El gobierno federal continuará pagándoles a más de 154 mil empleados, aunque no se presenten a trabajar
Desde mayo, miles de exempleados de agencias federales perciben su salario sin asistir a la oficina

En varias oficinas de agencias federales destaca un menor número de personas laborando. Crédito: Mark Thiessen | AP
Alineándose a su política de reducir la plantilla laboral en las agencias federales, una de las estrategias adoptadas por el gobierno estadounidense consistió en ofrecer un programa de renuncia diferida que le implica continuar pagándoles, por varios meses más, a quienes optaron por ceder su puesto de trabajo de manera definitiva.
De acuerdo con un informe divulgado por el diario The Washington Post, más de 154 mil exempleados federales siguen cobrando integro su salario sin tener que presentarse a la oficina ni siquiera los días de pago.
El medio en cuestión asegura haber entrevistado a dos funcionarios de la Oficina de Gestión de Personal (OPM), quienes —bajo condición de anonimato— revelaron lo que está sucediendo.
Desde el inicio de la pandemia, comenzó a ser notoria la inasistencia de miles de empleados a sus centros de trabajo, pero al concretarse el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la mayoría de estos se vieron obligados a regresar, aunque para muchos su incomodidad resultó ser sólo temporal.
Al enfocarse en reducir el gasto público, el presidente creó el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) con el objetivo, entre otras cosas, de detectar a los empleados considerados innecesarios para seguir operando sin afectaciones.
Después, surgió la propuesta de invitarlos a presentar sus renuncias con goce de sueldo y prestaciones durante todo lo que le resta al año fiscal.

De esa manera, es como más de 154,000 personas han disfrutado de su salario desde mayo y hasta el último día septiembre.
Para los detractores de la actual administración, la indemnización a los exempleados resulta un derroche de dinero que el gobierno debió dirigir hacia otros proyectos.
No obstante, bajo la perspectiva de McLaurine Pinover, portavoz de la OPM, fue la manera más adecuada adoptada por el gobierno para ofrecerle a las personas una salida digna e incluso generosa, la cual saneará un poco a las finanzas del gobierno.
“En definitiva, el programa de dimisión diferida no solo fue legal, sino que brindó a más de 150,000 funcionarios una salida digna y generosa del gobierno federal. También brindó un alivio increíble al contribuyente estadounidense. Ninguna administración anterior ha logrado siquiera ahorrarles a los contribuyentes estadounidenses esta cantidad de dinero en tan poco tiempo”, indicó.
Hasta el momento, la cantidad de empleados que renunciaron tan sólo representa cerca del 6.7% de la fuerza laboral civil del gobierno.
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