Nominado a embajador en México apuesta por cooperación antes de emprender acciones militares contra cárteles
Johnson reconoció un reforzamiento de la seguridad del gobierno de México contra los cárteles y en la frontera con EE.UU.
Detener el flujo de drogas ilegales y de inmigrantes, la principal tarea del Ronald Johnson. Crédito: Jacquelyn Martin | AP
Ronald Johnson, ex militar de fuerzas especiales y veterano de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) nombrado por el presidente Donald Trump como el próximo embajador estadunidense en México, declaró ante el Senado que tiene la intención de trabajar en cooperación con México| sobre migración, seguridad y otros temas de la relación bilateral, aunque declinó descartar la posibilidad del uso unilateral de fuerza militar contra cárteles de narcotráfico en territorio mexicano.
“Nuestra relación con México es de suma importancia y muy compleja. Compartimos una frontera de casi 3,200 kilómetros desde San Diego, California, hasta Brownsville, Texas. Nuestra profunda integración económica, los desafíos fronterizos y de seguridad que compartimos, y nuestros sólidos lazos culturales reflejan el papel de México como socio esencial para Estados Unidos”, describió
De ser confirmado, dijo que impulsará como prioridad la seguridad nacional, incluyendo la protección de la frontera frente al flujo de drogas ilegales y de inmigrantes, la garantía de igualdad de condiciones para las empresas y los trabajadores estadounidenses.
“La principal prioridad será garantizar el estado de derecho en la frontera. De ser confirmado, fomentaré la cooperación con las autoridades mexicanas para detener y disuadir nuevos flujos de inmigrantes ilegales y aceptar la deportación de sus ciudadanos que se encuentran actualmente sin autorización en Estados Unidos”.
“Las recientes acciones de México para asegurar la frontera demuestran la fuerza de nuestra alianza, incluyendo el despliegue de 10,000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera y la aceptación de la deportación de inmigrantes indocumentados. Ningún país puede resolver el desafío de la inmigración indocumentada por sí solo, y estoy convencido de que podemos encontrar soluciones que beneficien a ambos países”, dijo.
Cuestionado sobre emprender acciones militares contra cárteles, Johnson fue cauto e insistió que, “cualquier decisión de tomar acción contra un cártel en México, nuestro primer deseo sería que se haga en colaboración con nuestros socios mexicanos”.
“Dicho eso, se que el presidente Trump toma muy en serio su responsabilidad de proteger las vidas de ciudadanos estadunidenses y si se presenta un caso donde las vidas de ciudadanos estadunidenses estén en riego, creo que todas las cartas están sobre la mesa”. Agregó que “no puedo responder en torno a que pueda decidir el comandante en jefe basado en la información con la que cuenta”.
La audiencia, requisito del Senado para que ratifique a Johnson como embajador en México, fue en gran parte dedicada a elogios sobre la carrera de Johnson primero como oficial militar operando en y sobre América Latina y después como un oficial de la CIA agregado al Comando Sur (Southcom) de las fuerzas armadas de Estados Unidos. También hubo varias referencias y preguntas sobre su período como embajador estadounidense en El Salvador durante el primer gobierno de Trump.
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