decisión de seguir o no en el magisterio, y conocen que más de la mitad de quienes han abandonado las aulas para siempre, “lo hicieron debido a dificultades financieras”.

Goldberg, señaló que más de uno de cada tres educadores más jóvenes está considerando irse (35%) y el 92% cita razones financieras. Incluyendo los altos costos para sus bolsillos en cuanto a la atención médica.

Además de criticar el hacinamiento en las aulas, otras cuestiones clave de la encuesta muestran que los educadores informaron que sus estudiantes enfrentan una grave falta de acceso y apoyo a la salud mental; además que muchos de sus estudiantes no tienen acceso confiable a comidas o vivienda estable.

“Si escuchas la retórica sobre lo que está sucediendo en la educación pública, se habla de lo importante que es apoyarse en los servicios de salud mental de las escuelas”, agregó Goldberg.

“Y, sin embargo, nuestra proporción de consejeros en California es una de las peores del país, y nuestro apoyo a la salud mental no satisface las necesidades básicas de nuestros estudiantes. Esta es una crisis profunda que tenemos que seguir afrontando”, subrayó.

El informe asegura que California ocupa el lugar número 48 entre los 50 estados del país, con el menor número de consejeros escolares, es decir, de los 12,663 que hay, cada uno de ellos debería atender a 464 estudiantes. Durante más de 46 años, las escuelas públicas de California han estado operando con déficit en gran parte debido a la aprobación de la Proposición 13 y al traslado de la inversión en las escuelas a ganancias para las corporaciones.

En los últimos años se han podido realizar inversiones históricas en asociación con el gobernador Gavin Newsom y la Legislatura para el prekínder universal y las escuelas comunitarias y otros programas.

El factor Donald Trump

Una parte del reporte de la de la Asociación de Maestros de California (CTA) se refiere a que las escuelas públicas enfrentan una amenaza existencial bajo la administración Trump.

“Ahora es el momento de diseñar un plan de financiación más sólido para las escuelas, los estudiantes y las comunidades de California”, afirmaron los autores del reporte que condujo la empresa GBAO Strategies

Donald Trump, quien asume al poder en la Casa Blanca el 20 de enero, hizo una promesa de campaña a sus votantes: eliminar el Departamento de Educación de los Estados Unidos y daría a los estados todo el poder para controlar la educación.

Y, aunque por sí solo él no puede eliminar un departamento, podría solicitar al Congreso que apruebe la creación o desaparición de una agencia.

“Estamos viviendo un momento crítico para la educación pública. Los estudiantes y educadores de California necesitan más recursos, no menos, para que los estudiantes aprendan en ambientes escolares seguros y estables”, declaró David B. Goldberg, presidente de CTA, a La Opinión.

“Los maestros merecen salarios y beneficios que nos permitan prosperar en las comunidades a las que servimos”, añadió. “A nivel nacional, la educación especial tiene una financiación insuficiente. Necesitamos personas que trabajen junto a los educadores para asegurar más recursos para las escuelas públicas y proteger la institución de la educación pública”.

Por su parte, la maestra Carolina Sánchez precisó que el daño que le causaría Trump a la educación “sería muy grande”.

“Estamos hablando de 75,000 maestros en California”, dijo. “Aparte, ¿Qué tipo de educación vamos a entregarle a nuestros hijos? ¿Cuál va a ser la nueva normalidad? ¿La educación será del sector privado? Allí se requieren diferentes estándares”, manifestó.

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