La actividad del virus respiratorio sigue “alta” en Estados Unidos, dicen los CDC
Los virus respiratorios, incluyendo gripe, COVID-19 y VSR, siguen propagándose en EE.UU. con actividad "alta", afectando especialmente a niños y mayores
En medio del invierno, Estados Unidos enfrenta un panorama con la persistente propagación de virus respiratorios como la gripe, el COVID-19 y el virus sincitial respiratorio (VSR). Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la actividad general de enfermedades respiratorias sigue siendo catalogada como “alta” a nivel nacional, con millones de personas enfermas y buscando atención médica.
El último informe de los CDC, al 17 de enero, sitúa a Hawái y Nueva Hampshire como estados con actividad “muy alta” de enfermedades respiratorias, mientras que otros 15 estados se clasifican con actividad “alta”. Aunque algunos indicadores sugieren una posible estabilización en ciertas áreas, las autoridades advierten que esto podría ser resultado de demoras en los informes durante las vacaciones y cambios en la frecuencia con la que las personas buscan atención médica.
“No debemos asumir que los casos han alcanzado su punto máximo. Es probable que esta actividad continúe durante varias semanas más”, indicaron los CDC. El Dr. John Brownstein, epidemiólogo y director de innovación en el Boston Children’s Hospital, subrayó que esta temporada refleja, por primera vez en años, las tendencias previas a la pandemia. “Históricamente, hemos visto picos secundarios durante estas semanas, y eso podría repetirse este año”, explicó.
Los datos muestran que, en lo que va de temporada, se han registrado al menos 12 millones de casos de gripe, 160,000 hospitalizaciones y 6,600 muertes, incluidas 27 muertes pediátricas. La gripe sigue siendo la causa principal de visitas a emergencias y hospitalizaciones, especialmente entre personas mayores de 65 años. La COVID-19, con un aumento en su actividad reciente, y el VSR, que ha alcanzado su punto máximo en varias regiones, también están contribuyendo significativamente al impacto hospitalario.
Entre los niños menores de 4 años, las visitas a emergencias se relacionan mayormente con el VSR, mientras que en menores de 18 años, tanto la gripe como el VSR son factores importantes. Por otro lado, las tasas de hospitalización más altas se observan en adultos mayores de 65 años, principalmente debido a la gripe y la COVID-19.
Las vacunas, que podrían mitigar significativamente la carga de estas enfermedades, no han alcanzado niveles óptimos de cobertura. Hasta el 4 de enero, solo el 43.4% de los adultos estadounidenses se habían vacunado contra la gripe, mientras que la actualización de la vacuna contra la COVID-19 para la temporada 2024-2025 había alcanzado solo al 22.8% de los adultos. Las cifras son aún más bajas entre los niños, donde apenas el 42.9% recibió la vacuna contra la gripe y un 11% la vacuna actualizada contra la COVID-19.
El Dr. Brownstein destacó que aún hay tiempo para recibir las vacunas. “Incluso en el pico de actividad, la vacunación sigue siendo una herramienta vital para reducir el riesgo de enfermedad grave”, afirmó. Además, subrayó que estar al día con las vacunas no solo protege a individuos, sino que también disminuye la propagación en la comunidad y alivia la presión sobre los sistemas de salud.
Por su parte, los CDC reiteraron la importancia de adoptar medidas preventivas adicionales, como el uso de mascarillas en lugares concurridos, el lavado frecuente de manos y quedarse en casa en caso de presentar síntomas. Con millones de estadounidenses afectados y los sistemas hospitalarios bajo presión, se espera que las próximas semanas sean decisivas para controlar la propagación de estas enfermedades.
Mientras tanto, expertos insisten en la necesidad de aumentar los esfuerzos de vacunación y educar a la población sobre la importancia de prevenir enfermedades respiratorias. Aunque los desafíos persisten, medidas colectivas podrían marcar la diferencia en el curso de esta temporada crítica.
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