Empresaria en Altadena: ‘La tienda sigue, pero toda mi ciudad ha desaparecido’
Adriana Molina recuerda con nostalgia la comunidad donde creció, donde tenía su negocio y sus clientes; hoy no sabe si volverá abrir su tienda
Adriana Molina, dueña de la tienda Sidecca, compró ropa para donar a las víctimas de los incendios en Altadena. A pesar de haber tenido que evacuar ella y su familia, la empresaria manejó de Long Beach a Pasadena para entregar los artículos a las personas que también estaban siendo evacuadas por el incendio Eaton.
El hogar y el negocio de Molina se encuentran a las orillas de Altadena y afortunadamente terminaron intactos. No obstante, tenía un sentimiento de culpa de toda la destrucción a su alrededor y del saber que conoce a muchas personas que perdieron su hogar, incluido su hermano Héctor.
“La tienda sigue, pero toda mi ciudad ha desaparecido”, dijo Molina. “Han desaparecido 7,000 casas y esos también son mis clientes”.
La empresaria latina lanzó una campaña de GoFundMe, no para ella o su negocio, sino para brindar apoyo a las familias que han perdido sus hogares, muchos de ellos sus clientes.
El futuro de Sidecca no se sabe por el momento, pero la emprendedora dice que por ahora se enfocará en apoyar a las familias en Altadena.
“Conozco a muchas familias, tal vez 89 en la escuela de mis hijos que lo perdieron todo”, expresa Molina, quien creció en Altadena en una comunidad muy unida. Sus padres, originarios de Jalisco, todavía viven en Altadena y al igual que ella, se sienten afortunados porque su hogar no se destruyó con los incendios.
Su hermano Héctor y su familia que perdieron su hogar se mudaron a una trailer que Molina tiene justo afuera de su hogar, mientras buscan otro lugar donde vivir.
“Fue a su casa y trajo una bicicleta, dos sillas, un sube y baja y dos maceteros y dijeron: nos llevamos esto porque esto es lo que tenemos”, dijo Molina de su hermano.
La familia de Héctor puso sus cosas justo afuera del tráiler para poder sentirse como si estuvieran en casa. Él tiene un chat grupal con sus vecinos y dice que todos piensan reconstruir sus hogares.
Molina comenzó a trabajar con Sidecca hace 20 años cuando antes era una cadena de tiendas. Pero hace 13 años, cuando la empresa se declaró en bancarrota, la empresaria latina compró el nombre y ha sido la dueña desde entonces.
La emprendedora abrió el local en Altadena en 2020 y la tienda estaba llena de cardigans (chaquetas), pegatinas, vestidos y más.
Molina vió la tienda por primera vez casi dos semanas después del incendio, y vio su cartel de cerrado en la puerta con cenizas por encima.
Los locales alrededor del suyo quedaron totalmente destruidos, solo con escombras dentro de ellos. Ella todavía no entiende cómo su negocio quedó casi intacto.
En una publicación que la emprendedora compartió por Instagram donde anunció que su negocio estaba a salvo, clientes y miembros de la comunidad expresaron felicidad y amor para Sidecca.
Muchos de ellos dijeron que en cuanto abra la tienda de nuevo, estarán ahí.
La emprendedora subraya que aún necesita más tiempo para decidir si le gustaría abrir de nuevo su negocio después de tener dificultades con la pandemia, una demanda y ahora el incendio Eaton.
Recientemente, Molina lanzó un evento de recaudación de fondos para apoyar a sus empleados debido a que no pueden trabajar; así que por ahora está vendiendo camisetas, bolsas y llaveros entre otras cosas con el nombre de Altadena, un diseño que fue muy popular en su tienda.
Además, está en busca de otros negocios pequeños o vendedores afectados por el incendio para poder vender sus artículos en el sitio web de Sidecca y darles más clientes y apoyo.
La pérdida de la comunidad donde creció ha impactado a Molina, pero sostiene que seguirá haciendo todo lo que pueda para apoyar.
Ella subraya que el apoyo que se ha visto hasta el momento ha sido importante, pero le gustaría ver más respaldo a largo plazo.
“Dentro de unos meses, espero que el apoyo que se está dando ahora continúe” dijo Molina. “Todas las donaciones y las recaudaciones de fondos para las familias que están desplazadas… porque será más difícil en el futuro”.