Panamá vence de nuevo a Estados Unidos 1-0 y jugará la gran final de la Nations League
Con gol de último minuto, Panamá derrotó de nueva cuenta a Estados Unidos 1-0 para convertirse en uno de los finalistas de la Nations League
Cecilio Waterman con la emoción al borde de la locura festeja el gol con sus compañeros con que Panamá eliminó de la gran final de la Nations League a Estados Unidos. Crédito: Etienne Laurent | AP
Con gol de Cecilio Waterman al minuto 90+4 la selección de Panamá se apuntó la primera gran sorpresa del Final Four de la Nations League de la Concacaf 2025 al vencer 1-0 a Estados Unidos para sumar la segunda victoria consecutiva en torneos oficiales sobre el cuadro de las barras y las estrellas.
Waterman decidió de esta forma un partido muy complicado para la escuadra panameña que se dedicó la mayor parte del partido a contener la presión de los Estados Unidos, aplicándole al final la primera derrota en el proceso del técnico argentino del cuadro norteamericano Mauricio Pochettino.
Panamá inclusive superó el susto que representó el supuesto gol del delantero Josh Sargent al minuto 24 que habría puesto adelante a Estados Unidos y resuelto parte de las complicaciones del equipo local, pero al final la anotación fue anulada por fuera de lugar de Timothy Weah.
Sin duda un resultado que calará hondo en la escuadra estadounidense, sobre todo porque sus baterías apuntan al Mundial 2026 y esto hará replantear la necesidad de jugar la Copa Oro en junio próximo con su principal equipo ante la complejidad de encontrar rivales, pero sobre todo de recuperar la credibilidad en su selección que con este resultado dio un paso atrás.
El gol panameño llegó quizá hasta de casualidad cuando más presionaba Estados Unidos y que surgió de un pelotazo al frente donde le cedieron el balón a Adalberto Carrasquilla, refuerzo de los Pumas de la UNAM de la Liga MX y este con mucha sangre fría tocó a la derecha casi entrando al área para que Cecilio Waterman mandara disparo cruzado que venció el lance del portero norteamericano Matt Turner.
Jamás pasó por la cabeza del equipo nacional de Estados Unidos dirigido por Pochettino que los panameños se les volvieran a complicar, sobre todo con la lección que tuvieron en la pasada Copa América y que ya había sido superada.
Pero en los hechos el cuadro panameño fue un rival muy rocoso para la escuadra del Tío Sam, sobre todo porque no se defendieron a ultranza, sino que trataron de romper sus circuitos de acceso, provocando que Christian Pulisic no pudiera estar cómodo para buscar a Timothy Weah así como a Weston McKennie y a Josh Sargent.
Sobre todo porque la experiencia europea de este póker de jugadores no hizo diferencia ante un adversario que supo defenderse bien y donde el portero de Panamá Orlando Mosquera marcó diferencia al tener mucha sangre fría para contener los embates que se les fueron de las manos a sus compañeros de la defensa.
Mucho ruido, pocas nueces de Estados Unidos
Para colmo de males, Pulisic no anduvo fino en los pases de la última zona y así Estados Unidos quiso ganar la guerra con más esfuerzo individual que con un esquema que hiciera diferencia o que mostrara el trabajo del técnico Pochettino.
Insistimos, los estadounidenses fueron los que tuvieron el control de las acciones, pero la escuadra panameña nunca perdió el orden y la cohesión, tratando de que llegara la jugada con el garbanzo de a libra como sucedió al minuto 90+4 cuando Cecilio Waterman puso a todo mundo en Panamá a soñar con la gran victoria.
En las pocas que los “Pochettino Boys” tuvieron, siempre trataron de llegar hasta línea final y hubo pocos disparos de media distancia que pudieran abrir las dos líneas de panameños, con lo cual siempre estuvieron cerrados los accesos a la meta de Mosquera y así escribieron esta brillante victoria.
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