Los medicamentos contra el VIH reducen el riesgo de Alzheimer
¿Podrán estos antiguos aliados contra el VIH convertirse en una nueva esperanza contra el Alzheimer? La ciencia está cada vez más cerca de responder

El riesgo de infección por VIH aumenta considerablemente con la actividad sexual durante la adolescencia. Crédito: Jarun Ontakrai | Shutterstock
Un grupo de científicos de UVA Health ha lanzado un llamado urgente para iniciar ensayos clínicos que evalúen el potencial de ciertos medicamentos contra el VIH en la prevención del Alzheimer, luego de descubrir que quienes los consumen tienen significativamente menos probabilidades de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa. Esta iniciativa se basa en un hallazgo que podría transformar el tratamiento preventivo del Alzheimer y brindar esperanza a millones de personas en todo el mundo.

El estudio, encabezado por el doctor Jayakrishna Ambati, director fundador del Centro de Ciencias de la Visión Avanzada en la Universidad de Virginia, parte de una hipótesis previa desarrollada por su equipo. Los investigadores ya habían identificado un posible mecanismo mediante el cual los medicamentos conocidos como INTI —inhibidores análogos de la transcriptasa inversa análogos de nucleósidos— podrían prevenir el Alzheimer. Estos fármacos, comúnmente utilizados para evitar que el VIH se replique en el organismo, también parecen inhibir la activación de los inflamasomas, proteínas del sistema inmune que se han relacionado con la aparición del Alzheimer.
Para profundizar en esta relación, el equipo de Ambati recurrió a dos de las bases de datos de seguros de salud más grandes de Estados Unidos, abarcando a más de 270.000 pacientes mayores de 50 años tratados con medicamentos para el VIH o la hepatitis B otra enfermedad que también se trata con INTI durante un período de hasta 24 años. Ninguno de los pacientes analizados tenía un diagnóstico previo de Alzheimer al inicio del seguimiento.
Los resultados fueron contundentes. En la base de datos de la Administración de Salud de Veteranos, compuesta mayormente por hombres, se observó que el riesgo de desarrollar Alzheimer disminuía un 6 % por cada año de uso de INTI. En la base de datos comercial MarketScan, más diversa en cuanto a género y perfiles de aseguramiento, la reducción anual fue aún mayor, un 13 %. Incluso tras ajustar variables como la presencia de otras enfermedades, los científicos concluyeron que la disminución del riesgo era “significativa y sustancial”.
La investigación también arrojó un hallazgo relevante, otros tipos de medicamentos utilizados para tratar el VIH no mostraron la misma relación protectora frente al Alzheimer. Esta especificidad refuerza la teoría de que los INTI, al bloquear los inflamasomas, desempeñan un papel directo en la prevención de la enfermedad.
La magnitud del impacto potencial ha llevado a los investigadores a insistir en la necesidad de realizar ensayos clínicos. Según Ambati, si se confirmara la efectividad preventiva de estos medicamentos, se podrían evitar hasta un millón de nuevos casos de Alzheimer cada año. Esto es particularmente importante en un contexto donde la prevalencia de esta enfermedad se dispara, actualmente afecta a casi 7 millones de personas en Estados Unidos y se proyecta que la cifra ascenderá a 13 millones en los próximos 25 años.

Se estima que el gasto anual asociado al Alzheimer y otras formas de demencia podría escalar de los actuales 360 mil millones de dólares a casi un billón de dólares para mediados de siglo, según datos de la Asociación de Alzheimer.
Como parte de su investigación continua, Ambati y su equipo también están desarrollando un nuevo compuesto denominado K9, diseñado como una versión más segura y eficaz de los INTI. Este nuevo fármaco ya se encuentra en fase de ensayos clínicos para otras enfermedades inflamatorias, y los científicos esperan evaluar pronto su efecto en la prevención del Alzheimer.
El llamado a la acción de UVA Health marca un hito en la búsqueda de nuevas estrategias para enfrentar una de las enfermedades más devastadoras del envejecimiento, y abre una prometedora vía de investigación a partir de tratamientos ya existentes.
Sigue leyendo: