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Cae el número de desamparados en Los Ángeles por segundo año consecutivo

En los dos años de gobierno de la alcaldesa Karen Bass, bajó en 17.5% en la ciudad de Los Ángeles

Los Angeles Mayor Karen Bass speaks during a press conference at the start of the annual homeless count in the North Hollywood section of Los Angeles on Tuesday, Jan. 23, 2024. Los Angeles County's annual count of homeless residents began Tuesday night — a crucial part of the region's efforts to confront the crisis of tens of thousands of people living on the streets. (AP Photo/Richard Vogel)

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, habla durante una conferencia de prensa al inicio del conteo anual de personas sin hogar en Los Ángeles. El conteo anual de residentes sin hogar del condado de Los Ángeles es un paso crucial en los esfuerzos de la región para afrontar la crisis de decenas de miles de personas que viven en la calle. / AP, Richard Vogel Crédito: Richard Vogel | AP

De todos los títulos que corresponden a una ciudad de Estados Unidos, el menos codiciado es el de la capital de los desamparados. Y sin embargo, Nueva York y Los Ángeles se disputan el trofeo. 

Uno pensaría que, por ser las mayores urbes del país, supuestamente tienen a su disposición recursos para hacerse cargo de los homeless. Generalmente, no tienen lo suficiente. 

Al día de hoy, recorremos las calles de la ciudad de Los Ángeles y debajo de los puentes todavía están las carpas de hombres sin nada más que lo que llevan puesto. Desaparecen por algunos días cuando los desalojan y después vuelven, porque qué van a hacer fuera de volver. 

Una condición para emprender correctamente la lucha contra el desamparo es dejar de verlo como como una ofensa para quien los mira, y verlo desde la vivencia del desamparado. Concebir la solución como algo que beneficie a quienes sufren de la miseria y el abandono. 

Esta visión hace de lado los operativos policiales en los que se despoja a los sin hogar de sus magras pertenencias con tal que abandonen sus concentraciones, con el resultado de que se vuelven a juntar en otro lugar, construyendo sus propios refugios. O en el mismo, hasta el próximo operativo. 

Sin embargo, el progreso es palpable.

Karen Bass llega a la alcaldía de Los Ángeles el 12 de diciembre de 2022 con la experiencia que trajo después de años como activista comunitaria, conocedora de las comunidades latina y afroamericana.

Su primera acción como alcaldesa fue declarar el estado de emergencia en la ciudad por la crisis del desamparo. La emergencia fue extendida varias veces y sigue en vigor. 

La emergencia redujo la burocracia y aceleró las contrataciones y la tramitación de proyectos de vivienda, activó el Centro de Operaciones de Emergencia de la ciudad que coordina las acciones, y le dio a Bass mayor acceso a fondos estatales. 

¿Qué causó la crisis? Una convergencia de factores; la carencia de vivienda adecuada y accesible; los atrasos en la construcción de miles de nuevas viviendas. La enfermedad y la ausencia de seguro médico. La desocupación. La drogadicción y el alcoholismo. Las tragedias familiares. La inestabilidad que sufre la población inmigrante. Y el COVID.

En ese sentido, la alcaldesa enfrentó las circunstancias que hacen que el problema fuese aparentemente sin solución. 

Al mes de su periplo estableció el programa “Inside Safe”, una estrategia “de vivienda proactiva, voluntaria y de alcance urbano para que las personas regresen a sus hogares desde las tiendas de campaña y los campamentos, y para evitar que los campamentos regresen”, explica su sitio de internet.

Por su parte, el condado lanzó su propia iniciativa paralela, Pathway Home.

Entre ambos, han colocado a 6.317 personas en viviendas provisionales y de forma permanente a 1.449.

Por muchos meses, los cuartos de hoteles reemplazaron las carpas de miles de los sin casa. 

Pero era crucial prevenir que la gente caiga en el desamparo. 

En 2023, Bass lanzó el programa “We are L.A.,” una iniciativa sin fines de lucro de solidaridad en la prevención de la pérdida de vivienda causada por la incapacidad de pagar las rentas de alquiler. 

Al día de hoy, We are L.A. interactuó con más de 410,000 personas, de los cuales a 30,000 se los conectó con recursos para que puedan conservar su vivienda. 

El frente contra el desamparo del que forma parte la municipalidad, con grupos de voluntarios, el condado, organizaciones comunitarias y el gobierno estatal incluye también baños, duchas, comidas, transporte, ayuda para superar el alcoholismo y la drogadicción, atención de salud mental, preparación para el regreso a la vida laboral y más.  

El año pasado se comenzaron a ver los resultados de tanto esfuerzo e inversión: tras seis años de incrementos, el número de desamparados bajó.

Y ahora, una nueva encuesta de USC de 2025 arrojó que el total de quienes duermen en lugares no aptos para ser habitados por seres humanos cayó por segundo año consecutivo respecto al año anterior: en un 7.9% en la ciudad de Los Ángeles, 9.5% en el condado. 

En dos años, el número de homeless bajó en un impresionante 17.5% en la ciudad y 14% en el condado. 

Miles de personas ahora tienen hogar. 

Es un logro importante cuando se piensa en los desafíos por los que pasó nuestra región: el COVID, con más de tres millones de contagios y 36,317 muertes en el condado, los incendios de enero con sus 18,000 casas destruidas,  las redadas migratorias actuales que paralizan al 11% de la población y más. 

Esta plataforma ve como su tarea criticar a los funcionarios electos y los líderes en sus errores, fallas o mal gobierno, cuando cabe. Pero también, cuando lo ameritan, reconocer a quien así lo merece. 

El problema del desamparo no desapareció. Siguen habiendo 72,308 personas sin refugio en el condado, de ellos 43,699 en la ciudad. 

Pero se ha avanzado. El avance ha sido real, y tomando en cuenta las circunstancias negativas, más que considerable. Le corresponde a Karen Bass entonces, la gratitud de la comunidad.

Gabriel Lerner dirigió La Opinión entre 2014 y 2021. Actualmente es su editor emérito, columnista y editorialista.

En esta nota

Autoridad de Servicios de Indigentes de Los Ángeles (LAHSA) desamparados Homeless
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