3 rituales para “sobrevivir” a Mercurio retrógrado, hasta el 11 de agosto
Estas recomendaciones sirven para sanar el pasado, liberarse de malas energías y mejorar la comunicación

Mercurio retrógrado comenzó el 18 de julio y durará hasta el 11 de agosto. Crédito: Elaine Thompson | AP
Entre el 18 de julio y el 11 de agosto de 2025, Mercurio atravesará su segunda retrogradación de 2025, un fenómeno astrológico que, para muchos, marca un período de caos en la comunicación, fallas tecnológicas, confusión mental, retrasos en viajes y la reaparición de asuntos del pasado.
En el caso de Mercurio retrógrado de julio y agosto, abrirá la puerta a viejas conversaciones, conexiones interrumpidas y expresiones afectivas que quedaron en el pasado, ya que se formó un sextil con Venus en Géminis.
Aunque tiene fama negativa, la retrogradación de Mercurio también es vista como una oportunidad para reflexionar, reorganizar, sanar y reconectar con uno mismo. Existen algunos rituales para poder atravesar este momento con una mayor conciencia y alineación.

Protección energética para enfrentar los efectos de Mercurio retrógrado
Muchas personas recurren a rituales energéticos como una forma simbólica de protección y alineación interna, que son recomendadas por astrólogos y expertos para canalizar la energía en este tránsito astrológico.
El primer ritual tiene como objetivo establecer un escudo protector contra los malentendidos, errores técnicos, discusiones y desequilibrios emocionales que suelen aparecer con Mercurio retrógrado. Para ello, necesitarás:
- Una vela azul
- Un cuarzo transparente o amatista limpio y cargado
- Un puñado de sal gruesa.
- Un vaso con agua.
- Una hoja de laurel.
- Un cuenco pequeño.
Cómo hacerlo
Lo primero es buscar un espacio tranquilo para comenzar el ritual y armar un pequeño altar para colocar la vela azul en el centro, la sal en el cuenco a la izquierda; el vaso con agua a la derecha. Delante de la vela, disponer el cristal y la hoja de laurel.
Se debe encender la vela y decir la siguiente frase: “Invoco la protección de la luz, que me envuelve, me guía y me mantiene centrado ante los desafíos del ciclo de Mercurio retrógrado. Que mi mente sea clara, mis palabras conscientes, y mi energía estable”.
Tomar el cristal entre las manos, cerrar los ojos y visualizar una luz blanca o azul brillante envolviendo el cuerpo. Posteriormente, pasar la hoja de laurel por el cuerpo simulando que está barriendo la energía, hacerlo principalmente en la cabeza, el pecho y las manos.
Dejar que la vela se consuma completamente (con supervisión). Llevar el cuarzo consigo durante todo el retrogradado. Cambiar el agua cada tres días. Si se desea, repetir el ritual para reforzar la protección.

Liberar bloqueos con una limpieza energética
Este ritual está orientado a disolver energías densas acumuladas por discusiones, pensamientos repetitivos o tensiones. En esta ocasión se deberá tener a la mano, los siguientes materiales:
- Sal gruesa.
- 1 vela blanca.
- Incienso de lavanda o ruda.
- Agua con unas gotas de vinagre.
- 1 recipiente hondo.
También se debe ubicar un entorno tranquilo y desconectar los dispositivos electrónicos. Encender la vela y el incienso, verter el agua en el recipiente agregando una cucharada de sal gruesa y unas gotas de vinagre.
Sumergir las manos en el agua salada por 2 minutos y visualizar cómo se disuelven las cargas negativas. Pasado este tiempo, botar el agua en la tierra o por una cañería, lavar las manos con agua limpia y dejar que la vela se consuma.

Revisar vínculos del pasado
Cuando llega la temporada de Mercurio retrógrado, es común que reaparezcan personas del pasado o heridas emocionales que n o se pudieron resolver. Este ritual sirve para cerrar ciclos, perdonar y soltar vínculos tóxicos o pendientes, por lo que deberás usar:
- Papel y algo para escribir
- Una vela rosa o violeta
- Un recipiente de cerámica o metal para quemar papel
- Hojas secas de laurel o romero (opcional)
Hay que estar en un lugar privado y sin interrupciones, encender la vela y escribir en el papel todo lo que no se ha resuelto y crea una carga emocional contra esa persona. Al finalizar el escrito, agregar: “Te libero y me libero. Gracias por lo vivido”.
Quemar el papel en el recipiente, teniendo cuidado ante posibles accidentes a la vez que se visualiza cómo la energía se transforma. Dejar que la vela se apague sola y, si lo deseas, enterrar las cenizas, arrojarlas al viento o al agua corriente como símbolo de liberación.