CJN recluta a exmilitares colombianos, revela medio mexicano

El cártel Jalisco México recluta a exmilitares colombianos para ataques en el estado de Michoacán, revela sitio mexicano

Militares

Revelan que CJNG recluta a exmilitares colombianos. Crédito: Pixabay

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) no solo es uno de los grupos criminales más peligrosos de México, sino que ahora también está buscando exmilitares colombianos con experiencia en explosivos y combate, presuntamente fabricar minas y artefactos explosivos improvisados, de acuerdo a lo publicado por el sitio Animal Político.

Uno de esos exmilitares, conocido como “El Pascual”, relató al medio antes citado cómo cayó en la trampa del CJNG. Luego de seis años en el Ejército Nacional de Colombia, trabajaba en construcción hasta que en 2023 vio un anuncio prometedor en internet. Buscaban escoltas y personal de seguridad en México, con un buen sueldo y todos los gastos pagados. Parecía una oferta imposible de rechazar.

“Nos prometieron casa, comida, transporte y un sueldo de 7 millones de pesos colombianos, unos 34 mil pesos mexicanos. Todo sonaba muy bien”, relata. El contacto era otro militar colombiano en activo, lo que le daba confianza, reveló a la publicación.

En menos de una semana ya estaba volando a Cancún y luego a Guadalajara. Pero al llegar, algo no cuadraba. “Nos llevaron a una casa con carros de lujo y parecía todo en orden, pero cuando cayó la noche, ya estábamos en lo más alto de un cerro”, recordó.

De repente, le dieron una mochila, un uniforme camuflado y agua, y junto con otros exmilitares colombianos, lo llevaron a pie a un campamento escondido en la sierra.

Las órdenes eran claras y brutales: asesinar, torturar y sembrar minas en los campos. “Nos obligaban a mutilar campesinos, a enterrar explosivos para emboscadas y a disparar contra el ejército. No quise hacerlo, pero si te niegas, te matan”.

Exmilitar escapó del CJNG

Pero Pascual no estaba dispuesto a perder su vida ni su humanidad. Durante un enfrentamiento, aprovechó el caos y escapó. Caminó días sin agua ni comida, hasta que encontró un grupo religioso que lo ayudó y lo llevó a un centro cristiano, donde ahora ayuda a otros colombianos que han logrado huir.

El uso de explosivos en México ha crecido de manera alarmante, con el CJNG reclutando expertos en guerra para mejorar sus tácticas. “Las minas que están usando aquí son como las que vimos en Colombia. Son cada vez más sofisticadas y letales”, advierte Pascual.

“Los explosivos llegan a Michoacán con ayuda de policías de Jalisco y empresas fantasma del cártel”, asegura Wilson Restrepo, otro exmilitar colombiano.

El gobierno mexicano ha intensificado la búsqueda y desactivación de minas en Michoacán, pero la situación sigue siendo crítica. En diciembre, dos militares murieron en una explosión en la comunidad de Paredes del Ahogado, una zona minada por el CJNG y Los Viagras.

El trabajo de detección y desactivación es arriesgado y lento. “Un paso en falso y es el fin”, dice un soldado anónimo. Hasta ahora han encontrado y destruido al menos 12 minas en una sola área.

A pesar del peligro, Pascual sigue luchando para alertar a las autoridades y evitar que más personas caigan en la trampa del crimen organizado. “No quiero que nadie pase por lo que pasé. Si algo aprendí, es que siempre hay una salida”.

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