Sergio Ramos se quedó a centímetros de ponerse la capa de héroe del Monterrey

Sergio Ramos estuvo a unos centímetros de ponerse la capa de héroe del Monterrey cuando en las postrimerías del encuentro contra el Borussia Dortmund remató de cabeza en el área del cuadro alemán, pero el balón no entró a la portería y no pudo mandar el juego a tiempo extra con el empate.

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Así es, el internacional español le ganó el salto al defensa alemán Niklas Süle en un centro desde la derecha de Erick Aguirre, que remató a plenitud, pero el esférico pasó a una milimétrica distancia del poste de la portería del Borussia Dortmund ante la mirada de angustia del portero Kobel.

Esa acción habría colocado al zaguero español en una posición sublime en el entorno de la organización regiomontana y habría revalorizado esa etiqueta de caudillo que por tanto tiempo le otorgó al Real Madrid la etiqueta de equipo invencible.

Porque más allá de esta acción que le habría puesto la cereza al pastel en una brava reacción del equipo mexicano en la segunda mitad para reponerse de una desventaja de dos goles con las anotaciones del delantero francés de los alemanes Serhou Guirassy que logró meter el balón en la portería de Esteban Andrada a los 14 y 24 minutos del primer tiempo.

Fue precisamente en ese momento en que la actuación del Monterrey tomó la etiqueta de heroica, pues sin importarles perder por tres o cuatro goles fueron a buscar el resultado en los minutos finales del primer tiempo y los 35 siguientes de la segunda mitad para ofrecer una actuación de alta jerarquía.

Es cierto que para los amargados se podría decir que se jugó como nunca y se perdió como siempre, pero con las condiciones de un equipo que fue creciendo en la primera edición del Mundial de Clubes extendido que puso en práctica la FIFA como un experimento, la realidad es que la actuación de los Rayados hizo que sus aficionados se sintieran representados.

Pero sin duda esta acción de haber cuajado habría puesto el estadio Mercedes Benz de Atlanta de cabeza, pues los alemanes ya estaban entregados y el técnico croata Niko Kovac, muy dado a hablar antes de tiempo y a menospreciar a los mexicanos como pasó en el Mundial de Brasil 2014 cuando no supo como un tren llamado México los dejó fuera de la competencia con un contundente 3-1.

Precisamente en ese juego hace once años, Croacia llegó al juego con México, sintiéndose ganadores antes de tiempo con un cuadro plagado de figuras croatas en varios equipos europeos como Ivan Rakitić, Luka Modrić, Ivan Perišić y Mario Mandžukić y donde al final el Tricolor con goles de Rafael Márquez, Andrés Guardado y Javier “Chicharito” Hernández los mandaron a su casa.

Ahora Ramos jugando para un equipo mexicano se quedó a un pasito de vencer al portero Kobel que habría mandado el juego a tiempos extras contra el Borussia Dortmund y que lo habría colocado en el olimpo de los históricos del Monterrey al ya legendario defensa español Sergio Ramos con su peculiar número 93 en los dorsales.

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