Los narcisistas tienen más probabilidades de sentirse excluidos: estudio
Un estudio muestra que los narcisistas enfrentan mayores niveles de exclusión social debido a su comportamiento disruptivo, perpetuando su ciclo de aislamiento

Los narcisistas, al sentirse marginados, suelen adoptar una mentalidad de víctima. Crédito: Nicoleta Ionescu | Shutterstock
Los narcisistas grandiosos, aquellos individuos con un sentido exagerado de importancia personal y una necesidad constante de atención, son fácilmente reconocibles en diversos entornos sociales, desde figuras públicas como celebridades hasta políticos.
Si bien sus conductas pueden parecer evidentes y familiares, un reciente estudio ha arrojado nuevos hallazgos sobre las consecuencias sociales de este comportamiento, revelando que los narcisistas no solo tienden a sentirse excluidos, sino que realmente son excluidos más frecuentemente que aquellos con personalidades menos egocéntricas.

Publicada en el Journal of Personality and Social Psychology, la investigación se llevó a cabo con la participación de 77,000 individuos en diversos estudios, experimentos y escenarios reales.
Los resultados indican que el comportamiento disruptivo y arrogante de los narcisistas aumenta la probabilidad de que los demás se distancien, lo que da lugar a un ciclo de exclusión social. Este estudio también destacó que los narcisistas son especialmente sensibles al estatus social y a las señales ambiguas, lo que hace que tiendan a percibir la exclusión incluso cuando no está ocurriendo.
A menudo, cualquier gesto que no cumpla con sus expectativas de admiración, como una mirada evasiva o la falta de interacción en redes sociales, puede ser interpretado como un acto de ostracismo.
La psicóloga clínica Dra. Ramani Durvasula, quien se especializa en tratar a personas con trastorno de personalidad narcisista, explicóa CNN que las personas con este trastorno suelen ser muy vulnerables a las señales de exclusión.
A veces, incluso un simple gesto inadvertido puede desencadenar una reacción desproporcionada por parte de un narcisista, que puede percibirlo como un desaire personal. Sin embargo, Durvasula aclaró que muchos de estos actos son involuntarios y no deben tomarse como un rechazo intencional, ya que las personas pueden simplemente estar ocupadas o distraídas.

El estudio revela que esta percepción exagerada de la exclusión puede generar un ciclo destructivo. Los narcisistas, al sentirse marginados, suelen adoptar una mentalidad de víctima, lo que a su vez intensifica sus comportamientos agresivos y manipulativos.
Como resultado, las personas a su alrededor, tanto amigos como familiares y colegas, pueden comenzar a evitar su compañía, exacerbando aún más su aislamiento social. Christiane Büttner, autora principal de la investigación, señaló que este ciclo de ostracismo puede tener efectos duraderos en la personalidad de los narcisistas, perpetuando su tendencia a ser excluidos en el futuro.
Este estudio también distingue entre dos tipos de narcisistas: los de rivalidad narcisista, que son más agresivos y competitivos, y los de admiración narcisista, que buscan atención y estatus de maneras socialmente más atractivas.
Los primeros son más propensos a experimentar la exclusión, ya que sus comportamientos provocan reacciones negativas en los demás. En contraste, los narcisistas de admiración tienden a tener más éxito en entornos sociales debido a su habilidad para agradar, aunque solo lo hagan cuando les beneficia.
La dificultad de tratar con narcisistas no se limita a los entornos laborales. Durvasula advirtió que las relaciones personales, especialmente en círculos familiares, suelen ser aún más complicadas, ya que involucran una historia emocional más profunda.
Los miembros de la familia de un narcisista pueden sentirse atrapados en un ciclo de estrés emocional y compromiso constante, ya que estas personas a menudo no cumplen con sus responsabilidades y generan caos en la vida de los demás.
La intervención temprana es clave para evitar que los rasgos narcisistas se intensifiquen con el tiempo. La psicoterapia, y en particular las terapias centradas en la reestructuración cognitiva y el entrenamiento en habilidades sociales, pueden ayudar a los narcisistas a manejar sus percepciones de exclusión de manera más saludable.
En cuanto a las estrategias para lidiar con narcisistas, Durvasula recomendó la desvinculación empática. Esta estrategia consiste en mantener una actitud educada y cordial, pero sin comprometer el bienestar mental. En el ámbito laboral, esta táctica puede ser esencial para evitar que el comportamiento destructivo de un narcisista afecte el rendimiento del equipo, mientras que en relaciones familiares puede ser útil para evitar caer en la manipulación emocional.
Al final, la decisión de cortar lazos con un narcisista depende de cada individuo. Si bien algunos pueden optar por desvincularse después de una serie de experiencias negativas, otros pueden tolerar el comportamiento de un narcisista durante años. Sin embargo, lo fundamental es reconocer el daño que estos individuos pueden causar y tomar medidas para proteger la salud mental propia y la de los demás.
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