Estados Unidos deportó a siete inmigrantes a Ruanda
EE.UU. firmó acuerdos de deportación con 4 países africanos: Uganda, Esuatini, Sudán del Sur y Ruanda

ICE aplica nuevas reglas de deportaciones establecidas por Trump. Credit: ICE
Siete migrantes fueron trasladados desde Estados Unidos a Ruanda en agosto, en el marco de un acuerdo de deportación entre ambos gobiernos. Este es el primer grupo recibido en el país africano, que se comprometió a acoger hasta 250 personas expulsadas de territorio estadounidense.
Yolande Makolo, portavoz del gobierno ruandés, confirmó que los inmigrantes llegaron a mediados de mes tras pasar por un proceso de revisión. Una vez en Ruanda, fueron alojados por una organización internacional con el acompañamiento de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de los servicios sociales del país.
Según Makolo, 3 de los inmigrantes expresaron su deseo de regresar a sus países de origen. Los otros 7, en cambio, manifestaron la intención de quedarse en Ruanda para reconstruir sus vidas. A quienes permanezcan se les garantizará alojamiento, atención médica y programas de capacitación laboral.

Acuerdo de acogida con EE.UU.
Ruanda es uno de los 4 países africanos que firmó acuerdos de deportación con Washington. Los otros son Uganda, Esuatini y Sudán del Sur. El anuncio oficial se hizo el 5 de agosto, cuando el gobierno ruandés afirmó que tenía la capacidad de evaluar cada caso antes de autorizar la permanencia de un migrante.
La medida se enmarca en las políticas impulsadas por la administración Trump, que promovió convenios con naciones africanas para recibir inmigrantes deportados. En julio, Estados Unidos envió a 8 hombres de distintas nacionalidades a Sudán del Sur tras un fallo de la Corte Suprema que avaló su expulsión.
Ese mismo mes, 5 inmigrantes provenientes de Vietnam, Jamaica, Cuba, Yemen y Laos fueron trasladados a Esuatini. Allí permanecen bajo un régimen de aislamiento indefinido. Uganda, por su parte, aceptó un acuerdo condicionado a que los deportados no tengan antecedentes penales ni sean menores no acompañados.
El gobierno estadounidense esta iniciativa afirmando que algunos países de origen se niegan a aceptar la repatriación de sus ciudadanos. Sin embargo, expertos en derechos humanos advierten que enviar personas a terceros países puede violar el derecho internacional, especialmente cuando existe riesgo de tortura, secuestro u otros abusos.

Ruanda, con una población cercana a los 13 millones de habitantes en la región de los Grandes Lagos, busca mostrarse como un país estable y moderno. Su infraestructura ha recibido elogios internacionales, y ha tratado de proyectarse como un modelo en África.
No obstante, el gobierno del presidente Paul Kagame enfrenta críticas constantes. Diversos organismos lo señalan por restringir la disidencia política, limitar la libertad de prensa y reprimir voces opositoras.
Sin embargo, algunos inmigrantes ven en Ruanda una oportunidad para empezar de nuevo, mientras que otros temen por su futuro. Si bien, para Estados Unidos es una solución diplomática, para los deportados significa enfrentar la incertidumbre de rehacer sus vidas en un país con luces y sombras.