“¿Quién nos dará alimentos?”: el vacío que deja la prohibición de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos

Para los refugiados palestinos en Gaza, el cese de actividades de la Unrwa significaría una catástrofe. Sin la ayuda de la agencia, peligran muchos servicios.

"No podemos imaginar nuestras vidas sin Unrwa, ¿quién nos dará alimentos?": el vacío que deja la prohibición de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos

Casi todos los palestinos en Gaza dependen de la ayuda humanitaria de la agencia.  Crédito: Getty Images

A finales de enero entrarán en vigor dos leyes impuestas por Israel para prohibir las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa, por sus siglas en inglés) en ese país y en las zonas ocupadas bajo su control.

Organizaciones humanitarias y varios países, entre ellos Reino Unido, Francia, Alemania y Japón, han expresado su profunda preocupación por la medida, que tendrá consecuencias nefastas para los palestinos, especialmente para quienes viven en Gaza, que dependen en su mayoría de la ayuda y los servicios de la agencia.

¿Pero que signfica exactamente esta prohibición para los palestinos y por qué Israel lleva tanto tiempo criticando a la agencia?

Mucho más que alimentos

Más de un año después de que estallara la guerra en Gaza, lo que más preocupa a Jumana Emad, madre de dos hijos, no es el conflicto armado en sí, sino la lucha constante por conseguir alimentos, agua y otros productos básicos.

Emad, una periodista de 26 años que vive en Jan Yunis, en el sur de Gaza, dice que la situación es la peor que se ha vivido durante toda la guerra.

“No hay comida ni bebida. Tengo una niña que necesita desesperadamente muchas cosas, pero no hay nada”.

Emad, como casi todos los que viven en Gaza, ha dependido de la ayuda y otros servicios de la Unrwa -descrita por algunos como un salvavidas para los palestinos- tanto durante la guerra como antes de ella.

Fundada en 1949 para atender inicialmente las necesidades de los 750.000 palestinos que se vieron obligados a abandonar o huir de sus hogares tras la creación del Estado de Israel, la Unrwa se ha convertido en la mayor agencia de ayuda en Gaza, con 13.000 empleados en el territorio y más de 30.000 en total en todo Medio Oriente.

Actualmente se ocupa de unos 5,9 millones de refugiados palestinos registrados en toda la región, incluidas Jordania, Líbano y Siria.

Jumana Emad: Jumana Emad, que dio a luz a una niña durante la guerra, dice que los palestinos de Gaza luchan por conseguir alimentos y agua.

Junto con la Media Luna Roja Palestina, Unrwa se ocupa de casi toda la distribución de ayuda en Gaza a través de 11 centros repartidos por todo el territorio.

Desde que comenzó la guerra, Unrwa ha distribuido paquetes de alimentos a casi 1,9 millones de personas, entregas que se han vuelto aún más vitales a medida que el coste de los suministros alimentarios básicos, como la harina, se ha disparado.

Además de ofrecer ayuda en forma de alimentos y otros productos básicos, brinda una serie de servicios que normalmente prestan las autoridades gubernamentales, como educación, sanidad, obras viarias e incluso préstamos a empresarios palestinos.

Pero, el trabajo de la agencia en Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental podría terminar si se implementan el 28 de enero las leyes aprobadas en octubre por el Parlamento israelí.

La nueva normativa también prohibirá al personal de la agencia trabajar con funcionarios israelíes.

En la práctica, Unrwa afirma que esto hará imposible su trabajo en Gaza y Cisjordania ocupada por Israel, ya que la agencia depende de acuerdos con Israel para operar, incluido el transporte de ayuda a través de los puestos de control entre Israel y Gaza.

Getty Images: Refugiados palestinos hacen fila para recibir alimentos distribuidos por la Unrwa en Gaza, en 1956.

De implementarse la legislación, “sólo en Cisjordania, significa que más de 47.000 niños palestinos dejarán de ir a la escuela. Y más de medio millón de refugiados palestinos que reciben servicios médicos no tendrán acceso a ellos”, explica Roland Friedrich, director de Unrwa para asuntos de Cisjordania.

Educación en peligro

La Unrwa lleva educando a palestinos desde 1950, cuando se crearon las primeras escuelas de la agencia. Hoy día administra cientos de escuelas en Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria.

Durante la guerra, muchos de estos centros educativos de Gaza se han utilizado como refugios improvisados para los palestinos desplazados.

La Unrwa afirma que casi el 70% de sus escuelas en Gaza han sido alcanzadas durante el conflicto, y algunas han quedado destruidas o gravemente dañadas. La agencia afirma que el 95% de las escuelas afectadas se utilizaban como refugios para los desplazados.

“Cuando nos enteramos de la noticia [sobre la prohibición], los padres empezaron a preguntarnos inmediatamente sobre las posibles repercusiones para sus hijos”, explica Doaa Al-Zorba, que lleva 20 años como profesora en la escuela para niñas Shu’fat de la Unrwa, en Jerusalén Oriental.

“Sólo pudimos decirles que la situación escapa a nuestro control”.

Getty Images: La Unrwa dice que casi el 70% de sus escuelas en Gaza se han visto afectadas por el conflicto, y algunas han quedado destruidas o gravemente dañadas.

