“Hasta que termine”: Residente de Los Ángeles se negó a dejar su casa en la que ha vivido 18 años

En la frontera de Altadena y Pasadena, Steve Peterson se paró frente a su entrada y observó cómo las llamas se elevaban a solo una calle de su casa. “De verdad”, dijo, describiendo la escena apocalíptica.

Los vientos se levantaron con fuerza anoche cuando llegó a casa. Derribaron el árbol de su patio delantero sobre su camioneta. Regó su casa e incluso tuvo que apagar un pequeño incendio en su patio trasero.

“Fueron solo las hojas las que se incendiaron”, dijo Peterson a USA Today, tomándose un descanso de mover ramas en su patio delantero. El humo acre flotaba en el aire, las llamas amenazaban aún desde un poco más abajo de su calle.

Era casi como si las brasas saltaran sobre casas al azar. Una casa en llamas, la siguiente no. Peterson dijo que se quedaría allí, tratando de capear los furiosos incendios en la casa que ha tenido durante 18 años.

Los vecinos se han ido. Los bomberos también le recomendaron que se fuera. Pero le dijo a un reportero de USA Today que estará aquí “hasta que termine”.

Al norte, los bomberos y otros residentes estaban tratando de contener el fuego, algunos con mangueras, otros con baldes. Incluso los niños se unieron al trabajo, recogiendo el agua que corría por la calle. Se podía ver a los propietarios de viviendas regando los techos.

Algunas casas estaban completamente envueltas, mientras los bomberos iban y venían por el vecindario, rociando lo que podían. “Si no fuera por los vientos, no habría escalado a este nivel”, dijo Peterson.

Más al norte, fue peor. Filas enteras de casas fueron arrasadas, los autos fueron quemados y los cables eléctricos estaban esparcidos por las calles.

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