Algunos movimientos de dedos podrían indicar que alguien tiene autismo
Un estudio sugiere que la forma en que se agarran objetos podría facilitar el diagnóstico temprano del autismo con más de 84% de precisión

El estudio reveló una conductividad eléctrica más lenta en los cerebros autistas, atribuida a variaciones en el diámetro de los axones Crédito: illustrissima | Shutterstock
Un descubrimiento científico reciente podría transformar la forma en que se diagnostica el trastorno del espectro autista (TEA), facilitando evaluaciones más rápidas, accesibles y menos invasivas.
Investigadores de la Universidad de York, en colaboración con expertos internacionales, identificaron que los movimientos de la mano al sujetar objetos pueden revelar indicios clave del autismo, incluso antes de que se manifiesten los signos conductuales más comunes.

El estudio, liderado por el profesor asociado Erez Freud, analizó el comportamiento motor de adultos jóvenes, tanto autistas como no autistas, mientras realizaban una tarea simple, usar los dedos pulgar e índice para agarrar bloques de distintos tamaños, levantarlos y devolverlos a su posición inicial.
Para registrar los movimientos, se colocaron marcadores de seguimiento en los dedos de los participantes, lo que permitió capturar detalles muy precisos del control motor durante el agarre.
El equipo recurrió al aprendizaje automático para procesar y analizar estos patrones de movimiento. Al aplicar algoritmos a los datos recolectados, lograron distinguir entre participantes autistas y no autistas con una precisión de aproximadamente 85 %. Esta alta tasa de acierto representa un avance prometedor en el desarrollo de herramientas diagnósticas más objetivas y escalables.
Freud, del Departamento de Psicología y el Centro de Investigación de la Visión de York, destacó que los hallazgos apoyan la idea de que el cuerpo puede comunicar señales diagnósticas tan reveladoras como el comportamiento observable o el lenguaje.
Aunque el estudio se centró en adultos jóvenes con coeficiente intelectual dentro del rango típico, se eligió esta población para descartar factores relacionados con el desarrollo general. Sin embargo, los investigadores creen que estos resultados también podrían aplicarse a niños pequeños, permitiendo una identificación más temprana del TEA.
La profesora Batsheva Hadad, experta en investigación del autismo en la Universidad de Haifa y colaboradora del estudio, señaló que muchas de las señales conductuales utilizadas actualmente en los diagnósticos aparecen relativamente tarde.
En contraste, las diferencias en el control motor pueden detectarse desde edades tempranas, lo que podría reducir significativamente el tiempo de espera para obtener un diagnóstico y comenzar intervenciones apropiadas.
Patrones motores
El autismo, que afecta aproximadamente a uno de cada 50 niños en Canadá, continúa representando un desafío clínico en términos de detección oportuna. Además de los conocidos problemas en la comunicación y las interacciones sociales, el trastorno puede manifestarse mediante patrones motores inusuales, aunque estos rara vez se toman en cuenta como marcadores diagnósticos principales.

El equipo de investigación subraya que esta aproximación —centrada en los movimientos naturales de la vida cotidiana, como el simple acto de agarrar un objeto— podría convertirse en una herramienta valiosa y práctica.
A diferencia de otras pruebas que requieren observación prolongada o entrevistas extensas, este enfoque es menos invasivo y potencialmente adaptable a contextos escolares o clínicos con recursos limitados.
El uso del aprendizaje automático representa una ventaja clave. Gracias a esta tecnología, los datos motores pueden analizarse con una precisión y velocidad que los métodos tradicionales no permiten, ofreciendo una perspectiva innovadora en la evaluación del desarrollo neurológico.
Freud enfatizó que estos resultados abren nuevas oportunidades para crear tecnologías diagnósticas más económicas y disponibles, lo que podría reducir las listas de espera y facilitar el acceso a apoyo temprano para las personas autistas.
Al comprender mejor cómo se manifiesta el autismo en el cuerpo, no solo en la mente o el comportamiento visible, la ciencia podría estar dando un paso importante hacia un enfoque más integral, humano y eficaz para abordar este trastorno.
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