La escuela, que educa a 1.500 alumnas en todo momento, es una de las tres que funcionan en el campo de refugiados de Shu’fat, el único campamento palestino en el área municipal de Jerusalén.

Al-Zorba cuenta que hay mucha ansiedad entre los alumnos y los padres ante la perspectiva del cierre de la escuela.

“Algunos de los niños mayores comprenden la situación, pero los más pequeños oyen a sus madres hablar de un posible cierre de la escuela. Por eso están nerviosos”

“Estoy muy conectada con los niños. Nos necesitan porque somos su refugio”.

¿Por qué Israel quiere prohibir las actividades de la Unrwa?

La prohibición de la Unrwa se produce tras las reiteradas acusaciones del gobierno israelí de que el personal de la agencia está vinculado a Hamás y a los atentados del 7 de octubre.

En enero de 2024, Israel afirmó que 12 miembros del personal de la agencia habían participado en los atentados del sur de Israel, en los que murieron 1.200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes.

Una investigación de la ONU sobre 19 empleados de la Unrwa concluyó que nueve podían haber estado implicados en los atentados; los que seguían vivos fueron despedidos.

Israel afirmó posteriormente que más de 450 empleados de la Unrwa pertenecían a grupos terroristas, pero un estudio de la ONU publicado en agosto concluyó que Israel no había aportado pruebas de sus afirmaciones.

Pero aunque la prohibición de la Unrwa fue motivada por los atentados del 7 de octubre, Israel lleva mucho tiempo criticando a la agencia.

BBC: Doaa Al-Zorba, profesora de la escuela para niñas Shu’fat de la Unrwa en Jerusalén Oriental, señala que ha aumentado la ansiedad de alumnos y padres ante la perspectiva del cierre de la escuela.

Una de las principales acusaciones de Israel es que la Unrwa permite que el estatuto de refugiado sea heredado por sucesivas generaciones de palestinos y que alienta sus esperanzas de regresar a sus hogares en la Palestina histórica, muchos de los cuales se encuentran ahora en Israel.

Sin embargo, según el derecho internacional, los hijos de refugiados y sus descendientes también se consideran refugiados hasta que se encuentre una solución duradera.

“Hay muy pocas dudas en este país de que la Unrwa no forma parte de la solución, sino del problema”, afirma Yuli Edelstein, diputado del partido derechista Likud del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y uno de los principales artífices del proyecto de ley que propone la prohibición.

En opinión de Edelstein, la agencia está “inextricablemente vinculada a Hamás”. La Unrwa afirma por su parte que sólo trabaja con Hamás a un “nivel operativo” en su calidad de gobernantes de facto de Gaza.

“Material antisemita” en la enseñanza

Otra de las denuncias de larga data del gobierno israelí apunta a que la enseñanza que imparte la agencia y los libros de texto que utiliza, ayudan desde su punto de vista, a perpetuar opiniones contrarias a Israel.

En 2022, el organismo de control israelí IMPACT-se afirmó que el material educativo utilizado en las escuelas de la Unrwa enseñaba a los alumnos que Israel intentaba “borrar la identidad palestina”.

La Comisión Europea también identificó anteriormente lo que denominó “material antisemita” en los libros de texto de la Autoridad Palestina (AP), “incluyendo incluso la incitación a la violencia”, mientras que el Parlamento Europeo ha pedido en repetidas ocasiones que la financiación de la UE a la AP, que administra parte de Cisjordania, esté condicionada a la eliminación de dicho contenido.

Getty Images: Desde el comienzo de la guerra en Gaza, la Unrwa ha distribuido paquetes de alimentos a casi 1,9 millones de personas.

La Unrwa afirma que enseña el plan de estudios del país de acogida de sus estudiantes, pero también lleva a cabo una revisión “periódica y meticulosa” de todos los libros de texto y materiales didácticos utilizados en sus escuelas para “garantizar su compatibilidad con los valores de la ONU y las normas de la Unesco, promover la excelencia educativa y reforzar la tolerancia y los derechos humanos”.

Aún no está claro qué sustituirá a la Unrwa en Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Este, pero existe el temor generalizado de que ninguna otra organización esté preparada para llenar el vacío que deje.

En julio, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que “no había alternativa” a la agencia.

Incluso antes de la guerra, según cifras de la Unrwa, más de dos tercios de los palestinos que vivían en Gaza dependían exclusivamente de la ayuda humanitaria para vivir debido al bloqueo impuesto por Israel desde 2007.

Cuando se aprobó la prohibición de Unrwa, Netanyahu dijo que “la ayuda humanitaria sostenida debe seguir estando disponible en Gaza”, y que Israel trabajaría con sus socios internacionales para garantizarlo.

Pero varias organizaciones humanitarias han cuestionado la viabilidad de tal plan.

Y mientras tanto, gazatíes como Jumana Emad no tienen ni idea de dónde vendrá la ayuda. “Sinceramente, no podemos imaginar nuestra vida sin Unrwa. ¿Quién nos proporcionará paquetes de comida? ¿Y dónde aprenderán los niños?”

“Si se cortaran estos servicios, la situación sería catastrófica”.

*Con información e investigación de Ziad Ghandour, de BBC News Arabic y Fernando Duarte, de BBC World Service.

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