Kombo Kolombia, el otro grupo musical eliminado por un cártel en México
El asesinato de 5 miembros de Grupo Fugitivo no es el primer caso de este tipo en México, pues en 2013 integrantes de Kombo Kolombia sufrieron lo mismo
El grupo fue ejecutado por José Isidro, alias “El Pichilo”, líder de una célula de Los Zetas en Nuevo León. Crédito: Facebook/Kombo Kolombia | Cortesía
La reciente desaparición y asesinato de cinco integrantes del Grupo Fugitivo en Reynosa revivió un episodio muy oscuro de la música regional en México: la ejecución de los integrantes del Kombo Kolombia en 2013.
La agrupación de intérpretes de cumbia colombiana fue secuestrada y asesinada por el crimen organizado hace doce años. El hecho guarda gran similitud con el reciente hallazgo de cinco cuerpos en una zona rural de Tamaulipas.
Asesinato de Kombo Kolombia
En enero de 2013 los integrantes de Kombo Kolombia fueron secuestrados luego de realizar un concierto privado en Hidalgo, Nuevo León. Varios días después, sus cuerpos fueron encontrados en un pozo en Mina, Coahuila.
Todos los músicos fueron torturados, sólo uno logró escapar y brindó información clave para encontrar los cadáveres de sus compañeros, señala El Sol de México. Actualmente vive en el anonimato por seguridad.
La investigación reveló que los artistas fueron ejecutados por José Isidro, alias “El Pichilo”, líder de una célula de Los Zetas en Nuevo León, quien contrató al grupo colombiano y decidió matarlos presuntamente por haber participado en eventos vinculados al Cártel del Golfo.
Similitudes entre casos
El homicidio de los integrantes de Kombo Kolombia y los miembros del Grupo Fugitivo señalan una cruda realidad: la violencia del narcotráfico continúa amenazando al ámbito musical del norte de México.
Con 12 años de diferencia, un patrón similar parece repetirse. El Grupo Fugitivo desapareció luego de presentarse en Reynosa. Su camioneta fue localizada abandonada y las autoridades hallaron cinco cuerpos que podrían corresponder a los músicos.
En ambos casos, los músicos fueron llevados a lugares apartados y ejecutados brutalmente, mientras que familiares denunciaron información falsa y exigieron justicia.
Además, las dos masacres se atribuyen a grupos criminales en zonas que tienen una fuerte presencia de narcotraficantes.
Los casos de Kombo Kolombia y Grupo Fugitivo evidencian cómo músicos populares se han convertido en blanco de cárteles por motivos que van desde venganzas territoriales y celos, hasta conflictos de lealtades entre bandas.
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