Trump despidió a unos 15 inspectores generales del gobierno

El presidente Donald Trump despidió a los inspectores generales independientes de más de una docena de agencias federales en una purga sin precedentes realizada el viernes por la noche.

La decisión allanó el camino para que Trump instale a sus leales en el papel crucial de identificar el fraude, el despilfarro y el abuso en el gobierno.

Los únicos inspectores generales a nivel de gabinete que se salvaron fueron los del Departamento de Seguridad Nacional y del Departamento de Justicia.

The Washington Post fue el primero en informar sobre los despidos.

Un Inspector General lleva a cabo investigaciones y auditorías sobre posibles irregularidades, fraudes, despilfarro o abusos por parte de una agencia gubernamental o su personal, y emite informes y recomendaciones sobre sus hallazgos. La oficina del Inspector General está destinada a operar de manera independiente.

Los despidos parecen violar la ley federal, que exige que el Congreso reciba un aviso con 30 días de anticipación sobre cualquier intención de despedir a un inspector general confirmado por el Senado.

La incertidumbre legal podría generar encuentros incómodos el lunes, cuando varios organismos de control a quienes se les informó que habían sido despedidos planeaban presentarse en sus oficinas para trabajar de todos modos.

El presidente del Consejo de Inspectores Generales de Integridad y Eficiencia cuestionó la acción de la Casa Blanca en una carta a Gor a última hora del viernes, citada por The Washington Post.

“Le recomiendo que se ponga en contacto con el asesor jurídico de la Casa Blanca para analizar el curso de acción que pretende seguir. En este momento, no creemos que las medidas adoptadas sean legalmente suficientes para destituir a los Inspectores Generales designados por el Presidente y confirmados por el Senado”, escribió Hannibal “Mike” Ware, inspector general de la Administración de Pequeñas Empresas e inspector general interino de la Administración del Seguro Social.

Los legisladores demócratas criticaron los despidos, y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, calificó la medida como “una purga escalofriante” y advirtió que los despidos podrían iniciar “una época dorada de abusos en el gobierno, e incluso de corrupción”.

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