Algunas tomografías computarizadas emiten demasiada radiación

Las nuevas normas de Medicare buscan reducir la radiación en tomografías computarizadas, regulando dosis y datos para mejorar la seguridad del paciente

Algunas tomografías computarizadas emiten demasiada radiación

Crédito: Shutterstock

El uso de tomografías computarizadas (TC) ha crecido de manera exponencial en Estados Unidos, con más de 93 millones de exploraciones anuales, la mayoría realizadas en adultos mayores de 60 años. Sin embargo, la falta de regulación sobre las dosis de radiación ha sido motivo de preocupación para la comunidad médica, ya que la exposición a niveles elevados puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. La profesora Rebecca Smith-Bindman, de la Facultad de Medicina de la Universidad de California-San Francisco, ha dedicado más de una década a investigar estos riesgos y ha impulsado políticas para mejorar la seguridad en los procedimientos de imagen.

Un problema clave es la gran variabilidad en la cantidad de radiación que reciben los pacientes, incluso cuando se realizan TC por la misma condición médica. Smith-Bindman y su equipo han documentado diferencias de hasta diez veces en las dosis administradas, lo que plantea riesgos innecesarios para los pacientes sin que haya un beneficio diagnóstico adicional. En 2009, un estudio estimó que las dosis altas de TC podrían estar vinculadas al 2% de los cánceres, pero investigaciones recientes sugieren que este porcentaje es mayor debido al aumento en el número de exploraciones realizadas.

Para abordar este problema, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) han implementado nuevas normas que exigen a hospitales y centros de diagnóstico recopilar y compartir información sobre la radiación emitida por los escáneres. Estas regulaciones buscan mejorar la seguridad del paciente, promoviendo una evaluación más estricta de la calidad, la dosis y la necesidad de cada exploración. Aunque la implementación de estas medidas será gradual y se extenderá hasta 2027, los proveedores que no cumplan con los requisitos podrían enfrentar sanciones económicas bajo el programa de Medicare.

La comunidad médica ha reaccionado de manera diversa ante estas regulaciones. Organizaciones como el Grupo Leapfrog, que monitorea la seguridad hospitalaria, han celebrado la iniciativa de los CMS y subrayan la importancia de reducir la exposición innecesaria a la radiación. Sin embargo, el Colegio Americano de Radiología y otras asociaciones de imagenología han expresado preocupaciones sobre la carga administrativa que supone el cumplimiento de estas normas y el posible aumento en los costos de las exploraciones.

Uno de los puntos de debate ha sido el uso de herramientas tecnológicas para el registro de datos. Inicialmente, se señalaba que solo un proveedor, Alara Imaging, podría suministrar el software necesario para el cumplimiento de la normativa. La empresa, cofundada por Smith-Bindman, se comprometió a ofrecer su plataforma de forma gratuita, pero algunas asociaciones médicas temían que esto limitara la competencia en el sector. No obstante, recientemente los CMS han permitido la participación de otros proveedores, y empresas como Medisolv han comenzado a trabajar con centros médicos en la recopilación de datos.

El riesgo de cáncer asociado a las tomografías computarizadas es bajo para un paciente individual, pero puede aumentar en aquellos que se someten a numerosas exploraciones a lo largo de su vida. Estudios previos han vinculado la exposición a la radiación médica con un incremento en los casos de cáncer, especialmente en niños y personas jóvenes, cuyo organismo es más vulnerable a los efectos acumulativos de la radiación. Esta preocupación ha llevado a algunos investigadores a argumentar que los médicos en Estados Unidos ordenan demasiadas imágenes en comparación con otros países desarrollados, lo que podría generar riesgos innecesarios.

Expertos como Max Wintermark, neurorradiólogo del Centro Oncológico MD Anderson, destacan que la tecnología ha mejorado y que la inteligencia artificial podría ayudar en el futuro a optimizar las dosis de radiación, permitiendo administrar la mínima cantidad necesaria para obtener un diagnóstico preciso. A pesar de las preocupaciones planteadas por algunos sectores médicos, Wintermark considera que las nuevas regulaciones de los CMS representan un avance positivo para la seguridad del paciente y ayudarán a reducir la exposición a la radiación en los próximos años.

Con la implementación gradual de estas normas, el objetivo es garantizar que cada tomografía computarizada se realice con la menor dosis de radiación posible, minimizando riesgos sin comprometer la calidad de la atención médica.

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