Gamificación en la salud: juegos y recompensas que fomentan hábitos sanos
A través de las aplicaciones gamificadas se puede recompensar a los pacientes por completar tareas como tomar medicamentos o realizar ejercicios

La gamificación en la salud puede aportar una mayor adherencia a los tratamientos. Crédito: Shutterstock
La gamificación en la salud es una estrategia innovadora que utiliza elementos y dinámicas de juegos para fomentar la adopción de hábitos saludables a través de juegos y recompensas. Esta técnica convierte actividades y comportamientos relacionados con la salud en experiencias motivadoras y atractivas, estimulando la participación y el compromiso de las personas.
Por ejemplo, la gamificación en la salud puede aportar una mayor adherencia a los tratamientos. A través de las aplicaciones gamificadas se puede recompensar a los pacientes por completar tareas como tomar medicamentos o realizar ejercicios, mejorando la adherencia a los planes de tratamiento.
Entre los beneficios que ofrece la gamificación para fomentar hábitos saludables están: 1) incrementar la motivación y el compromiso con actividades como hacer ejercicio, seguir una alimentación balanceada, mantener el autocuidado o reducir el consumo de alcohol o tabaco; 2) facilita el aprendizaje y la educación en salud de una manera divertida y memorable, especialmente para enfermedades crónicas o temas complejos; 3) potencia el empoderamiento del usuario al hacerlo partícipe activo de su proceso de mejora, sobre todo en la de salud mental, ya que la gamificación puede reducir el estrés, la ansiedad y fomentar el bienestar emocional; 4) promueve la adherencia a largo plazo debido a la gratificación inmediata y continua; y 5) puede llegar a diferentes públicos, desde adolescentes hasta adultos.
La gamificación permite adaptar el tratamiento y la educación a las necesidades individuales de cada paciente, además de recopilar datos sobre el progreso, lo cual brinda a los profesionales de la salud la posibilidad de ajustar los planes de tratamiento y atención más personalizada.
¿Cómo funciona la gamificación en la salud?
Elementos de juego: puntos, niveles, desafíos, competencias, rachas, insignias y retroalimentación inmediata.
Recompensas: conseguir premios, puntos acumulables o reconocimientos que incentivan continuar con el comportamiento saludable.
Competencia y colaboración: pueden incluir retos individuales o en equipo para aumentar la motivación.
Personalización: adaptarse a los intereses y preferencias del usuario para hacer las intervenciones más atractivas.
Tipos de aplicaciones y más populares
Aplicaciones móviles de salud: Apps que incentivan la actividad física y la alimentación saludable con sistemas de puntos y desafíos diarios.
Exergaming: combinación de videojuegos con ejercicios físicos donde el usuario realiza actividad mientras juega.
Programas en entornos laborales: retos y recompensas para fomentar hábitos saludables entre empleados, mejorando también la cultura laboral.
Juegos educativos: simuladores y juegos de preguntas para enseñar sobre nutrición, ejercicio y otros temas de salud.
Entre las más conocidas están:
Aplicaciones para el control de la diabetes. Existen aplicaciones que recompensan a los usuarios por controlar sus niveles de glucosa, como el medidor Didget de Bayer.
Rehabilitación física. La gamificación puede hacer que la fisioterapia sea más atractiva y motivadora, ayudando a los pacientes a cumplir con sus ejercicios.
Terapias para enfermedades mentales. Los videojuegos y simulaciones pueden utilizarse para tratar problemas como la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático.
Programas de prevención. La gamificación puede utilizarse para fomentar la adopción de hábitos saludables, como el ejercicio físico, la alimentación saludable y la prevención de enfermedades.
Efectividad
Estudios muestran que la gamificación tiene un impacto positivo en la adopción de hábitos saludables, mejorando la actividad física y la calidad de la dieta, especialmente entre adolescentes.
Además, los usuarios reportan una experiencia más atractiva y motivadora que impulsa la continuidad en los comportamientos saludables.
En definitiva, la gamificación en salud es una herramienta eficaz para promover hábitos saludables a través de juegos y recompensas que aumentan la motivación, el compromiso y el aprendizaje, adaptándose a distintos grupos poblacionales y objetivos terapéuticos.
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