“Tu vecindario está en llamas”: Testimonios de los residentes que dejaron sus casas en Los Ángeles
Varias personas tuvieron que abandonar sus automóviles en medio de la calle para huir a pie de las voraces llamas, y algunas dieron su testimonio
Varios incendios ocurridos en Los Ángeles han arrasado más de 10,000 estructuras y causado once muertes, además de la destrucción de hogares de miles de personas.
El incendio de Palisades ha sido el más destructivo en la historia moderna de Los Ángeles. Personas tuvieron que abandonar sus automóviles en plena calle para huir a pie de las voraces llamas, impulsadas por los fuertes vientos de Santa Ana.
Las autoridades se valieron de una excavadora para empujar los automóviles abandonados en Sunset Boulevard, a un lado del camino para poder dejarlo libre para los vehículos de emergencia.
Muchos testimonios han sido recabados por medios como Univision, como el de Eddie Aparicio, residente de Altadena, quien huyó de las llamas junto con su pareja.
“Las ramas caían por todas partes. Había árboles enormes sobre los autos (…) Ver las brasas caer de la montaña, saltar 30 cuadras y aterrizar en una casa, es una locura”.
Un vecino, al día siguiente, le envió fotos de lo único que había quedado en pie de su casa: la chimenea.
Eddie expresa que lo más doloroso no es perder recuerdos familiares, sino ”la pérdida de una comunidad querida”.
Aarón Samson no tenía automóvil para huir de las llamas, ni pudo recibir ayuda al llamar al 911 y tampoco viaje en Uber. Un vecino aceptó ayudarle a su familia y sus dos maletas, pero las autoridades les hicieron huir a pie.
“Las copas de las palmeras ardían como bengalas gigantes en el viento incesante”, señaló a Univision.
El suegro de Samson se recuperaba de un procedimiento médico, y al bajarse del automóvil se apoyó contra un poste de luz, mientras su yerno recuperaba su andador.
“¡Lo tenemos, papá, lo tenemos!”, dijo Samson, mientras grababa el momento de pesadilla. Caminaron por unos 15 minutos antes de que otro “buen samaritano” les llevara en su vehículo.
Samson narró que su suegro le dijo: “Aaron, si alguna vez estamos en una posición en la que las llamas están ahí, corre y déjame aquí”. Pero fueron salvados, no una vez, sino dos. “¡Nos salvaron!, ¡Realmente dieron un paso al frente!”, agregó.
Series Wallace desconocía los incendios que ocurrían a unos metros hasta que recibió la alarmante llamada de su hermana, justo en el momento en que un helicóptero dejó caer agua sobre su casa.
“Yo estaba como, ‘¿está lloviendo?’, Me dijo: ‘No, no está lloviendo, tu vecindario está en llamas. Tienes que huir”.
Al abrir la puerta de su casa vio que una ladera cercana estaba ardiendo, así que pensó en lanzarse a una piscina para salvarse, pero mejor caminó a una esquina.
“No tenía otra manera de salir, y si no hubiera sido por la gracia de Dios, el hijo de mi vecino que venía a buscar a su madre y yo que iba a la esquina para intentar hacer señas a alguien para que se detuviera…”
Altadena fue la ciudad más afectada por los incendios. EJ Soto vio entre lágrimas cómo la casa en la que vivió por 30 años con su madre, dos sobrinas, su hermana y su esposo, era consumida por las llamas.
Huyeron en automóvil a las tres de la madrugada, con todo y su gato, hasta llegar el estadio Rose Bowl. Más tarde regresaron a ver su vecindario, cuando vieron su casa de dos pisos envuelta en llamas.
También en Altadena, casi 100 ancianos, algunos sólo en pijama a pesar del frío, huyeron de las llamas caminando, en camillas y en silla de ruedas, hasta llegar a un refugio.
Expertos entrevistados por CNN consideran que la combinación de vientos, las condiciones inusualmente secas y los múltiples incendios que ocurrieron uno tras otro en la misma región geográfica, hicieron inevitable la destrucción generalizada.
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