La tecnología de hidrógeno: BMW sigue adelante, Toyota duda

Mientras Toyota reconsidera su enfoque en la tecnología de hidrógeno para vehículos, BMW reafirma su compromiso con esta alternativa. Ojo al iX5 Hydrogen

MINI Cooper John Cooper Works

MINI Cooper John Cooper Works. Crédito: BMW. Crédito: Cortesía

El hidrógeno ha sido considerado durante años como una de las grandes promesas para el futuro de la movilidad sostenible.

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Sin embargo, esta tecnología no ha logrado despegar del todo en el mercado de automóviles debido a varios factores, como su alto costo, la limitada infraestructura de repostaje y la creciente eficiencia de las alternativas eléctricas con batería.

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Esto ha llevado a que algunos fabricantes, como Toyota, estén reevaluando su apuesta por este combustible.

Toyota fue pionera al introducir el Mirai, un vehículo impulsado por hidrógeno que ha intentado abrirse camino en un entorno dominado por eléctricos e híbridos.

A pesar de eso, las bajas cifras de ventas y la falta de estaciones de repostaje han empujado a la marca japonesa a ofrecer importantes descuentos en algunos mercados.

Ahora, Toyota parece enfocar su desarrollo en aplicaciones industriales y transporte pesado, alejándose de los automóviles de uso cotidiano.

Por otro lado, BMW sigue defendiendo el hidrógeno como una opción viable y prepara una jugada audaz para revitalizar este segmento.

Según fuentes del medio especializado Autocar, la marca bávara podría lanzar una versión de su SUV iX5 equipada con pila de combustible de hidrógeno para 2028, marcando un contraste con la estrategia de Toyota.

El compromiso de BMW con el hidrógeno

BMW ha sido clara en su estrategia de electrificación, que incluye tanto vehículos eléctricos como alternativas de hidrógeno.

La empresa planea utilizar su plataforma CLAR evolucionada para modelos como el iX5 Hydrogen, en lugar de la Neue Klasse, diseñada específicamente para eléctricos.

Esto le permitirá a BMW ofrecer una gama de opciones motrices en el mismo modelo: combustión interna, híbridos enchufables, eléctricos de batería y versiones de hidrógeno.

El desarrollo del iX5 Hydrogen no es un concepto nuevo para BMW. Ya en 2021, la marca presentó un prototipo funcional que demostró las capacidades de esta tecnología.

Con una potencia estimada de 400 caballos y una autonomía cercana a los 500 kilómetros, el vehículo prometía tiempos de repostaje similares a los de un automóvil de gasolina, lo que representa una ventaja significativa frente a los eléctricos, cuyos tiempos de carga aún son un desafío para muchos usuarios.

Detalles del MINI Cooper John Cooper Works
Detalles del MINI Cooper John Cooper Works. Crédito: BMW.
Crédito: Cortesía

La colaboración con Toyota y la tecnología compartida

El próximo iX5 Hydrogen no sería un desarrollo completamente independiente. BMW aprovechará su colaboración con Toyota, líder en tecnología de pila de combustible, para implementar componentes clave en el modelo.

Esa sinergia entre dos gigantes de la industria busca optimizar costos y acelerar el desarrollo de vehículos de hidrógeno, una estrategia que ambas marcas han explorado en el pasado.

A pesar de esta cooperación, BMW se enfrenta a un entorno desafiante. La infraestructura de repostaje de hidrógeno sigue siendo limitada incluso en mercados avanzados como Europa y Estados Unidos.

Además, los consumidores aún están más inclinados hacia los vehículos eléctricos de batería, impulsados por incentivos gubernamentales y la expansión de las redes de carga.

Los desafíos del hidrógeno en el mercado automotriz

La tecnología de hidrógeno ofrece ventajas claras, como tiempos de repostaje rápidos y cero emisiones en el escape, pero enfrenta obstáculos importantes.

Entre ellos, el costo de producción y almacenamiento del hidrógeno sigue siendo elevado, lo que encarece tanto el vehículo como su operación.

Otro aspecto crucial es la falta de estaciones de hidrógeno, un problema que limita la adopción masiva.

En contraste, las redes de carga para vehículos eléctricos están creciendo rápidamente, ofreciendo una alternativa más accesible para los consumidores.

A pesar de estos desafíos, BMW ve en el hidrógeno un complemento a su gama eléctrica.

En lugar de reemplazar a los vehículos de batería, los modelos de hidrógeno podrían enfocarse en usuarios que necesitan mayor autonomía o tiempos de repostaje más rápidos, como conductores de largas distancias o flotas comerciales.

El iX5 Hydrogen y más allá

Si bien los detalles del iX5 Hydrogen aún son escasos, las expectativas son altas. Este modelo, basado en el exitoso X5, podría incorporar avances significativos en tecnología de pila de combustible, mejorando tanto el rendimiento como la eficiencia.

La apuesta de BMW también podría estimular a otros fabricantes a reconsiderar el hidrógeno como una opción viable, especialmente en un segmento premium donde los consumidores están dispuestos a pagar más por innovación y exclusividad.

Además, el éxito de este proyecto podría allanar el camino para futuros modelos SUV, como el iX6 y el iX7, que también podrían ofrecer variantes de hidrógeno.

Esto posicionaría a BMW como líder en un nicho de mercado que aún está en desarrollo, pero que podría convertirse en una solución clave para la movilidad sostenible a largo plazo.

Mientras Toyota reduce su exposición al mercado de hidrógeno para automóviles, BMW se posiciona como un defensor de esta tecnología.

El iX5 Hydrogen representa más que un modelo; simboliza una visión de sostenibilidad que busca ir más allá de las baterías eléctricas.

Sin embargo, el éxito de este enfoque dependerá de varios factores: avances tecnológicos, apoyo gubernamental para infraestructura y la capacidad de convencer a los consumidores de que el hidrógeno es una alternativa realista y conveniente.

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